La mujer que promovió el ex Gobernador Alfredo Cornejo al máximo tribunal provincial, fijate lo que nos dice y cómo nos lo dice: “Vine a la Corte a trabajar al margen de la política”. La oración no pasa la prueba más elemental porque ella llegó a ese lugar por una parcialidad. Otro sí digo: nunca la actividad política es mala.
Aunque Teresa Day reniegue de la política, ella llegó a ese lugar de su mano. Lo otro que puede ocurrir es que lo mezcle todo con lo partidario, pero tampoco cierra el asunto. Una cosa es lo político y otra lo partidario. Lama la atención que haya que explicarle eso a una persona que hace décadas está en la Justicia y en la Política. ¿Verdad?
Toda sentencia es política y todos los temas en los que entiende la Corte, con más razón. ¿Sería algo así como que la política es todo aquello que pone en cuestión al Poder Real y a lo establecido por tantos años de conservadurismo? Si así fuera, ocupa ese cargo para beneficiar a los poderosos. Fulero y presenta muchas dudas.
“Teresa Day: “Vine a la Corte a trabajar al margen de la política”
“Teresa Day arribó al máximo tribunal tras la renuncia de Jorge Nanclares con fuerte resistencia del PJ. Lo hecho: la Ley Micaela y la nueva Dirección de la Mujer
“Teresa Day (50) cumple un año como integrante de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, a la que arribó con acuerdo del Senado provincial pero con fuerte resistencia del peronismo legislativo y judicial.
“Para entrevistarla hay que hacer dos cosas: pedirle una audiencia con anticipación y armarse de paciencia porque la magistrada trabaja como en sus épocas de mujer-orquesta, cuando coordinaba el sistema de justicia en las fiscalías a través del Ministerio Público y “vivía” en los tribunales.
“Algo cambió respecto de aquel pasado reciente: “Este ya no suena más”, cuenta Teresa Day y sonríe mientras toma el celular casi sin tocarlo, como un objeto que podría estar ahí y no. “Toda la vida estuve acostumbrada, por mis distintas funciones, a estar conectada y pendiente del celular. Por las urgencias. Ya no”. Recibe a Diario UNO en su despacho austero en el cuarto piso del Palacio Judicial, casi al final del corredor, donde se ubican los escritorios más encumbrados de la Justicia de Mendoza. Donde también se deciden y se redactan sentencias y fallos y se toman decisiones jurídicas sino también de color social.
“Teresa Day es mendocina y nació en el Policlínico de Cuyo, como muchos de los nacidos a comienzos de los ´70. A la izquierda de Teresa Day hay dos banderas. A la derecha, fotos familiares. A sus espaldas, el ventanal abierto y las cortinas que chicotean por la corriente de aire que llega desde el otro lado. Desde la puerta abierta. Para prevenir el Covid y porque Teresa Day siempre trabajó con la puerta del despacho abierta. Entonces, en medio de la charla ingresa primero un ordenanza que sirve un cortado y un té con edulcorante; después, una colaboradora que le entrega un expediente flaco y de tapas rosadas cosidas con piola sisal y se lo identifica con una expresión típicamente judicial que solo ellas comprenden. Se quita el barbijo la magistrada, “hay suficiente distancia entre nosotros” -ha calculado-; y responde que está sentada en el sillón que heredó de Dalmiro Garay (éste lo dejó cuando se convirtió en presidente de la Corte), que a su vez lo había heredado de Alejandro Pérez Hualde.
“Teresa Day de Pontis, dice el cartel identificatorio de la oficina privada, en cuyo rincón izquierdo se erige, cual centinela, un reloj de pie. El tiempo que huye. Pontis es Ramiro Pontis, profesor de Historia y director de un colegio de Chacras desde 2018. Antes había conducido otro colegio de fuerte raigambre católica, en Guaymallén. El matrimonio tiene cuatro hijos varones: dos son abogados que litigan en el Poder Judicial; completan la nómina un arquitecto y un contador público. Teresa Day usa el cabello largo como siempre y viste como casi siempre: pantalones y suéter. Habla bajo pero es enfática. Gesticula mucho con las manos despejadas de pulseras y otros accesorios. Sonríe para las fotos. Pero cuando habla de trabajo se pone seria y el ceño se le frunce pronunciadamente.
“¿Cómo ha sido este primer año en la Corte? ¿Cómo lo lleva? Bien, contenta. Desde el primer día lo dije: integrar la Corte es a lo que aspira cualquier persona con vocación que trabaje acá. En mi caso desde los años ´90, a mis 19 años, cuando entré a trabajar acá, justo acá, en el cuarto piso, en lo que se llamaba Dirección de Personal; en la sección Liquidación de Haberes. Una vez, mientras hacía un trabajo vinculado con los seguros de los magistrados, debí ver los legajos de todos los magistrados y llamarlos de a uno. Entonces vi el caso de (Fernando) Romano que había ingresado siendo ordenanza y llegó a ser ministro de la Corte (entre 1987 y 2012) Me di cuenta de que se puede. ¿Cómo analiza que fue su llegada al máximo tribunal? Más allá de que acá siempre estuvieron las pruebas de que ejercí la profesión, lo que me preocupó de los cuestionamientos hacia mí es lo que podía pasar con los que vinieran detrás mío, a futuro: sobre todo los abogados, que en mi época no eran tantos como ahora y que naturalmente pueden aspirar a la Corte. ¿Qué esperanzas podrían tener si no podrían llegar a lo máximo?
