He aquí un antecedente que debemos tener muy en cuenta y que ha perjudicado a cientos de miles de familias que vivían en las margenes del que es, paradójicamente, el río más largo de Chile. Los hermanos y las hermanas de la nación vecina sufren el neoliberalismo, con mayor o menor intensidad, desde el comienzo del golpe de Estado que hizo el asesino de Augusto Pinochet.
Por ello es que allende la cordillera se haga un culto reverencial a los empresarios y a privatizar lo más posible muchos de los resortes más importantes de un Estado cada vez más ausente. La riqueza minera de la Cordillera de los Andes, en el caso de Chile se está explotando desde la perspectiva del viva la pepa y el extractivismo se campea por todo el territorio, estas son las consecuencias.
Fijate bien en esta nota, leela más de una vez, compartila, estudiala. Claro, porque hace días nada más la Corte Suprema de Justicia de la Nación, al tiempo que respaldó casi en un todo a nuestra querida Ley 7722, abrió la posibilidad que diversos emprendimientos mineros como San Jorge, por ejemplo, utilicen algunas de estas sustancias en su labor de saqueo, que termina contaminando todo.
“La muerte del Río Loa por el xantato y detergentes
“Rio Loa contaminado con xantato y otros químicos de la industria minera. El colapso de Quillagua comenzó en el año 1997, cuando se produce el primer evento de contaminación de las aguas del río Loa. Componentes químicos como el xantato, el isopropanol, detergentes y metales pesados, provocaron la muerte biótica del río e impactaron la vida socio económica del pueblo. Las familias de camaroneros, perdieron toda fuente de subsistencia y los campos de cultivos fueron quemados por los contaminantes disueltos en las aguas del río. Entonces la vida del pueblo se paralizó. Se incluye el trabajo «Una aproximación al estudio integral de la contaminación del río Loa, II Región, chile. Período marzo 1997 – febrero 2000.»
“A comienzos del verano de 2007, Quillagua, antaño un oasis o vergel ribereño al río Loa, cumplía un año más sin agua potable y sin aguas de riego para sus cultivos. Este oasis ubicado en la medianía del desierto de Atacama, es uno de los lugares más secos del mundo, pues allí no llueve ningún día del año. La sequía y el colapso ambiental a que está siendo sometida su población, tiene razones que se deben buscar aguas arriba del río Loa y en lo ocurrido hace diez años con las aguas que regaban sus tierras.
“El colapso de Quillagua comenzó a manifestarse en el año 1997, cuando se produce el primer evento de contaminación de las aguas del río Loa. Componentes químicos como el xantato, el isopropanol, detergentes y metales pesados, provocaron la muerte biótica del río e impactaron la vida socio económica del pueblo. Las familias de camaroneros, perdieron toda fuente de subsistencia y los campos de cultivos fueron quemados por los contaminantes disueltos en las aguas del río. Entonces la vida del pueblo se paralizó.
“Ninguna autoridad se hizo responsable del desastre ambiental. La CONAMA regional identificó como causante del colapso ambiental al viejo tranque Sloman, un antiguo embalse abandonado y colmatado de sedimentos que sirvió de planta hidroeléctrica en épocas del salitre. Así le fue posible no investigar la responsabilidad de una institución intocable a nivel regional y nacional, pese a que las evidencias de los tipos de contaminantes apuntaron al tranque de relaves Talabre del mineral cobre de Chuquicamata, perteneciente a la Corporación Nacional del Cobre, CODELCO, lo que resulta evidente pues letales sustancias como el xantato y el isopropanol solo se utilizan en la industria del cobre. Estudios geológicos, por su parte, identificaron que existen conexiones de napas subterráneas entre el embalse de relaves de cobre y el río Loa que se encuentran a corta distancia. A estas evidencias se suma ¬la convicción de los pobladores de Quillagua de la responsabilidad de CODELCO en los fenómenos de contaminación de las aguas, cuyo segundo evento se produjo en el verano del año 2000, lo que agudizó la crisis terminal del oasis.
“Río LoaLos efectos de la contaminación de 1997, implicó que las familias de Quillagua se vieron impedidas de realizar sus actividades productivas tradicionales. Intentaron entonces subsistir de la confección de carbón vegetal, utilizando la madera de algarrobo, pero la Corporación Nacional Forestal, CONAF, prohibió esta actividad artesanal para proteger los bosques del oasis. Entonces, a los pobladores de Quillagua solo les quedó vender los derechos de aguas como última solución a su crisis, y lo hicieron a favor de la Sociedad Química y Minera de Chile, SOQUIMICH. De los 120 litros por segundo (l/s) inscritos en 1987, año en que la Gobernación de Tocopilla les redujo arbitrariamente su antigua disponibilidad de 400 l/s, los pobladores vendieron dos tercios de sus derechos, quedando con solo con 41 l/s., luego de lo cual muchas familias abandonaron el pueblo.
