Aquí en Mendoza vemos a los candidatos del oficialismo en fotografías donde se tocan el area del corazón y te dicen que vos está allí. Eso es todo, no hay más. Sin embargo, cuando uno se pone a pensar en las gestiones (lo hecho) de Cornejo y Suarez, advierte que algo no cierra. Lo más probable es porque la verdad está ausente.
“La vaca atada” dirían en el barrio. Los votos macriradicales parece que no tienen ganas de migrar, por las razones que supongamos y por otras que escapan a nuestro conocimiento. Ahora quiero concentrarme en un dato que me parece crucial respecto de estos candidatos porque escamotean buena parte de la verdad a todos.
Lo peor es que ambos “líderes” de la derecha local optan, en la mayoría de las temáticas y de las formas con que las llevan adelante, por la mentira. No hay otra forma de poder sostener la trampa mortal a la que algunos llaman neoliberalismo. Se sirven del Estado y de quienes lo integran (el pueblo) mientras se tocan el corazón.


