Los fríos mueren por casualidad, nunca sirviendo a una causa
Así se refería Evita, a quienes pasan por la vida, no sintiendo nada por el otro, que es la Patria, completaría Cristina. Buscan aparecer, pero sin esfuerzo y por sí. Es decir, para sí. Para justificar su abulia, dicen ser moderados y se esmeran en no hacer; por dejar pasar.
Y su actitud, absolutamente pasiva, suele perjudicar al resto. No brindan testimonio de nada, pero se encuadran, sin solución de continuidad, en cómplices y partícipes necesarios; en encubridores, para evitar el enfrentamiento -menos aun-, con los mayores corruptos y delincuentes. Aunque, tal manera de ser y de sentir, dañe profundamente a sus semejantes.
No son capaces y se niegan a cualquier acto; no les preocupa un ápice, que esa forma de expresarse, haga sufrir -hondamente-, a quien pierda su libertad (privado ilegítimamente de ella), aunque un solo gesto de piedad, sea capaz de devolvérsela.
Prefieren guardar silencio, mas allá de que, en su caso, el silencio pueda otorgar, produciendo una herida incurable al semejante que -para él-, no cuenta. Jamás hacen nada por el bien general, dejando traslucir la cobardía de su proceder.
No se sabe, a ciencia cierta, si es que tienen “muertos en el placard”, o si temen a la crítica, o al “carpetazo”, mas tratan de mantenerse lejos de todo conflicto y/o de no intentar -siquiera-, denunciar el delito, para no quedar expuesto.
Eso sí, aceptan títulos, cargos y honores, pero sin exponerse a nada, trabajando de moderado, pese a quedar “desnudo”, muy a menudo. Son súbditos del poder y “no gastan los zapatos, andando de rodillas”.
En forma lamentable, muchas veces suelen llegar a la función pública, para desgracia de su país y de su pueblo, ya que su quietismo, tratando de pasar desapercibido, lo lleva a aceptar imposiciones brutales, de todo orden y en perjuicio de esa nación y de esa gente.
Para los corruptos, es una bendición y para los justos y los luchadores, un castigo. No están, ni son; no existen, mas, desde la nada -que si son-, se convierten en un azote, para el resto de los mortales que transitan a favor de la gente y por ella.
Julio 14 de 2022 (la humanidad toda rememora la toma de la bastilla. No hubo fríos, ni tibios, ni moderados, como en las grandes revoluciones. Se trataba de ser o no ser).
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.