Está muy bueno su salón único, y más ahora que fue reciclado hace relativamente poco. Por la mañana hay más cuervos que en el cuento de Edgar Allan Poe: abogados de variado pelaje (jueces, fiscales, administrativos del Palacio Judicial) ocupan sus mesas con charlas, chanzas y negociaciones variopintas.
Desde la tardecita cambia el contexto, que torna como recostándose en las primeras postrimerías de lo que será la noche. Se puede leer, se puede escribir; mientras uno degusta alguna de sus tantas exquisiteces. No es económico, pero está en la media de los bares pintones/barra/ chetos de la hermosa Buenos Aires.
En ese contexto tranqui te podés encontrar con alguno de los grandes artistas argentinos estudiando un guión, charlando con amigos o apurando una lágrima poco antes de alguna de las funciones del Teatro Colón. Pero hay algo que es inmutable: cada vez que lo visito, algo cambia en mí para siempre. Y para bien.
“El Petit Colón es uno de los cafés notables en la ciudad de Buenos Aires. Se encuentra en Libertad 505, esquina con Lavalle, frente a Plaza Lavalle, y le fue dado ese nombre por su cercanía con el tradicional y famoso Teatro Colón.
“Fue abierto en la década de 1970, ocupando un local en donde antes existía una concesionaria de autos.
“Las arañas del techo, el piso de madera y mármol de colores, las sillas Thonet tapizadas de pana roja, las paredes decoradas con boiserie de madera y tapizados bordó con dibujos dorados, le dan una estética antigua aparentando ser más viejo de lo que realmente es, y además recuerdan al decorado del Teatro Colón. Tiene muy buena iluminación, tanto natural, gracias a su extensa vidriera que permite el paso de la luz solar; como artificial, gracias a la gran cantidad de lámparas y arañas que decoran el techo.
“Durante el día, en el café los clientes son mayoritariamente abogados, fiscales y jueces debido a su cercanía con el Palacio de Tribunales. A la noche, predominan aquellos que irán a ver alguna obra al Teatro Colón, y es cuando se aprecia más la belleza del lugar debido a las luces que lo iluminan, resaltando aún más los tonos dorados del local”.