Los hechos denunciados en la carta que vas a leer líneas abajo son de una gravedad que, todos juntos y en torno al mismo caso, te da una perspectiva temeraria del accionar del Estado provincial. Te recuerdo que gobierna Suarez y de sus decisiones políticas dependen la OSEP, la Defensoría de Personas con Discapacidad y hasta la Suprema Corte de Justicia (¡minga a la división de poderes!).
Molesta profundamente enterarse que pasan estas cosas en una Mendoza feudalizada por el macriradicalismo neoliberal. Ellos, tan apegados a los colores pastel y a oficinas públicas como las de la actual Casa de Gobierno, que se parece más a una corporación trasnacional que al edificio desde el que se imparten las medidas de gestión. Molesta esa cosa clasista que, lejos de ocultar, evidencian con desdén.
Por ello dejame que celebre la existencia de la organización no gubernamental Madres y Padres Autoconvocados de Niñ@s, Jóvenes y Adult@s con Discapacidad, que desde hace años lleva adelante una tarea pormenorizada a favor de los derechos tantas veces vulnerados. A la mujer de referencia y a sus hijos, vaya desde aquí mi abrazo caluroso, en el deseo que esta situación cambie radicalmente.