En un Gobierno como el de Suarez, que es de derecha y neoliberal, aman lo milico, los uniformes, lo policial. Igual era el de Cornejo, en eso son calcados. La fuente que te comparto nunca podría ser señalada como kirchnerista, peronista o zurda. Más bien se trata de un diario virtual conservador y de derechas, como dicen los españoles.
Desde ese sitio avanzan y denuncian la impericia y la falta de acción del Gobernador, en un tema siempre sensible. Tomando en cuenta lo gravoso del estado económico actual, lo más probable es que las cifras de delincuencia sean elevadas y, al mismo tiempo, estén en permanente crecimiento. No nos cuentan nada.
Por aquí trabajan las fuerzas policiales y de seguridad en asocio con el paradigma represivo, una de las lacras que nos legaron tantos gobiernos militares. La gente espera respuestas concretas, siempre. Más allá si el propio Ministro sale a hacer declaraciones o le indican el perfil bajo. Conclusión: Suarez tampoco es bueno en esto.
“Inseguridad: el tema tabú que el gobierno de Rodolfo Suarez no logra resolver
“En el último año la pandemia obligó a centrar las miradas en la situación sanitaria y la realidad económica. Sin embargo, es innegable que la inseguridad sigue siendo un problema palpable que afecta directamente a la vida de los ciudadanos. A pesar de ello, la estrategia del gobierno es el silencio.
“Si bien el gobierno de Rodolfo Suarez es la continuidad de la gestión de Alfredo Cornejo, hay un tema puntual en el que el contraste de estos dos años ha sido evidente. Para Cornejo, la seguridad era una bandera y en cada conferencia de prensa destacaba las mejoras en las estadísticas de seguridad, la disminución de robos a mano armada o la baja de homicidios agravados. Anunciaba la incorporación de tecnología como detectores de rostros y lectores de huellas en los móviles e incluso era señalado como el “verdadero” ministro de Seguridad de su gobierno. En cambio, desde que Suarez asumió el gobierno la inseguridad se convirtió en un tema tabú.
“Puertas adentro, en el gobierno ponderan el trabajo del ministro Raúl Levrino y aseguran que los datos muestran una baja del 25% respecto a la inseguridad que hubo en los primeros meses del 2019. “Con el 2020 no se pueden hacer comparaciones porque fue un año excepcional con muchas restricciones de circulación”, explican. Pero hasta ese dato demuestra la diferencia que existe en el manejo de la información.
“Levrino ha optado por guardar silencio tanto para destacar números alentadores como para hablar de crímenes sensibles. La inseguridad se percibe de diferentes formas. En los pequeños robos con inhibidor de señal en pleno centro o sustracciones de vehículos, hasta situaciones más graves como robos agravados por el uso de arma de fuego, homicidios o femicidios. Ante todos la respuesta fue la misma.
“El responsable de la cartera no hizo declaraciones luego del homicidio de un hincha de la Lepra en los portones del Parque General San Martín ni tampoco luego de que asesinaran un a un hombre que esperaba el colectivo en Las Heras. Tampoco fue a la Legislatura a responder las preguntas que desde hace meses quieren hacerle legisladores de la oposición por el femicidio de Florencia Romano.
“La inseguridad parece pasar por debajo del radar en un año donde todos los ojos están puestos en el ritmo de contagios, la ocupación de camas y el impacto que tiene en la economía cerrar actividades. Pero eso no quiere decir que no exista.
“La coyuntura ha obligado a fijar otras prioridades y las inversiones en móviles, chalecos antibalas y equipamiento han quedado relegadas. Atrás quedaron esos primeros meses de gestión en los que Raúl Levrino podía presumir el desembolso de 50 mil dólares para comprar dos drones. Llegaron épocas de vacas flacas y ahora el problema es evitar que los chalecos se venzan.
“Desde el interior del Ministerio de Seguridad aseguran que el perfil bajo que el ministro ha decidido tener hacia afuera, no se replica puertas adentro. En concreto, afirman que se trata de un funcionario presente que ha logrado ganarse el respeto de la fuerza policial en un año complejo donde los uniformados fueron de esos trabajadores -junto a los médicos- que no tuvieron respiro y que se expusieron a contagios en el cumplimiento de su deber.
“Pero lo que parece ser una estrategia para no desgastarlo en un cargo que históricamente ha sido difícil de sostener, da la impresión de ser un arma de doble filo. La sensación que se genera es de vacío. De ausencia. No hablar de inseguridad cuando es algo que se percibe en la calle es parece un intento de tapar el sol con el dedo.
“Al igual que la ministra de Salud, Ana María Nadal sale a dar respuestas sobre la situación sanitaria, Enrique Vaquié defiende sus programas económico para activar el empleo, José Thomas pone el pecho por las clases presenciales o Lisandro Nieri pone la cara para hablar de renegociación deuda, el ministro de Seguridad tiene que dar respuestas y contar lo que se está haciendo para combatir ese problema.
“Mdzol.com
“Mariano Bustos
“18 de abril de 2021”.