La pobreza en Argentina: ¡vergüenza nacional!
Parece increíble que ya avanzado el siglo XXI, en un país rico como la Argentina cerca de la mitad de su población viva en la pobreza. Si bien este es un fenómeno mundial, debido al alto grado de concentración de la riqueza, (según estadísticas recientes, los 10 hombres más ricos del mundo han ganado más de 540 mil millones de dólares durante 2020 o sea en plena pandemia del Coronavirus). Pero el caso particular de la Argentina conmueve debido a su gran capacidad por producir alimentos. Atendamos al siguiente trabajo periodístico sobre el tema:
“La pobreza en Argentina subió a 44,2% y alcanza a 18 millones de personas
“Son datos del Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) sobre el tercer trimestre de 2020. En un año se sumaron 2 millones de nuevos pobres. La indigencia totalizó 10,1%. La ayuda estatal amortiguo la suba.
“La pobreza en la Argentina alcanzó al 44,2% de la población durante el tercer trimestre del año, según la última medición del Observatorio de Deuda Social de la UCA. Se trata del dato más alto de la década, aunque fue morigerado por la asistencia que brinda el Estado durante la crisis sanitaria producto de la pandemia de coronavirus.
“Durante el último año, la pobreza medida en ingresos, subió del 40,8% al 44,2%, totalizando a 18 millones de personas, dos millones más que en 2019. Sin embargo, los analistas de la UCA advierten que “en realidad hubo un movimiento intenso de entrada y salida, los que cayeron en la pobreza habrían sido 13,7% de la población, es decir unos 5,4 millones nuevos pobres”.
“La indigencia también mostró un salto y en el tercer trimestre del año marcando 10,1% por encima del 8,9% de 2019. El número de la UCA es mayor al último registrado por el INDEC para el primer semestre del año, que arrojó una pobreza de 40,9%.
“Los motivos para este aumento deben encontrarse en la crisis económica profundizada por la pandemia de Covid-19 en donde el empleo informal fue uno de los más afectados por el parate que vivió el país desde marzo. Pese a ello, las políticas asistenciales como la tarjeta Alimentar, el IFE y los bonos frenaron el impacto varios puntos.
“Ambito.com
“03/12/20”
Muchos nos preguntamos cómo, después de más de 200 años de vida independiente, todavía no hemos resuelto un problema tan elemental como la pobreza. Es que debemos interrogarnos acerca de si esa independencia fue real o simplemente formal. Que todos los habitantes de este suelo puedan acceder a un nivel de vida digno es inalcanzable para la mayoría de la población. El posicionamiento de clases sociales poderosas que comenzaron siendo dueñas de la mejores tierras de la pampa húmeda, las más productivas y de las que usufructuaron su renta hasta nuestros días, es el punto inicial para comprender el tema pobreza.
La oligarquía (así la han llamado los principales investigadores que se interesaron e interesan por el bienestar popular) solo actuó como clase rentista excluyente, o sea parasitaria, ya que no reinvirtió en el país gran parte de sus ganancias. Las guardaba en bancos europeos o la destinaba a gastos suntuarios (mansiones, autos, yates, finos muebles), pero no reinvertía en el país con fines productivos. Actitud clave que hubiese generado la cadena virtuosa de la industrialización con el creciente empleo.
Ellos impusieron gobiernos mediante el fraude o fomentando y sosteniendo dictaduras militares. Creían que no hacía falta producir, ya que lo que se necesitaba se importaba ya hecho y listo. Para consolidar este rol hegemónico contó con un aliado poderoso: el imperialismo. Primero fue el imperio británico y después de la segunda guerra mundial, el imperialismo norteamericano. Esta alianza consolidó una estructura de poder no solo económico, sino cultural, jurídico y político.
Con la estructura del país oligárquico que tuvo una prosperidad incipiente a principios del s. XX, donde crecieron las ciudades, con su oferta laboral de servicios (empleados públicos, ferroviarios, bancarios, albañiles, electricistas, herreros y demás profesiones liberales como también las destinadas al comercio). Gran parte de estos empleos fueron cubiertos por inmigrantes europeos, los que llegaron al país en el citado período.
Hasta ese momento la Argentina tenía la mayoría de su población en el ámbito rural. Recién el censo de población de 1914 muestra la igualdad entre población urbana y rural. El bienestar era para muy pocos, solo los empleados jerárquicos tenían buenos sueldos. Los criterios de explotación del peón rural fueron trasladados a las ciudades. Los obreros y cuentapropistas de la ciudad vivían humildemente en conventillos (viejas casonas de dos plantas y muchas habitaciones, en ese tiempo convertidas en vivienda para muchas familias, las que vivían hacinadas).
O sea que la Argentina oligárquica desde el s. XIX condenó a la pobreza a la mayoría de los argentinos. Nuestro país producía cereales y carnes, los que enviaba a Inglaterra y desde allá venían los productos manufacturados. Solo con la crisis producida por la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y con el gobierno de Hipólito Yrigoyen, habrá un respiro popular. El gobierno propiciará el aumento de salarios y por sustitución de algunas importaciones (Inglaterra estaba ocupada en la guerra), surgieron entonces algunas nuevas industrias y aumentó el empleo.
Todo esto a pesar de la caída de Yrigoyen en 1930 (por un golpe de Estado militar-oligárquico), en el contexto de una nueva crisis de las grandes potencias, las que se embarcan en una carrera armamentista -Inglaterra entre ellas-, lo que derivará en la Segunda Guerra Mundial. El imperio británico estaba involucrado y su estructura industrial dedicada a la fabricación de armas. Entones ocurrirá en nuestro país una nueva sustitución de las importaciones. Florece la industria nacional y la necesidad de mano de obra hace que los peones de campo de las distintas provincias argentinas, lleguen a Buenos Aires o Rosario de Santa Fe a emplearse como obreros industriales.
Esto fomentó el crecimiento del sindicalismo, en busca de mejores salarios y condiciones de trabajo. Proceso que dio lugar a la aparición del peronismo. El general Perón se entendió con los sindicatos y a partir del 17 de octubre de 1945 surge una alianza de hecho entre Perón y los sectores populares que buscaban desprenderse del yugo y los privilegios de la oligarquía.
Es aquí cuando la Argentina inicia un camino de achicamiento de la pobreza. Con salarios dignos, derechos sociales, jubilación y respeto a la voluntad popular. Un proceso consolidado legalmente, pero discontinuo en lo político. En 1955 se produce la restauración oligárquica por medio de otro golpe de Estado. Y desde aquellos años hasta nuestros días la pulseada social entre el peronismo más el sindicalismo contra el poder hegemónico político- económico, con el aditamento neoliberal de los últimos 30 años, ha sido una constante. Con momentos trágicos como en 2001 cuando la pobreza llegó a sobrepasar el 53% de la población o logros como el de la era Kirchner (2003-2015), bajando al 27% . Hoy, después de un gobierno ultraliberal-oligárquico como el de Macri (2015-2019) y un 2020 de pandemia por el coronavirus es que llegamos a los índices de pobreza señalados al principio de esta nota.
Existe la esperanza y la capacidad de lucha del pueblo argentino para superar esta situación y no sólo achicar la brecha entre pobres y ricos, sino de lograr -en algún momento- eliminar la pobreza en uno de los países más ricos del mundo como lo es la Argentina.
Alfredo Caferatta
Docente jubilado. Integrante de Carta Abierta. Militante social y político