“La venta de los derechos de aguas fue una decisión tomada por el desamparo en que quedaron por las instituciones del Estado y les significó la incomprensión de las demás comunidades atacameñas, a las que se les hizo saber, por las autoridades, que Quillagua no tenía agua porque había vendido sus derechos de aprovechamiento, lo que en verdad no se ajusta a la realidad. En efecto, a pesar de la pésima calidad de las aguas muchos pobladores insistieron con sus cultivos de alfalfa, pero iniciados los primeros riegos se les quemaban y una gruesa capa de sal se apoderaba del suelo. El año 2000, un nuevo evento de contaminación de las aguas del Loa profundizó la crisis ambiental, económica y social de Quillagua, las aguas traían ahora nuevos y más contaminantes. Un informe del Servicio Agrícola y Ganadero SAG (2000), identificaba como provenientes del tranque de relaves de Chuquicamata a gran parte de las sustancias contaminantes, señalando que la alta contaminación hacía aconsejable el no uso de las aguas del Loa en Quillagua, tanto para bebida humana, de animales y menos aún para el riego, pues los niveles tóxicos sobrepasaban con creces lo permitido, como el caso del mercurio que presentó concentraciones que superan cientos de veces las normas (1 ppb), que llegaron a valores extremos en Quillagüa, donde se registraron 430 ppb).
“A la contaminación del río Loa, se sumó el corte del suministro del caudal del río, pues desde el año 2000 el río prácticamente no corre en los períodos de primavera y verano, aumentando algo el caudal con el invierno boliviano a fines de febrero. Otro Xantato y otros químicos en el Río Loaestudio señaló que la reducción al mínimo del caudal tiene relación con las aguas tomadas en Chacance por SOQUIMICH, que prácticamente secan el río Loa, y solo escurren unos metros más abajo aguas vertidas por el disminuido caudal del río San Salvador, que tiene altas concentración de sales.
“Antes del año 2000 llegaba regularmente agua, aunque contaminada, por el cauce del Loa, en la actualidad el caudal es muy escaso. Antes de la contaminación del río Loa, Quillahua tenía 120 l/s de derechos de aprovechamiento del río Loa, en la actualidad solo hay 66 l/s, incrementados por la compra de nuevos derechos de aguas realizada por la CONADI de Calama, con la paradoja, que ninguno de estos derechos se puede hacer efectivo, ya que no llega el agua al lugar.
“Los pobladores de Quillagua, en la actualidad solo reciben agua de bebida llevada por un camión cisterna de la Municipalidad de María Elena, pero ninguna institución involucrada en el colapso ambiental y socio económico se hace responsable. CODELCO no ha aceptado su responsabilidad en los hechos, lo que le permite evitar reparar el daño ambiental y los impactos derivados de éste, poniendo a prueba la efectividad de la llamada responsabilidad social de la empresa y su difundida política de «buen vecino» con las comunidades indígenas. La CONAMA no ha tomado acciones reparatorias, después de desvincularse del tema de la contaminación en el año 1997. Por su parte, la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas tampoco fiscalizaba que llegará el agua a Quillagua, debiendo especialmente controlar las extracciones de Soquimich en varios puntos del río y de otras empresas mineras. Solo el 26 de enero de 2007 interpuso una demanda contra Soquimich, por extracción ilegal de aguas del río Loa, y tomo la iniciativa de obligar a las empresas a instalar medidores satelitales en las zonas de captación. Por otra parte, las «mesas de trabajo» en la que participan varias instituciones estatales y población de Quillagua, aun es inconducente a restablecer la vida social y económica del oasis. Solo se mantiene vigente la demanda de los pobladores de Quillagua, cual es resolver su derecho a existir y restablecer su medio ambiente, como derechos humanos inalienables, derechos que por el momento no son respetados.
“La Comunidad de Quillagua, a través de sus múltiples gestiones para restablecer sus derechos, logro que el Jefe Regional de la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Publicas de la II Región de Antofagasta, Rodrigo Weisner y un equipo de profesionales, iniciara una investigación acerca de las causas de la falta de agua que los afecta desde el año 2000. La DGA, comprobó que Soquimich (SQM) realiza extracciones de aguas en lugares no permitidos y tiene construcciones ilegales en el río Loa, sin aún conocerse cuantos son los caudales que se extraen. Esto llevó a que el 26 de Enero de 2007, la DGA interpusiera una demanda en contra de SQM, en el Juzgado de Letras de María Elena, por uso indebido de aguas del río Loa, violando el Código de Aguas. Además, la DGA anuncio medidas para investigar a otras empresas mineras, y obligarlas a instalar sistemas de medición de extracción de aguas con datos satelitales y evitar la extracción de caudales mayores a los permitidos, tal como lo presumen las comunidades atacameñas. La esperanza de la población de Quillagua, es que estas acciones restablezcan el normal curso del río, para hacer uso de sus derechos de aguas de 66 l/s. Además, esperan que la fiscalización de la DGA, identifique a nuevos responsables de la sequía del río Loa, los que deberían a los menos, reparar y compensar el daño ambiental, social y económico causado.
