Noticias que nos llegan desde Toronto, Canadá
«Todos los seres humanos nacen libres e iguales, en dignidad y derechos» reza el Artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó esta Declaración en 1948 como «ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse».
Más de cuarenta años después, la Organización Mundial de la Salud retiró la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales y entonces, como fue el día 17 de mayo se instituyó que ese sería el “Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia”.
Todavía más de un tercio de todos los países penaliza las relaciones entre personas del mismo sexo. Las personas LGBTQ2S+ enfrentan prejuicios, discriminación, estigma, hostilidad y violencia. Se les niega protección jurídica, atención sanitaria esencial y derechos humanos y civiles, tales como el derecho a la autonomía corporal, al ser obligadas a sufrir tratamientos médicos o cirugías innecesarias.
Este año el tema de reflexión y acción es «Nuestros Cuerpos, Nuestras Vidas, Nuestros Derechos». Todas las personas tienen el derecho fundamental a tomar decisiones sobre el control de sus cuerpos, vidas y futuros. Sin embargo, demasiadas personas marginadas no pueden dar por sentado este derecho. No pueden alcanzar su pleno desarrollo sin ejercer su autonomía corporal, ya que es sobre este derecho sobre el que se sustentan los demás derechos humanos. (1)
En esos muchos países del mundo, las relaciones amorosas consensuales entre personas del mismo sexo se consideran delito, lo que exacerba prejuicios y expone a millones de personas a ser chantajeadas, detenidas o encarceladas. En muchos países las personas transgénero son obligadas a someterse a tratamiento médico, son esterilizadas o se les imponen unas condiciones muy duras para que se reconozca legalmente su identidad de género. Los niños intersexuales a menudo son sometidos a operaciones quirúrgicas innecesarias que acarrean un sufrimiento y un dolor físico y psicológico terrible. En muchos casos, la falta de protección jurídica adecuada, junto con las actitudes hostiles de la población, llevan a una discriminación generalizada contra las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales, que se manifiesta en el despido de trabajadores, el acoso de estudiantes y su expulsión de los centros de enseñanza y la denegación de servicios de salud esenciales. (2)
Cuando llega junio vemos una nutrida manifestación y desfile en el centro de la ciudad de Toronto con motivo de celebrar el Día del Orgullo Gay. La situación no es la misma en todo el mundo. La violencia contra la comunidad LGBTQ2S+ es un mal sostenido que atraviesa transversal y verticalmente a todas las sociedades. Es decir, afecta a todas las edades y todas las condiciones sociales. La sensación equívoca es que no es un tema a l que debiéramos prestar atención. Pero la discriminación está presente, en tanto está arraigada en una cultura sostenida por muchos años de prejuicios que se resisten a los cambios por diversos condicionantes.
Muchas de las manifestaciones de esta violencia están basadas en el deseo del perpetrador de “castigar” las identidades diversas, los comportamientos o cuerpos que difieren de las normas y roles de género tradicionales, o que son contrarias al sistema binario hombre/mujer.
Llamar la atención sobre esta realidad es un compromiso de toda la comunidad con el respeto a los derechos humanos básicos. Un ejemplo claro es el lenguaje inclusivo que está basado en la necesidad de nombrar cada cosa por su nombre dejando de lado el arcaico mandato de la Real Academia que impone el género masculino para englobar a todas las personas. De esta manera, estamos desconociendo una realidad. Ampararse en que “lo dice la Academia” es el camino de la violencia y la conculcación de los derechos de las personas. Del cómo hacerlo será el fruto de la reflexión individual y comunitaria.
Para quienes hemos cruzado gran parte de nuestra vida acostumbrados a mirar para otro lado cuando esta realidad se nos pone de frente, se nos hace difícil aceptar el cambio. En el otro extremo están las personas más jóvenes para quienes, al expresar la realidad de su ser se encuentran con barreras muy difíciles de sortear.
En el mundo que les toca vivir, contar con una realidad que los acompañe en sus desafíos se hace cada día más difícil.
