Noticias que nos llegan desde Toronto, Canadá
“Semanita cargada”, suele decir una colega cada vez que tratamos de hacer un repaso de lo impactante para un resumen radial. Es que hay veces en que la realidad nos obliga a seleccionar sólo aquello que quepa en el espacio destinado, o “lo correspondiente,” como solían anunciar en una radio local.
Esta semana pudimos conocer el presupuesto electoral del gobierno de Ontario para 2022, un rediseño de anuncios anteriores, que promete gastar $198 mil millones para “construir Ontario,” a medida que la provincia emerge de una pandemia de dos años y lucha contra una crisis de asequibilidad.
La construcción de Ontario debe incluir la infraestructura social crítica, que permita a sus habitantes trabajar, crecer y prosperar. Las organizaciones sociales son el tejido de las comunidades y, por lo tanto, deberían proporcionar sus conexiones y conocimiento sobre el terreno para llevar adelante este objetivo.
A propósito de las palabras
Me siento más proclive a reflexionar -no siempre con mejores resultados- sobre las palabras. Esta semana se inauguró en la ciudad de Buenos Aires la Feria Internacional del Libro. Mientras escuchaba el discurso del escritor Guillermo Saccomanno, además de la emoción de escuchar a quien vengo siguiendo desde hace mas de 40 años, le oí mencionar la relación que hay entre el poder real y el trabajo de los artesanos de la palabra y la función e impacto que tiene en la vida cotidiana. Un discurso provocativo y flamígero que habrá incomodado a muchos e incendiado ánimos.
En un punto afirmó: “Son varias las generaciones que, en el presente, desde la diversidad y la disidencia, están generando escrituras cuestionadoras”, y añadió que “a pesar de las dificultades colectivas y personales de toda índole, persisten en la escritura y creen que, si bien la escritura no puede transformar el mundo, puede hacerlo un poco mejor. Saccomanno citó a John Berger -‘escribo porque sufro, con la esperanza entre los dientes’- para cerrar su discurso: “No cambiaría este oficio por nada”. (1)
En esta edición de Línea Uno y a propósito del Día Internacional del Libro que se celebró el 23 de abril, la editora propuso que juntáramos esfuerzos para reflexionar sobre la escritura. Decidí reflotar un texto que había preparado para una conmemoración local, el que fue rechazado por no estar dentro de los parámetros establecidos. Escribí otro con pluma más ligera y guardé el original para un ámbito propicio. Queda a consideración en la nota que se puede leer aquí, junto a los comentarios de Sandra Farias y Luis Carrillos.
Además de su contribución a la reflexión, Luis refleja en sus Viñetas otro aspecto de la semana, el tibio sol empieza a acompañarle en algunas de sus caminatas. En la nota que se puede leer aquí, uno empieza a disfrutar lo que nos ha sido negado en esta parte del mundo, por la distancia del sol y lo torcida que está la Tierra.
Otro de los temas de la semana fue la decisión de un juez norteamericano de cancelar la obligatoriedad del uso de mascarillas en los vuelos dentro de Estados Unidos. Edna Amador nos lo cuenta en detalle en la nota que se puede leer aquí. Al terminar su lectura nos queda la sensación de lo difícil que será intentar retomar actividades que nos parecían normales después de esta pandemia cada vez más ignorada, pero que vino para quedarse y que aún no podemos asegurar cómo y cuándo termina.
La red social del pajarito
Los martes tengo una columna radial que me propuso un colega para su programa en una radio de Mendoza, en Argentina. Marcelo Sapunar tiene además un sitio web en el que he venido escribiendo por más de un año.
Sapunar dice que soy un curioso. En este segmento de su programa me dio pie para hablar acerca del cambio en la propiedad de Twitter. Es que se trata de palabras, pocas, sólo 280 caracteres, pero tiene una tremenda influencia. Y entonces me puse a curiosear: Twitter es una red social muy pequeña. De acuerdo con informes tomados de la prensa internacional, tiene 229 millones de usuarios activos, según el último informe de resultados de la empresa. Esto representa el 2,8% de la población mundial. Un tercio de ellos están en Estados Unidos. Las cuentas de usuarios interesantes son muchas menos. Sin embargo, es la herramienta social digital preferida de periodistas, políticos, instituciones, artistas y académicos. Es decir, todos los que creen que merecen ser escuchados. Tengo una cuenta allí a instancias de una colega, pero que uso muy poco para decir y más para escuchar lo que otros dicen.