“Río Loa: xantato y otros químicos de la industria mineraLa misma actitud de responsabilidad, sensibilidad y respeto por la ciudadanía, debería ser asumida por otras instituciones como CODELCO; que a pesar de las evidencias de estudios científicos, no está dispuesta a reconocer su responsabili-dad en las peores contaminaciones del río Loa, ocurridas en los años 1997 y 2000, y cuyos efectos aún perduran. Ello le permite no asumir los costos de las medidas de compensación, reparación y mitigación de los impactos sociales -económicas y ambientales con los afectados, a pesar que en el año 2006 obtuvo utilidades por 7.141 millones de dólares, según el balance entregado a la Superintendencia de Valores y Seguros, el 13 de Marzo de 2007. Por su parte, la Comisión Regional del Medio Ambiente, COREMA II Región, no ha mostrado interés en solucionar la grave contaminación del río, sin perseguir a los responsables de ella, omitiendo que esta ha sido uno de los peores desastres ecológicos ocurridos y cuyos efectos se mantienen hasta la actualidad. A esta altura, con los resultados de los estudios técnicos e investigaciones científicas en el río Loa, entre estas las efectuadas por el Servicio Agrícola y Ganadero SAG, acerca de la contaminación y su origen, nadie da crédito a la versión de la Institución Ambiental Regional, que culpó a un viejo tranque que sirvió de central hidroeléctrica en tiempos del salitre, declarado monumento nacional, el Tranque Sloman, de haber sido el causante del desastre socio ambiental del río Loa y de Quillagua. Quizás, ahora, les toca a estas instituciones hacer lo que les corresponde, asumir su responsabilidad social y publica, para restablecer el derecho de Quillagua a renacer como el Oasis del Desierto, en el lugar más seco del mundo, para hacer el aprovechamiento de las aguas del río Loa libres de contaminación, en especial de los residuos tóxicos utilizados por la minería.
“El colapso actual de Quillagua, por efecto de la contaminación y la captura aguas arriba del caudal del Loa, se resume en los siguientes datos: en 1996, existían 120 hectáreas cultivadas, 116,4 hectáreas de alfalfa y 3.6 hectáreas de maíz; en el 2005, solo se intenta cultivar sin resultados media hectárea de alfalfa por el señor Ayavire. Antes de la contaminación del río Loa existían 80 niños matriculados en la escuela G-15 de Quillagua, en el 2005 solo quedaban tres niños; había decenas de agricultores, ahora solo queda uno, y desapareció la actividad de captura de camarones por la muerte biótica del río.
“UNA APROXIMACIÓN AL ESTUDIO INTEGRAL DE LA CONTAMINACIÓN DEL RÍO LOA, II REGIÓN, CHILE. PERÍODO MARZO 1997 – FEBRERO 2000.
“Hugo. Román M.* & Carlos Valdovinos J.**
“*Subprograma de Protección de los Recursos Naturales Renovables, Servicio Agrícola y Ganadero II Región, Coquimbo # 842, Antofagasta. E – mail: hroman@sag.minagri.gob.cl;
“**Subdepartamento de Gestión Ambiental, Departamento de Protección de los Recursos Naturales Renovables (DEPROREN) Servicio Agrícola y Ganadero, Av. Bulnes # 140, Santiago.
“Resumen
“En cuenca del río Loa, se desarrolla una variada flora y fauna, además, en su desembocadura existen condiciones ambientales que favorecen el desove de especies marinas de importancia comercial. Por otra parte, sustenta una amplia variedad de actividades agropecuarias e industriales. Desde el punto de vista ambiental, el río Loa ha sido afectado por episodios de contaminación que han alterado la calidad de sus aguas, poniendo en riesgo la sustentabilidad ambiental de este ecosistema y afectando las diversas actividades que se desarrollan en su cuenca. Con el objetivo de establecer la causa de estos episodios contaminación, el Servicio Agrícola Ganadero ha realizado durante y después de éstos, un monitoreo de las aguas del río Loa. De acuerdo a las agentes químicos encontrados en distintos puntos del curso del río Loa y a sus concentraciones, indican que el fenómeno correspondería a una contaminación de origen antropogénico. La cual es potenciada por un fenómeno natural como lo es la crecida del río originada por las lluvias estivales del invierno altiplánico.
