En mi última nota hablé acerca de los posibles escenarios post Pandemia COVID- 19, sobre datos de la macroeconomía Argentina, balanza comercial, déficit histórico de dólares, etc. En esta nota compartiré algunos datos que tienen que ver con el desarrollo y fortalecimiento del mercado interno, producción nacional, federalismo, obra pública, desarrollo social inclusivo.
Esta semana el INDEC dio a conocer el estudio que determina que el el 33,1% de la población activa de Argentina trabaja en negro. Son alrededor de 8,6 millones de personas. Unas 3,5 millones son cuentapropistas informales y unos 5,1 millones son asalariados en negro. Si a esto le sumamos que la tasa de desocupación a nivel nacional es del 13,1% y son casi 2,5 millones de personas que carecen de trabajo podemos determinar que la situación es muy grave. En nuestra Provincia de Mendoza el trabajo en negro alcanza el 37,2% y la tasa de desocupación es del 15.7%, es decir que más de 70 mil personas están sin ningún tipo de trabajo.
A estos datos podemos agregarle el estudio de la UCA que determina un 44,2% de pobreza, es decir unos 18 millones de personas están es esa situación. El INDEC en los próximos días publicará la estadística oficial, que probablemente se aproximará mucho a este dramático dato.
Arranqué esta nota con estos datos crudos, duros, para saber en qué situación estamos con respecto a lo social, al trabajo en Argentina. Deseo expresar algunas ideas tendientes a fortalecer el mercado del trabajo, reforzar la asistencia social, la capacitación y como consecuencia fortalecer el consumo interno, el mercado interno.
La economía Argentina tuvo en 2019 un PBI de $ 361.496 millones de dólares. Las exportaciones aportaron $ 65.115 millones de dólares, es decir un poco más del 18% del PBI. Nuestro mercado interno aportó casi el 82% de todo lo producido por la economía del país. Siempre ha sido así, el Mercado Interno ha sido y es el gran motor de la nuestra economía. Lamentablemente la última dictadura militar y los gobiernos neoliberales que tuvimos en los últimos 44 años, llevaron al país al estancamiento industrial y comercial.
Estamos en un momento bisagra en la historia. Para romper con el flagelo de la desocupación, hambre, miseria y desigualdad es preciso implementar en forma simultánea y urgente un paquete de medidas tendientes a la creación inmediata de trabajo, en simultáneo con el lanzamiento de planes de capacitación y múltiples herramientas de ayuda e inclusión social.
Propongo la implementación inmediata de una Renta Básica Universal equivalente a $ 20.588 iniciales a cada uno de los mayores de 18 años de los hogares que hoy perciben Asignación Universal por Hijo (AUH). Esta medida abarcaría en principio más de 2,5 millones de hogares. Son los que más necesitan el apoyo del Estado, son las personas más vulnerables y que más sufren las consecuencias de los desequilibrios y las desigualdades que la economía globalizada generan. A ellos el Estado los debe seguir ayudando, ampliando la cobertura en número y monto asignado.
Por otro lado sugiero la implementación de nuevas moratorias previsionales, de manera que todas aquellas mujeres con 60 años o más y aquellos varones con 65 años y más, que todavía no hayan podido jubilarse, lo hagan con un trámite simplificado y ágil, de modo que en no más de 90 días accedan a la cobertura previsional y de salud.
Propongo la eliminación de la PUAM (Pension Universal para el Adulto Mayor) y sugiero que sea reemplazada por la jubilación mínima con moratoria previsional. De esta manera se termina con esta asistencia que representa el 80% del haber mínimo y además se accede a los 65 años para mujeres y varones. Otro invento macrista, injusto, discriminatorio e insuficiente.
Sugiero un aumento del 25% en marzo de 2021 del salario mínimo vital y móvil, de las jubilaciones, pensiones, AUH y demás planes de cobertura social. De esta manera se compensaría parte de las enormes pérdidas de ingresos frente a la inflación acumulada durante el periodo 2016-2020.