“Se cumple un año desde que Teresa Day juró como ministra de la Corte, la segunda mujer en la historia a contar desde Aída Kemelmajer de Carlucci. Entonces recuerda perfectamente cada detalle de ese proceso: cuando el 1 de junio a la noche se enteró de la sorpresiva renuncia de Jorge Nanclares -“estaba acá en tribunales”, precisa-; cuando a la mañana siguiente, a eso de las 10, el gobernador Suarez la convocó por teléfono a una reunión en la residencia oficial, a la que se encaminó al mediodía, avisándole únicamente al esposo, al que llamó desde la playa de estacionamiento, “porque yo nunca salía de los tribunales para nada. Ni para ir a la farmacia”. Algo imaginaba… Sí, claramente. Suarez me pidió reserva y que entendiera: no podía anticipar nada. ¿Qué si lo conocía de antes? Solo de algunas reuniones por temas jurídicos: él como mandatario y yo como coordinadora del Ministerio Público Fiscal. Temas ligados a la Ley de Tránsito y a lo Contravencional. Aquel 2 de junio al mediodía, Teresa Day no sabía dónde quedaba la residencia oficial de los gobernadores de Mendoza ni qué camino debía tomar para llegar. La única certeza que llevaba consigo era que si le ofrecían ser ministra de la Corte iba a decir que sí.
“Hoy
“La capacitación de la Ley Micaela contra la violencia de Género y sobre las mujeres y dotar a la Dirección de la Mujer, Género y Diversidad de un nuevo perfil son temas en los que Teresa Day pone el acento en este primer año. “La idea es que el Poder Judicial sea uno solo en esta temática”, dice.
“Más de 800 personas de la Justicia ya fueron capacitadas y tienen certificación.
“La acompaña un equipo que ha puesto en marcha, desde la Dirección de la Mujer “Carmen Argibay”, entre otros logros, un formulario/instructivo para solicitar medidas de protección en casos de violencia de género e intrafamiliar. El mecanismo garantiza la trazabilidad de la gestión, “antes quedaba suelto por ahí”. A esto hay que agregar los fallos judiciales que firma por ser integrante de la Sala I de la Suprema Corte de Justicia, que atiende las causas del fuero Civil y Comercial. ¿Qué perdió y qué ganó en este año? No perdí nada y crecí mucho. Puedo trabajar como siempre: a full. Acá hay muchísimo para hacer. ¿Y cómo se lleva con las limitaciones que impuso e impone la pandemia? No me gusta la virtualidad. Me paso todo el día acá. Con todos los cuidados, obvio.
“Teresa Day en el despacho que antes frecuentaron Garay y Pérez Hualde. ¿Cómo es la relación con los demás jueces de la Corte, especialmente con los peronistas que resistieron su llegada a la Corte? Yo siempre me mantengo al margen de las cuestiones políticas. Estoy convencida de que estar al margen de la política no le hace mal a nadie. A la Corte vine a trabajar y eso hago todos los días. Y a toda hora. -sonríe Teresa Day para las fotos junto al reloj de pie que custodia sus dominios y que alguna vez se detuvo a las 9-.
“Camino a la Corte
“1 de junio de 2020 Jorge Nanclares (70) renuncia sorpresivamente al cargo de ministro de la Suprema Corte de Justicia al que había llegado en 1987 a pedido del gobernador Felipe Llaver. Declina sin esperar que le llegue la jubilación. Seis meses antes había sido reelecto presidente del máximo tribunal hasta noviembre de 2021. “Tiempo cumplido para mí”, dijo Nanclares a Diario UNO.
“2 de junio de 2020 El gobernador Rodolfo Suarez anuncia en Twitter que María Teresa Day (49) es la elegida para reemplazar a Nanclares y que la postulará en el Senado provincial.
“Con la vocación de continuar fortaleciendo al Poder Judicial de Mendoza, y frente a la vacante producida en la Suprema Corte de Justicia de la provincia, creo oportuno impulsar la postulación de la Dra. María Teresa Day.
“24 de junio de 2020 Teresa Day supera la audiencia pública del Senado provincial. Recibe 4.549 adhesiones y 419 impugnaciones. La cuestiona el ala peronista de la Legislatura y la apoyan magistrados, abogados y docentes de Derecho. Fue durante la audiencia celebrada de manera remota.
“30 de junio de 2020 El Senado aprueba la postulación de Teresa Day como ministra de la Corte sin la presencia del bloque peronista en el recinto. Apenas una hora más tarde, el gobernador toma juramento a la nueva magistrada y lo da a conocer en Twitter.
“Tras la aprobación del pliego en la Cámara de Senadores, le tomé juramento a la Dra. Teresa Day como ministra de la Suprema Corte de Justicia. Agradecemos al Dr. Jorge Nanclares por demostrar en su extensa trayectoria, una actitud republicana y gran responsabilidad institucional. pic.twitter.com/3OMfq1XbrX — Rodolfo Suarez (@rodysuarez) June 30, 2020
“Diariouno.com.ar
“José Luis Verderico
“30 de junio de 2021”.