“Introducción
“La cuenca del río Loa cubre una superficie total de 29.700 km2 01’aproximadamente, y se desarrolla entre los 21 50′ de Latitud Sur. El río Loa es el de mayor longitud del país, y 23 400 Km desde su nacimiento en la cordillera de los Andes en las vegas que rodean las faldas del Volcán Miño (Demetrio L., 1989), hasta llegar a su desembocadura en el Océano Pacífico. En la cuenca del río Loa se desarrolla una variada flora y fauna silvestre. Muchas de las especies que habitan la cuenca del río Loa y su entorno se encuentran con problemas de conservación (i.e. , Copiapoa tocopillana (en peligro de extinción), Llareta, Queñoa (vulnerables), Vicuña, Guanaco, Chinchilla, Sapo (en peligro de extinción), Halcón peregrino, Cóndor, Sapo espinoso (vulnerables) (CONAF, 1989 y 1996; Demetrio, 1989; D.S. N°05/98). La fauna ictica está representada por el Pejerrey chileno de agua dulce (Basilichtys), la trucha café, la trucha arco iris y el pez mosquito (Gambusia sp.). Una de las especies en el río Loa considerada de importancia comercial es el crustáceo Cryphiops caementarius (camarón de río), que se encuentra entre Quillagüa y la desembocadura donde existe uno de los mayores criaderos naturales para esta especie y que constituye una reserva genética fundamental de importancia para la futura implementación de cultivos CONAMA (1997) . En relación a la avifauna, el 15,72 % de las 439 especies de aves clasificadas a través del territorio nacional se encuentran representadas en la cuenca del río Loa.
“Especial relevancia, tiene la zona de la desembocadura del río Loa, la cual se caracteriza por ser un área de reclutamiento de diversas especies juveniles de vertebrados e invertebrados acuáticos, entre las cuales se encuentran peces pelágicos de importancia comercial en el sector marino y camarones de río en la zona estuarina. El sector marino de la desembocadura del río Loa es una de las principales áreas de desove de la zona norte de especies tales como anchovetas, sardina y al menos otras 20 especies de peces litorales tales como corvinas, lizas, pejerrey, sargo, corvinilla, pichilingue, etc CONAMA (1997).
“Por otra parte, en la cuenca del río Loa se desarrollan diversas actividades agropecuarias dedicadas al cultivo del maíz y tubérculos tales como zanahorias, betarragas, ajos y crianza de ganado bovino y camélidos domésticos como la Llama. Los productos agrícolas provenientes de las diferentes localidades ubicadas en la cuenca tienen distribución en el mercado regional. Esta actividad se encuentra estrechamente asociada al sistema de vida de comunidades indígenas. La principal actividad industrial de la cuenca es la minera. La mayoría de éstas utilizan las aguas del río Loa en sus procesos y algunas industrias descargan sus residuos líquidos directa e indirectamente al río Loa.
“Existen diversos embalses en el curso del río Loa , entre los que destaca el embalse Chonchi, el cual regula las aguas destinadas para riego en la zona. Además, se encuentran los Tranques Santa Teresa, Santa Fe y el Tranque Sloman, éste último formado por un murallón de 35 metros de alto de piedra canteada y 47 m de coronamiento, que cierra el cajón del río Loa. Con respecto al Tranque Sloman CONAMA (1997), señala que mediciones efectuadas en el mes de Abril de 1997 permitieron establecer en torno a la sección media del muro del tranque, una columna de agua de 6 metros, a partir de la cual se disponía un nivel continuo de légamo, barro o lodo, indicando que la presencia de este material se debe a que la estructura no posee un dispositivo de evacuación de fondo, dando como resultado la acumulación de material sedimentario fino que debe ser entendido como la sumatoria acumulada durante los 86 años de operación continua del tranque.
“Desde el punto de vista ambiental, el río Loa ha sido afectado por episodios de contaminación que han alterado las carácterísticas físicoquímicas de sus aguas (Arroyo et al , 1999). Estos episodios ocurrieron en Marzo de 1997 y febrero del 2000. El fenómeno coincidió con el llamado invierno Altiplánico y se caracterizó por un aumento considerable del caudal del río. El episodio del año 2000, se comenzó a observar notoriamente algunos kilómetros aguas abajo de la junta de los ríos Loa y San Salvador, en el sector denominado Balneario María Elena, extendiéndose desde este sector por más de 150 kilómetros hasta la desembocadura del río Loa en el Océano Pacífico. A diferencia del fenómeno de 1997, en año 2000, no se registró muerte de peces e invertebrados en el río. Estos fenómenos afectaron significativamente las actividades agropecuarias que se desarrollan en la cuenca del río Loa, anteriormente descritas. También fue afectada la zona costera adyacente a la desembocadura del río Loa, en la que se desarrolla una importante extracción de recursos marinos gran parte destinado al consumo humano.