Propongo la implementación de un Plan de Formación Laboral Rentada para 120.000 jóvenes de 18 a 29 años de todo el país. Este plan debe ser netamente federal, deben tenerse en cuenta las estadísticas y los estudios de cada región en cuanto a la demanda laboral real. Planes de formación a medida de cada región. Cada joven recibirá el equivalente a un salario mínimo vital y móvil mensual durante todo el ciclo formativo. Una vez finalizado éste, cada joven estará incluido en los Planes de Empleo que se celebrarán con diferentes empresas de todo el país. El estado abonará hasta el 50% del sueldo de cada nuevo empleado durante los primeros 12 meses de empleo.
Creo en la implantación del Plan Federal de Reinserción Laboral para 120.000 personas desocupadas de 30 a 59 años de todo el país. Mediante éste las personas recibirían capacitación para actualizar su formación, readaptar su vínculo con el mercado laboral y tener la posibilidad de completar su vida laboral, generando los aportes previsionales suficientes para obtener un ingreso previsional en el futuro mediato. Este plan al igual que el anterior contempla el pago de un salario mínimo, vital y móvil mensual durante todo el periodo de formación. Será también orientado a cubrir la demanda real de trabajo en cada región. El estado celebrará convenios con diferentes empresas y abonará hasta el 50% del sueldo de cada persona empleada durante los primeros 12 meses de empleo.
Todas aquellas empresas que formen parte del listado de empresas que tengan convenio con ambos planes tendrán beneficios fiscales y acceso permanente a créditos productivos con tasas preferenciales. La capacitación será llevada a cabo por empresas, sindicatos, universidades, institutos públicos y privados, ONGs, iglesias, etc.
Sugiero un Plan Federal de Viviendas que contemple la construcción de 300.000 unidades habitacionales en todo el país para los próximos 3 años de Gobierno. Propongo que este plan incluya en forma proporcional a absolutamente todos los municipios de la Argentina. Planes de 360 cuotas, a pagar a partir del sexto mes de la entrega de la vivienda. La cuota mensual debe ser equivalente a un alquiler y ajustadas por el índice RIPTE.
Propongo que se duplique la meta original de urbanizar 400 barrios populares pertenecientes al RENABAP. Llevar la cifra a 800 barrios populares urbanizados por año. De este modo en un poco más de 5 años quedarían urbanizados la totalidad de los más de 4.000 barrios populares que pertenecen a este Registro Nacional. Por otro lado, una vez finalizada la obra de urbanización lanzar un Plan de Mejoramiento y Construcción de viviendas populares en cada uno de estos barrios, llevada a cabo por las mismas cooperativas barriales.
Propongo la construcción de un hospital PAMI (exclusivo para afiliados a esta obra social) en cada Provincia. De esta manera descomprimimos y ampliamos el sistema sanitario de cada distrito y le brindamos a nuestros jubilados y pensionados mejor calidad de atención sanitaria.
Propongo un Plan Federal de Mejoramiento de circuitos turísticos y un Plan Federal de Construcción, Mejoramiento y Ampliación de Aeropuertos y Terminales de Ómnibus en todo el país. Rutas, informadores, iluminación, cartelería, sanitarios, paradores de ruta; áreas de descanso, policía turística, ambulancias, etc.
Propongo un Plan Federal de Salud que se plantee ampliar la red de cobertura sanitaria, con centros de salud primaria y hospitales que cubran las necesidades existentes a lo largo y lo ancho del país.
Propongo un Plan Federal de Educación que dote de infraestructura, equipamiento y docentes necesarios para todos los niveles y para todas las regiones de nuestro país.
Esta pandemia global nos ha demostrado como nunca la necesidad de tener conectividad vía telefonía celular e internet inmediata. Es por eso que es de vital necesidad que todo nuestro país pueda disponer de los servicios de internet de calidad. Es indispensable y urgente hacer todas las inversiones necesarias en esta materia para elevar el nivel de educación y seguridad de nuestra sociedad, para permitir la radicación de empresas y servicios de todo tipo y en todo lugar.