La crisis económica que devino de la pandemia lleva dos años de contracción. Ahora se le suman los efectos colaterales del conflicto en Ucrania. Leo un titular del diario que expresa que “las ganancias de las empresas de energía están por las nubes. Deben compartir la riqueza”. Estos altos costos encarecen, por un efecto en cascada, todo lo necesario y hasta lo indecible la vida cotidiana.
Un testimonio en la radio de una madre que aboga por una educación integral, da cuenta del desafío de las próximas generaciones: no podrán acceder a una vivienda propia. Aun si quisieran alquilar un espacio propio, esa posibilidad cada día se hace más compleja.
La precarización del trabajo, con contratos cortos de renovación periódica, la falta de oportunidades incluso para los egresados de la Academia obliga a las personas jóvenes a trabajar “flipando hamburguesas” como único horizonte laboral.
Expongo estos ejemplos, que son lo que hoy vienen a mi mente cuando estamos de frente al acto eleccionario que nos dará un nuevo gobernador en la provincia.
En esta edición de Línea Uno comenzamos a entregar distintos elementos que permitan tomar una decisión que dé respuesta a lo que cada uno considera imperioso atender. A la guía para votar se puede acceder aquí.
Luis Carrillos da cuenta en sus Viñetas, que se pueden leer aquí, de actos cotidianos, que no son fruto de la reflexión y que terminan dañando la vida de quienes los rodean. Como siempre, siguen a su recorrida semanal en el transporte público. Y vaya si hay oportunidad de ser respetuosos de los derechos del resto de las personas que comparten ese ámbito.
La pandemia ha venido a violentar nuestra vida cotidiana, ello debiera ser una oportunidad para la reflexión, para prestar atención al cuidado personal, pero también al cuidado y respeto de los demás. En esta edición, una entrevista que hizo Sandra Farias al Dr. Jorge Filmus, que se puede acceder desde aquí, nos actualiza sobre Ómicron y la importancia de los refuerzos de vacunas, por qué y cuándo es necesario recibir dosis adicionales. Por su parte, Fernando Rouaux, en una nota que se puede leer aquí, da cuenta de los raros síntomas de la COVID y de los mitos en torno a las vacunas. Imprescindible lectura para tomar decisiones bien informadas.
Llego hasta aquí. Dejo la máquina en la que escribo para montarme en la bicicleta y disfrutar del buen clima, a veces esquivo, para retomar una costumbre que arrastro desde los once años cuando conseguí mi primera bicicleta. Ha sido un hábito que, luego de leer la nota que preparó Edna Amador que se puede acceder aquí, se hace imprescindible retomar.
Columnista invitado
Rodrigo Briones
Nació en Córdoba, Argentina en 1955 y empezó a rondar el periodismo a los quince años. Estudió Psicopedagogía y Psicología Social en los ’80. Hace 35 años dejó esa carrera para dedicarse de lleno a la producción de radio. Como locutor, productor y guionista recorrió diversas radios de la Argentina y Canadá. Sus producciones ganaron docenas de premios nacionales. Fue panelista en congresos y simposios de radio. A mediados de los ’90 realizó un postgrado de la Radio y Televisión de España. Ya en el 2000 enseñó radio y producción en escuelas de periodismo de América Central. Se radicó en Canadá hace veinte años. Allí fue uno de los fundadores de CHHA 1610 AM Radio Voces Latinas en el 2003, siendo su director por más de seis años. Desde hace diez años trabaja acompañando a las personas mayores a mejorar su calidad de vida. Como facilitador de talleres, locutor y animador sociocultural desarrolló un programa comunitario junto a Family Service de Toronto, para proteger del abuso y el aislamiento a personas mayores de diferentes comunidades culturales y lingüísticas. En la actualidad y en su escaso tiempo libre se dedica a escribir, oficio por el cual ha sido reconocido con la publicación de varios cuentos y decenas de columnas. Es padre de dos hijos, tiene ya varios nietos y vive con su pareja por los últimos 28 años, en compañía de tres gatos hermanos.
Fuentes:
(1) https://www.unfpa.org/es/events/dia-internacional-contra-la-homofobia-la-transfobia-y-la-bifobia-0
(2) https://www.unfe.org/es/about/