“Hasta la fecha no se establecido una relación directa entre estos episodios y el vertido directo de elementos contaminantes al río Loa. Entre las hipótesis que se postulan que explicarían éstos fenómenos es que se trataría de episodios de origen natural y otra le confieren un origen antropogénico. Según los antecedentes históricos este fenómeno con las características mencionadas, se habría comenzado a evidenciar sólo a partir de los años 1977 y 1986, registrándose anteriormente a esta fecha grandes crecidas en el río Loa producto del invierno altiplánico, pero sin alterar las carácterísticas naturales de sus aguas. Antecedentes similares entregan los lugareños del sector de Quillagüa (Camus y Hajek, 1998). La hipótesis del origen natural de la contaminación (Arroyo et al. 1999), esta basada en que uno de los afluentes superficiales del río Loa, el río Salado, que tiene un origen geotermal, es la principal causa del problema debido a que sus aguas presentan altas concentraciones de metales pesados y también sería la fuente de la materia orgánica que provocaría la eutrofización del sistema. Además, señala que debido a los nutrientes presentes en el río Loa se produciría un aumento de la productividad primaria del río, la que posteriormente sustentaría la producción secundaria saturando el sistema de materia orgánica natural y nutrientes, lo que causaría el rápido agotamiento del oxígeno disponible para la biota acuática del río en los eventos de crecida. Por otro lado, la hipótesis de la contaminación de origen humano, se basa a que en el evento ocurrido en marzo de 1997, revelaron la presencia de compuestos orgánicos xenobióticos (sustancias de síntesis producidas artificialmente), y el aumento considerable en las concentraciones de algunos metales pesados que fueron detectadas en el curso del río Loa, aguas abajo de Calama. Estas sustancias xenobióticas corresponden a xantatos y detergentes, cuyas concentraciones más altas se encontraron en muestras de agua provenientes de los Tranques Santa Fe y Sloman. El origen de los detergentes puede ser la actividad humana doméstica e industrial (minería metálica y no-metálica), en cambio el origen del xantato sólo puede ser adjudicado a la actividad metalúrgica industrial, específicamente a la minería del cobre y del molibdeno. Sin embargo, a pesar de estas evidencias, no se ha detectado la fuente de contaminación superficial, sugiriendose que contaminación es de tipo difusa y sub-superficial, al respecto el río Loa a lo largo de su recorrido recibe importantes aportes de origen subterráneo, los que podrían de alguna manera estar captando y arrastrando estos contaminantes desde sus lugares originales de depósito.
“Dada a la importancia de este ecosistema del río Loa, a la gran variedad de actividades agropecuarias e industriales que se desarrollan en su cuenca y a los episodios de contaminación de las aguas del río Loa que ponen en riesgo la sustentabilidad ambiental de este ecosistema, se propuso como objetivos de este estudio, determinar el origen de la contaminación del río Loa ocurridos en 1997 y 2000, y determinar las variaciones espaciales y temporales de dicha contaminación.
“Materiales y métodos
“Para llevar a cabo el estudio , se establecieron estaciones de muestreos en diferentes sectores del río Loa y sus afluentes principales tomando en consideración las diferentes actividades que se desarrollan en su cuenca. Los muestreos fueron estacionales (verano, invierno y primavera). En la figura 1, se indican las estaciones de muestreo en la cuenca del río Loa. En cada estación se midieron los siguientes parámetros físico-químicos: pH, oxígeno disuelto, conductividad, sólidos suspendidos, sólidos sedimentables, sólidos volátiles, aceites y grasas, hidrocarburos, SAAM, DBO, DQO, COD, Na, K, Mg, Ca, bicarbonato, carbonato, cloruros, N-Nitrito; N-Nitrato; N-Amoníaco; N-orgánico; N-total; Sulfuro; Cianuro, Tanino + Lignina; C. Fenólicos; CAC; Fosfonatos, SAP, SAT, SCT, Li Be, Sr, Ba, B, Si total y Si reactivo, Cr (VI): Cr total, Mn, Fe, Co, Ni, Cu, Zn, Mo Cd, Pb, Hg Al, As, Se, Sb, Bi. La toma de muestras y los procedimientos analíticos se realizaron de acuerdo a las normas propuestas por la EPA (Environmental Protection Agency) y Standard Methods for the Examination of Water and Wastewater, APHA, AWWS, WPCF, 1985, 1992, para cada uno de los parámetros analizados. Los análisis fueron realizados en los siguientes laboratorios: Laboratorio Aqua Calidad del Agua Ltda., Santiago; MR Laboratorios Ltda. (MR-LAB), Servicios Químicos Generales, Santiago; Laboratorio de Toxicología Ambiental perteneciente al Depto. de Laboratorios y Estación Cuarentenaria del Servicio Agrícola y Ganadero, Lo Aguirre-Santiago; Laboratorio de Química Inorgánica, Bio-Inorgánica y Analítica Ambiental del Depto. de Química de la Facultad de Ciencias Básicas de la Universidad de Antofagasta, Antofagasta.
