Este caso, que conmovió al país por la cantidad de personas que perdieron la vida, puso sobre el tapete cómo funciona un negocio multimillonario que crece a la sombra de la ilegalidad. A estas alturas parece que esa es una de las bases del narcotráfico, por lo que hay muchos interesados en que nada cambie. Legalizar el consumo de sustancias haría que muchos perdieran su quintita y dejaran de hacerse su agosto.
Para que algo así funcione, de mínima debe contar con cobertura policial y judicial, además de tener padrinos en los poderes legislativo y ejecutivo. Aquí no importan los niveles, ya que esto se replica en los órdenes municipal, provincial y nacional. No es nuevo para nada, es más viejo que el hilo negro. De aquí devienen una serie de negociados satélites que ponen en dudas hasta el propio sistema.
Porque si casi todos los partidos y frentes electorales suelen decir que lucharán contra el narcotráfico y éste, lejos de desaparecer crece robusteciéndose, podemos confirmar que las palabras no corren el paralelo a las acciones. Cuando cualquier negocio, además, no paga impuestos ni tributa en ninguna de las oficinas del Estado, hay una tentación más para los miserables que viven a la sombra de este delito.
“#Narcotráfico y corrupción
“La mitad de la banda del presunto dueño de la cocaína adulterada está conformada por policías
“La participación de los oficiales, la mayoría bonaerenses y uno, de la Federal, cobraban millonarias coimas semanales, permitía a la organización de “Alicho” controlar el mercado.
“La sola mención de su nombre en el ambiente narco de Loma Hermosa, en Tres de Febrero, y en San Martín provoca miedo entre los propios integrantes de su banda y en sus competidores. Saben que “Alicho” les manda los sicarios comandados por su jefe de seguridad, conocido como “El Gordo Blas” o a un grupo de policías bonaerenses que forman parte de su organización.
“Según revela un informe publicado por La Nación, actualmente, “Alicho”, el alias con el que se conoce a Max Alí Alegre, sigue manejando a su banda desde la cárcel. Afuera, cuenta con la complicidad de al menos cinco policías bonaerenses y federales y de su lugarteniente, Lucas H., alias “Maluma”.
“A pesar de que se encarga del tráfico de drogas en la zona de las encadenadas de San Martín y Loma Hermosa, “Maluma” no vive en la zona. A éste se le destacan su parecido con el cantante, alquila un departamento en la avenida del Libertador, en Belgrano y se mueve en automóviles de alta gama.
“Al revisar la estructura de la organización criminal dedicada al tráfico de estupefacientes se advierte que “Alicho” sería el verdadero dueño del alijo de cocaína adulterada que se vendió en búnkeres de Puerta 8, la villa 18, villa El Gaucho y barrio Lanzone, que habría provocado las muertes de 24 personas que consumieron la droga envenenada.
“Según consta en tres causas judiciales, “Alicho” está por encima de Joaquín Aquino, más conocido como “El Paisa”, en la estructura de la banda. Aquino fue detenido con su pareja al día siguiente de que ocurriera la primera de las 24 muertes por el consumo de la cocaína mezclada con carfentanilo, un poderoso opioide 10.000 veces más poderoso que la morfina, usado para sedar elefantes.
“Antecedentes
“La vinculación entre “Alicho” y “El Paisa” está probada en dos expedientes que se instruyeron en la Justicia federal de San Martín. Por uno de esos sumarios, “Alicho” fue condenado por tráfico de drogas.
“Aquino fue señalado como uno de los punteros que se dedicaba al comercio de estupefacientes en la villa Loyola y como integrante de una “organización que era liderada por Max Alí Alegre. El mencionado Aquino, también llamado ‘el Boxi de Spegazzini’ o ‘Paisa’ formaba parte del grupo que contaba con armas largas y de grueso calibre, y cuyos integrantes se movilizaban en una camioneta VW Amarok y en una Hilux”, consta en una de las causas judiciales.
“Hasta el momento, “Alicho” no fue acusado por los 24 homicidios. Tanto él como los otros siete detenidos fueron imputados por tenencia de droga para su comercialización y tenencia ilegal de armas de guerra.
“En caso de que los peritajes determinen que la droga secuestrada en su poder y de sus cómplices tenga la misma sustancia tóxica utilizada para cortar la cocaína, la Justicia federal podría agravar la imputación a homicidio simple por dolo eventual, un delito con expectativa de condena que va de 8 a 25 años de prisión.
“Vínculos policiales
“Para la Justicia, “El Paisa” y “Alicho” no podrían haber desarrollado la actividad del narcotráfico sin contar con protección policial. Según fuentes de la investigación, en el organigrama de la banda de “Alicho” figuran, al menos cinco policías. Debido a que todavía la Justicia no los acusó formalmente en el expediente, las identidades se mantendrán en reserva.
“En la actualidad, un policía conocido como “Tierno” se encargaba de retirar el dinero de los puestos de venta en Puerta 8, Lanzone, El Gaucho y la 18. En su perfil de Facebook, este policía se muestra en el green de un campo de golf.
“Fuentes de la investigación indicaron que hasta que se desencadenó la crisis de las intoxicaciones con la cocaína adulterada, el “Tierno” concurría personalmente a retirar el dinero en los cuatro puestos de venta de droga. Pero después de las 24 muertes, pidió que le llevaran los sobres con billetes a una estación de servicio.
“Este policía se encargaba de juntar el dinero de la coima para la Jefatura Departamental, el Comando de Patrullas y la División Narcotráfico de la zona. Pero el aporte de la banda narco no se quedaba en las tres dependencias mencionadas. Otro policía, identificado como Mauro C. que se desempeña en la seccional con jurisdicción en la zona, pasaba a cobrar dos millones de pesos semanales. Las coimas no se terminan en la policía bonaerense. Un efectivo de la Policía Federal conocido como Fabricio R. alias “Rolo”, junta el dinero destinado a algunos comisarios de esa fuerza de seguridad.
“Fabricio R. es primo de otro uniformado, conocido como “El Tano Carlos”, que trabaja para “Alicho” hace tres años y que fue pasado a disponibilidad de la policía bonaerense después de la condena contra el jefe de la banda, en mayo de 2020. Quienes conocen al “Tierno”, lo describen como un policía millonario. Al igual que a un sexto efectivo de la fuerza de seguridad provincial conocido como el “Papa”, que trabajaba en la Brigada de Investigaciones de San Martín y, como recaudador de la banda de “Alicho”, invirtió el dinero en la compra de tres gomerías.
“Antes de ser detenido, el “Papa”, recaudaba $ 12.000.000 por semana, que entregaba en partes iguales en las tres principales dependencias policiales de San Martín. El “Papa” se quedaba con parte del dinero antes de repartirlo.
“Elliberal.com.ar
“13 de febrero de 2022”.