Recordemos que un ex presidente usaba discrecionalmente este medio para opinar sobre lo divino y lo profano, ponía y sacaba miembros de su gabinete y exponía su posverdad con tono pontificio. De allí que fuera censurado y esta es la piedra de toque por la cual, desde esta semana, ese foro es propiedad de una sola persona, el empresario Elon Musk, que se lo ha comprado por 43 mil millones de dólares, porque dice estar frustrado por las reglas que tratan de moderar el contenido tóxico en la red social. Se lo puede permitir: es el hombre más rico del mundo con una fortuna estimada en 264 mil millones de dólares.
Según supe, Elon Musk se declara “absolutista de la libertad de expresión”, lo que es una traducción literal de sus palabras en inglés, “a free speech absolutist”. Creo que se refiere a que cree en la libertad de expresión absoluta, no a lo que entendemos cuando alguien se proclama absolutista. Quiere “desatar el potencial” de Twitter, afirma. Tiene mucha razón cuando dice que la plataforma es la plaza pública -town hall square- de facto del mundo.
Es de hecho Twitter el ámbito donde, dada la calidad y cantidad de participantes se moldea lo que se está pensando y, por tanto, se está transformando al mundo a partir de allí. Elon Musk está preocupado por los mecanismos de selección de mensajes, para proteger de los abusos y de los discursos de odio. Afirma que todo debe ser dicho. Hay quienes se preguntan si invertir esa masa de dinero no hubiera sido más productiva si el creaba su propia red. Otros creen que con Twitter se está apropiando de ese saber.
Alguien me dijo que Iron Man, el super héroe del Universo Marvel está basado en la figura del hombre más rico del planeta, no sólo por sus millones. Su incursión en el espacio –es el propietario de la empresa que hace los vuelos al transbordador espacial contratado por la NASA-. Además, tiene una licenciatura en física y muchas de sus inversiones están realizadas sobre sus propias proyecciones financieras y científicas.
El interrogante final es si una cosa pública, como el debate de ideas, debe ser tutelado. Si arribamos al acuerdo de que sí debe serlo, porque somos débiles, porque no somos capaces de ejercitar el espíritu crítico o porque nos vamos a pelear mucho, todas estas o ninguna, la pregunta siguiente es si debe ser el Estado o el que tiene la billetera más grande el que tome la responsabilidad.
Lo que sabemos es que estaremos la próxima semana junto a usted, como siempre, invitándole a enviarnos su punto de vista, a dar su opinión sobre algún tema expuesto aquí que le ha dejado con el ánimo de exponer sus ideas. No pretendemos hacer competencia con Elon Musk, nunca se sentiría tentado por nuestro trabajo. De lo que estoy convencido es que la suma de nuestras palabras construye el idioma con el que nos entendemos, aunque no estemos de acuerdo.
Columnista invitado
Rodrigo Briones
Nació en Córdoba, Argentina en 1955 y empezó a rondar el periodismo a los quince años. Estudió Psicopedagogía y Psicología Social en los ’80. Hace 35 años dejó esa carrera para dedicarse de lleno a la producción de radio. Como locutor, productor y guionista recorrió diversas radios de la Argentina y Canadá. Sus producciones ganaron docenas de premios nacionales. Fue panelista en congresos y simposios de radio. A mediados de los ’90 realizó un postgrado de la Radio y Televisión de España. Ya en el 2000 enseñó radio y producción en escuelas de periodismo de América Central. Se radicó en Canadá hace veinte años. Allí fue uno de los fundadores de CHHA 1610 AM Radio Voces Latinas en el 2003, siendo su director por más de seis años. Desde hace diez años trabaja acompañando a las personas mayores a mejorar su calidad de vida. Como facilitador de talleres, locutor y animador sociocultural desarrolló un programa comunitario junto a Family Service de Toronto, para proteger del abuso y el aislamiento a personas mayores de diferentes comunidades culturales y lingüísticas. En la actualidad y en su escaso tiempo libre se dedica a escribir, oficio por el cual ha sido reconocido con la publicación de varios cuentos y decenas de columnas. Es padre de dos hijos, tiene ya varios nietos y vive con su pareja por los últimos 28 años, en compañía de tres gatos hermanos.
Fuente:
(1) https://www.pagina12.com.ar/418320-guillermo-saccomanno-inauguro-la-feria-del-libro?ampOptimize=1