“RLL: Río Loa en Lasana, antes de la junta de los ríos Loa y Salado. Este punto sirve de control con respecto a la influencia que ejerce el río Salado aguas abajo.;RS: Río Salado, antes de la junta con el río Loa.;RLS: Río Loa después de la junta con el río Salado;Estos 3 puntos RLL, RS y RLS dentro de este diseño experimental, sirven como controles con respecto a la influencia del impacto industrial, que de existir debería reflejarse sobre las estaciones de monitoreo ubicadas aguas abajo de estos puntos.;VRL: Vertientes subterráneas que desembocan en el Río Loa frente al Tranque de Relaves de Talabre.;TT: Tranque de Talabre, relaves de CODELCO-Chuquicamata.;TIN 1: Tanque Salar El Indio, vertidos históricos y actuales de CODELCO-Chuquicamata. Muestras tomadas en laguna que se forma con canal que proviene desde Chuquicamata, probablemente con aguas servidas;TIN 2: Tranque Salar El Indio. Muestras tomadas en lagunas ubicadas en el sector poniente del Salar, donde se encuentran vertidos históricos de CODELCO-Chuquicamata;RLYA: Río Loa en sector de Yalquincha arriba;RLYB: Río Loa en sector de Yalquincha abajo, frente a la Planta de Tratamiento de Agua Potable de ESSAN, Cerro Topater – Calama;RSSI: Inicio del Río San Salvador, antes de la junta con la Quebrada de Quetena;ASQQ: Aguas Servidas de la Quebrada de Quetena, Calama, al llegar al río San Salvador;RSSC: Río San Salvador en el sector de Coya Sur, antes de la junta con el río Loa.;RLC: Río Loa en Coya Sur, antes de la junta con el río San Salvador;RLBME: Río Loa en el Balneario de María Elena;RLTS: Río Loa en el Tranque Sloman.;LQ: Río Loa en Quillagüa.Cuenca del Río Loa y estaciones de monitoreo
“Resultados
“Las concentraciones de los agentes químicos determinados en el período (dic. 1998-dic. 1999) mostraron un incremento en las estaciones ubicadas en el curso inferior respecto a las estaciones del sector medio y alto del río Loa. Este patrón fue observado en el caso del arsénico, molibdeno y estroncio (Fig. 3,4,5,7). El arsénico y el estroncio presentan incrementos importantes a partir de la estación RLS. Para el caso del arsénico y el molibdeno, las concentraciones determinadas se estuvieron sobre las normas para prácticamente todas las estaciones de monitoreo, salvo en dos oportunidades para el molibdeno. El caso del hierro y mercurio es interesante, ya que estos metales en el período Diciembre 1998 – Diciembre 1999 se encontraron en concentraciones relativamente bajas, sin embargo en el monitoreo de Febrero 2000 sus concentraciones se elevaron considerablemente (Fig. 2, 6) ). En esta última oportunidad, el manganeso aparece muy elevado en el sector de Quillagüa (RLQ), sobrepasando ampliamente las normas. El hierro (Fig. 6) aparece elevado en el río Loa (RLC), no así por el San Salvador, alcanzando la concentración más altas en
“Quillagüa (RLQ) donde sobrepasa la normativa para bebida de animales, sin embargo esta última no alcanza los niveles registradas en Marzo de 1997, donde llegó a 1,62 ppm. El cobre estuvo sobre la norma de riego en todas las estaciones de monitoreo,. El caso del mercurio es particularmente especial, ya que en todos los monitoreos realizados con anterioridad a Febrero del
“2000 había presentado valores muy bajos y con una cierta homogeneidad espacial y temporal, sin embargo en el monitoreo de Febrero de 2000 presentó concentraciones que sobrepasan cientos de veces las normas (1 ppb), llegando a valores extremos en Quillagüa (RLQ) donde se registraron 430 ppb. Por otro lado, los metales y metaloides detectados con niveles altos en el período diciembre 1998 – diciembre 1999 estroncio, molibdeno, arsénico también se encontraron en esta última oportunidad en concentraciones altas respecto a las normas y valores de referencia en todas las estaciones de monitoreo.
“Los resultados detectó la presencia de xantatos en el río San Salvador (RSSC) y en el río Loa (RLC) en concentraciones de 0,61 ppm y 0,52 ppm respectivamente, para después no ser detectado en las estaciones siguientes (RLBME y RLQ), sin embargo se detectó isopropanol en
“Quillagüa (RLQ) en una concentración de 0,8 ppm (Fig. 10). Este compuesto (Isopropanol) también se detectó en el Tranque de Relaves de Talabre (TT) y en el Tranque de Relaves de El Indio (TIN 2). Los fosfonatos se detectaron en todas las estaciones de monitoreo en donde se analizó dicho contaminante y en concentraciones altas, excepto para RSSC en donde se detectó 0,8 ppm, en las otras estaciones las concentraciones de este contaminante fueron altas, alcanzando el máximo en Quillagüa con 29,1 ppm.
“Con respecto a los surfactantes xenobióticos (SAP, SAT), en febrero del 2000 se detectó su presencia en todas las estaciones de monitoreo (Fig. 8,9) . Con respecto a los Surfactantes Activos al Azul de Metileno (SAAM), en el monitoreo realizado en diciembre de 1998 al efluente de las aguas servidas de Calama en el punto en donde se encuentra con el río San Salvador (ASQQ), se detectó su presencia en concentraciones altas que superaban la normativa de bebida para animales, sin embargo en el monitoreo de febrero de 2000 sólo se detectó en Quillagüa (RLQ) y en concentraciones que no excedían la normativa (Fig. 11) .
