Vale la pena, cuando los problemas son cíclicos a la vez que romper esos ciclos podría ser una tarea de éxito si se intentara, hasta qué punto los gobiernos han olvidado la importancia de la vitivinicultura. Esta consideración, que pareciera mañosa e incomprobable, no sólo se verifica en los hechos sino también que hace presuponer que los funcionarios entienden que todo anda con piloto automático.
Muy por el contrario, aquello que puso a Mendoza entre las tres o cuatro principales economías argentinas debe cuidarse por mil motivos. Detrás de todos los emprendimientos hay historias de familias que aquilataron la propia existencia en asocio al sostenimiento del mercado provincial, en el tránsito al nacional e internacional. La economía en su mejor versión, como creadora de cultura.
Desde ese lugar debemos arrancar cuando volvemos a mirar las prácticas del sector. Lo que no debiera cambiar ni fragilizarse, son las políticas que deben acompañar la tarea de quienes comprende y vivencian el negocio. Así ha de ser el camino de ida y vuelta que algunos se empeñan en trastocar. A menos que ya no quieran que se trate de una de las principales actividades de nuestra economía.
“El descontrolado mundo de las uvas y el vino: donde nada tiene lógica
“Con insumos cuyos aumentos en dólares están muy por encima de los índices de inflación interanual , aumento del producto en góndola de más del 110 % , y con valores al día de hoy cuyo equivalente en precio de la uva no alcanzaría para el productor a cubrir los costos de producción. Un año más y van ….
“Hace varios años venimos reclamando el descontrol en la distribución de la renta al interior de la cadena vitivinícola (algo que también se da en otras cadenas agroalimentarias del país), la que parece un imán de atraer distorsiones que jamás resultan un beneficio para el sector productivo .
“Por eso, justamente, por eso es que se están abandonando sistemáticamente cultivos y se promueve incluso el cambio de actividad. El abuso normalizado en las relaciones comerciales y el descontrol en las cadenas comerciales hace imprevisible cualquier tipo de perspectiva seria de crecimiento para el sector productivo.
“Herramientas antiquísimas que han probado reiteradamente la inutilidad, se toman como útiles paliativos de lo “peor que podría ser” y así se consolidan negocios como el del mosto, quienes tienen cautivos proveedores obligados a diversificar en su favor al precio que ellos deciden pagar, o sea ellos, el mercado.
“En fin, sabemos también que la merma respecto al año pasado debido a factores climáticos, falta de agua y de recursos, tampoco será suficiente motivo para que la recomposición de los precios devuelvan la dignidad pérdida al sector, el que sigue sometido a los mismos avatares de hace un tiempo.
“Hemos resaltado precios mínimos sugeridos para que el productor sepa a qué valores vender, y que si lo hace por debajo estará otra vez más perdiendo dinero y por lo tanto descapitalizándose. Algo que sucede ante la vista de todos mientras perdiéndose hectáreas, mano de obra, trabajo digno, parece ser algo aceptado como parte de la normalidad. Triste final tendrán las economías regionales si esto continúa.
“Revistaareatres.com.ar
“Gabriela Lizana, referente de APROEM y directora de BICE Fideicomisos
“14 de enero de 2022”.