Sugiero otorgar una línea de financiamiento y subsidios para todas las obras sociales y sindicatos de nuestro país para que puedan mejorar sus servicios de salud, educación, capacitación y turismo social. Arrastran años de déficits, deudas con proveedores, falta de inversiones en edificios y equipamiento, etc. Las obras sociales, los sindicatos son de vital importancia en la estructura de nuestra nación, han sido, son y serán pilares en el desarrollo de las nuevas políticas de inclusión social y generación de empleo.
Para finalizar es indispensable un Plan Nacional de Infraestructura que dote de rutas, caminos, ferrocarril, agua, luz, gas, cloacas, fibra óptica, antenas, etc.; a todas aquellas regiones históricamente postergadas, por ejemplo el noroeste argentino al que nunca se terminó de concretar la llegada del gas natural desde Bolivia o desde la red patagónica de gas. Si dotamos de todos los servicios a ésta y otras regiones igual de postergadas se generaría automáticamente la instalación de empresas y poblaciones y el desarrollo local y regional que evita las migraciones a los saturados centros urbanos.
Nuestro país necesita federalizarse, desconcentrar las inversiones, hacer planes de radicación en todas aquellas regiones extensas y productivas, no desarrolladas por falta de visión federal. Necesitamos volver a pensar a cincuenta años, proyectar. No podemos permitirnos nuevamente caer en resolver solamente lo inmediato, el día a día. Argentina generó un desarrollo notable entre 1945 y 1973, con inversiones super millonarias que hasta hoy sirven de soporte al desarrollo. Tenemos que volver a la Argentina de la tecnología de punta, de los barcos, aviones, vehículos y maquinarias nacionales, ampliar la producción de energía atómica, desarrollar aún más nuestra industria satelital, la investigación científica y técnica. Necesitamos buques de pesca de bandera nacional y la reestatización de los hoy puertos privados que se prestan a todo tipo de contrabando. Precisamos aviones para transporte de personas como el proyecto EMBRAER abandonado en la década del ’90 con un desarrollo de más del 80% del proyecto final. Necesitamos la reconstrucción de la red de ferrocarriles que abarate el transporte de carga y de personas.
Estamos capacitados para desarrollar todo tipo de productos industriales con un alto porcentaje de componentes locales. Tenemos industria científica y farmacéutica de punta, disponemos de industria siderúrgica, metalúrgica, petrolera, textil, de alimentos. Tenemos un sistema público y gratuito de educación de excelente nivel. Tenemos un gran sistema público y gratuito de salud. Tenemos que invertir mucho más en salud, educación, ciencia, tecnología, transporte ya que vital para el desarrollo. No podemos permitirnos 40% de pobres, Es un crimen. No podemos tener más de la mitad de los niños del país pobres, desnutridos, sin viviendas. No podemos. El nuestro es un país con todas las condiciones humanas y naturales para generar pleno empleo y protección social para toda su población. No podemos seguir teniendo jubilados y pensionados por debajo de la línea de indigencia. Debemos desarrollar todas nuestras potencialidades hermanados con todos los países de la región y del mundo que pongan como eje el respeto por la soberanía de los pueblos, la democracia, la armonía, la complementariedad, la paz, el respeto al ser humano y a la naturaleza, el equilibrio armónico.
Que así sea.
Daniel Musso
Miembro de la Red Humanista por la Renta Básica Universal
Una de las fotos es de SONY DSC
Muy interesantes las diferentes propuestas.
La pata que a mi entender falta atender y es una especie de “cascabel del gato” es la crisis de oferta que tiene nuestro mercado interno. Al estar en su mayor parte en manos de oligopolios que son los formadores de precios, una activación del poder adquisitivo en el grueso de la población se trasladaría inmediatamente (o hasta anticipadamente!) a los precios al consumidor, desbalanceando nuevamente la relación ingreso/poder adquisitivo con una escalada inflacionaria especulativa. Hasta que no desarrollemos una estrategia que rompa ese circuito tóxico que contamina a nuestra economía, de poco van a servir los programas y planes que intenten reactivar la economía.
Solamente aumentarán o mejorarán los números de la macro, sin notarse demasiado en los bolsillos de la microeconomía. O sea, una nueva ola de transferencia de riquezas a las manos de unos pocos (los mismos de siempre).
Saludos y gracias por el artículo.