“La fuerza iónica del agua revelada por el parámetro Conductividad Eléctrica (C.E.) y que está determinada fundamentalmente por la composición mayor del cuerpo de agua, presenta un incremento sistemático entre las estaciones de monitoreo RLL y RLYA (Fig. 5), manteniéndose relativamente constante hasta la estación RLYB, para después presentar un brusco incremento en la estación RLQ. Este padrón es recurrente entre diciembre de 1998 y diciembre de 1999
“Discusión y conclusiones
“La conductividad eléctrica (C.E.), muestra un patrón que no es característico para la composición en agua de ríos, el cual debería presentar un comportamiento conservativo. Lo cual sugiere que estas alteraciones son provocadas por fuentes de suministro que hacen que la composición mayor aparezca como no conservativa. Dichas fuentes podrían ser atribuidas a la influencia de los ríos Salado (RS) y San Salvador (RSSI), sin embargo para el caso del río Salado se puede ver claramente que la C.E. continúa incrementándose después del ingreso de este afluente al río Loa, situación que es parecida para el caso del río San Salvador.
“En cuanto a algunos de los metales pesados y metaloides monitoreados entre diciembre 98 – diciembre 99, específicamente para el caso del molibdeno y estroncio, los cuales forman parte de la composición menor y traza del cuerpo de agua, se observa un incremento en las estaciones del trecio terminal del río. En el monitoreo de febrero del 2000, el arsénico y el estroncio presentan incrementos importantes a partir de la estación RLS, lo que puede ser atribuido a la influencia del río Salado, pero en RLYA y RLYB se pueden observar nuevos incrementos en la concentración de éstos, para después disminuir en RLQ para el caso del arsénico y aumentar en RLQ en para el caso del estroncio. Este aumento en los niveles podría ser un indicador de que otro afluente estaría ejerciendo su influencia sobre el río Loa, sin embargo entre las estaciones de monitoreo RLS y RLYB no existe ningún afluente superficial, por lo que sólo está la posibilidad que un afluente sub-superficial con una composición química diferente estaría alimentando al río Loa entre estas estaciones de monitoreo. Efectivamente, algunos kilómetros aguas abajo de RLS existen unas vertientes de origen subterráneo que desembocan en la ribera occidental del río Loa en un punto paralelo al Tranque de Relaves de Talabre de CODELCO-Chuquicamata, las cuales presentan un caudal de importancia y niveles de Conductividad Eléctrica superiores a los niveles que tiene el río Loa. Al respecto Niemayer, 1967 (En CORFO-U.de Chile, 1973), señala que el deterioro que presenta el río loa se debe a las recuperaciones que recibe el río en su recorrido, indicando que éstas recuperaciones corresponden a vertientes, casi siempre termales y/o de origen volcánico o a filtraciones no localizadas a través de estratos permeables al nivel del lecho actual. Continua señalando que la más intensa y peligrosa contaminación de las aguas del Loa se encuentra entre la desembocadura del río Salado y Angostura, y entre Escorial y Terraza Municipal, donde los índices estudiados (C.E., Cloruros, Sodio, Boro y Arsénico) alcanzan cifras extremas. Además, señala que el efecto del Río Salado no es de vital importancia en la contaminación frente a la contaminación que ocurre aguas abajo, indicando que en el sector de Calama se originan grandes contaminaciones que se estima provienen de los aportes subterráneos.
“Las concentraciones de arsénico y molibdeno se encuentran sobre las normas para prácticamente todas las estaciones de monitoreo, salvo en dos oportunidades para el molibdeno (INN-Chile, 1987). Para el estroncio no existen normativas oficiales en Chile y no se encontró normativas de referencia internacionales, pero pueden considerarse valores de referencia con los cuales se puede comparar las concentraciones encontradas. Al respecto, se encontró en una publicación española referencias que señalan concentraciones para estroncio en agua de río del orden de 2,3 y 3,0 mg/l (MOPT-Ciemat-UNESA), por lo que de acuerdo a estas referencias los niveles encontrados estarían altos. También es importante señalar que una proporción de las concentraciones totales de estroncio medidas en este estudio podría presentarse en su forma radiactiva, por lo que debería profundizarse en el estudio de este parámetro.
“Con respecto al origen de los metales y metaloides que se detectaron en niveles elevados en todo el período de estudio Marzo 1997 – Febrero 2000. Al respecto, CORFO-U. de Chile (1973) señala que el río Loa presenta un deterioro progresivo de su calidad química, a lo largo de su recorrido, señalando que éste, estaría asociado directamente a la calidad de los aportes subterráneos y superficiales y no a la naturaleza de los materiales del lecho del río. Este supuesto nos lleva a considerar, como ya se señaló anteriormente, la importancia de los aportes subterráneos, los cuales debido a las características hidrogeoquímicas de la zona podrían encontrarse enriquecidos naturalmente cons metales y metaloides detectados. Sin embargo estos aportes subterráneos también se deberían a fuentes provenientes de sitios de depósitos de desechos presentes en la cuenca del río Loa. Bedient et al. (1994), realizó una estudio de las principales fuentes de contaminación de las aguas subterráneas, y en la cual incluye a la percolación sub-superficial proveniente de sumideros de aguas usadas (tranques de relaves) dentro de la Categoría I (Fuentes diseñadas para la descarga de substancias), asimismo incluye a los confinamientos de superficie y las Acolas (relaves) de desechos dentro de la Categoría II (Fuentes diseñadas para almacenar, tratar y/o disponer substancias), y al drenaje de las mineras dentro de la Categoría IV (Fuentes descargando como consecuencia de otras actividades planeadas). Con respecto a los contaminantes que serían susceptibles de ser transportados desde estas fuentes hacia las aguas subterráneas, el mismo autor señala a compuestos orgánicos e inorgánicos. Dentro de los inorgánicos señala a metales como el aluminio, arsénico, bario, berilio, boro, cadmio, cromo, cobalto, cobre, hierro, plomo, litio, manganeso, mercurio, molibdeno, níquel, selenio, estroncio y zinc, entre otros. Estos metales y metaloides se encuentran presentes en las matrices de los minerales que son tratados por la industria minera, y son susceptibles de encontrarse en elevadas concentraciones en los residuos sólidos y líquidos que estas industrias depositan en los tranques de relaves (escorias y aguas de relaves). Estas concentraciones dependerán de la proporción en que estos metales se encuentren en las matrices minerales explotadas.
“Las substancias surfactantes xenobióticas (SAP, SAT) son de amplia utilización en la industria minera ya sea como espumantes, dispersantes, floculantes o aglomerantes, y como se señaló anteriormente fueron encontradas en altas concentraciones en todas las estaciones de monitoreo de Febrero 2000, por lo existiría una relación entre estos agentes químicos y la presencia de espuma, que fue observada, en general, en todas las estaciones de monitoreo. Con respecto a los surfactantes SAAM, éstos son principalmente componentes de los detergentes de uso doméstico, lo que concuerda con los resultados que arrojan las mediciones realizadas en el efluente de aguas servidas de la ciudad de Calama, en que se encontraron niveles altos de estas substancias. Sin embargo, a la luz de los resultados obtenidos en el monitoreo de Febrero de 2000 para este contaminante, el impacto que produciría esta fuente no sería significativo, ya que aguas abajo de ella en las estaciones RSSC, RLC y RLBME no fue posible detectarlo, apareciendo posteriormente en RLQ pero en concentraciones muy por debajo de la norma, lo que indicaría que la capacidad de dilución de los cuerpos de agua involucrados sería suficiente como para mantener este contaminante en concentraciones bajas. En relación a la coloración que adquiere el agua durante los episodios de contaminación se debería en parte a los xantatos que se fijan a la celulosa de los vegetales (fitoplancton, macroalgas, herbáceos, etc.) (Xu Y et al, 1988), produciendo la descomposición de la clorofila en pheo-pigmentos, los cuales también constituirían un factor responsable de la coloración característica del agua contaminada.
“Desde el punto de vista ecotoxicológico en general, se puede decir que los metales presentan algún grado de toxicidad, sin embargo queda por determinar cual es la concentración biodisponible, al respecto los metales disueltos en el medio acuoso son fácilmente absorbidos por la biota acuática, es decir tienen una alta biodisponibilidad en este medio (Vega, 1985), por lo que su ingreso en las cadenas tróficas resulta en una bioacumulación de estos contaminantes y una biomagnificación en los componentes superiores de las tramas alimentarias, pudiendo posteriormente monitorear su presencia en los tejidos biológicos de los organismos vivos expuestos a la contaminación.
“A partir de los datos obtenidos en este estudio, se concluye que la cuenca del río Loa se encuentra antropogénica y significativamente intervenida por una serie de actividades industriales que la utiliza de diversa forma. De acuerdo a las sustancias contaminantes orgánicas xenobióticas encontradas en distintos puntos del curso del río Loa y a sus concentraciones, se puede concluir que el fenómeno obedece a una contaminación de origen antropogénico. La cual en su manifestación visual y organoléptica es gatillada por un fenómeno natural como lo es la crecida del río originada por las lluvias estivales del AInvierno Altiplánico. El deterioro progresivo del río desde su parte superior hacia aguas abajo es constante a lo largo del año, es decir no existen diferencias entre las crecidas y los periodos normales salvo en la magnitud de las concentraciones de los contaminantes inorgánicos, los que se elevan significativamente en los períodos de crecida. Si bien el río Salado provoca una alteración en la composición química del río Loa, este no es la causa de la contaminación, ya que aguas más abajo de la junta de estos dos cuerpos de agua existen aportes subterráneos que hacen que la contaminación se manifieste claramente, alterando nuevamente la composición química del río Loa de manera significativa. La estación de monitoreo RLQ, que representa a la localidad de Quillagüa, es la que presenta la peor calidad química tanto en períodos normales como en períodos de crecida, por lo que las aguas del río Loa en esa localidad no debieran utilizarse ni para bebida de animales ni para riego, pues se alejan demasiado de las normativas existentes para estos fines.
“Noalamina.org
“Raúl Molina Otárola, geógrafo del Observatorio de Derechos de los Pueblos Indígenas
“25 de noviembre de 2009”.
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