El que nació para pito, nunca será corneta, aunque sí un buey corneta. Con todos los problemas que enfrentamos, no quería gastar pólvora en chimangos. Pero -a veces-, te obligan.
“Han cambiado la memoria, por la historia”. “La República; la República; la República”.
A la República, la respetamos todos, menos los “republicanos”; los que se autocalifican así, para justificar su odio hacia la Democracia; porque la Democracia, es la Voz del Pueblo, en la República.
Hacía gala de “hijo de asturianos”, porque los republicanos asturianos, eran hijos indómitos de la justicia y de la libertad, por las cuales, jamás hizo nada.
Ellos daban la vida por esos valores, en tanto él -años después-, se dedicaba a adulterar nafta y a varios negocios “non sanctos”, junto a sus socios -delincuentes comunes- y a regentear “boliches de dudosa moralidad”, en San Miguel.
¿Qué es eso de la memoria?. Claro, sin memoria, nadie se acordaría de nada y la historia se “reversionaría”, facilmente, como ha ocurrido, sin solución de continuidad. Sin memoria, nadie se acordaría de la venta de votos, a Duhalde, para conseguir la reelección, que se le había negado a Antonio Cafiero, de la mano de ese ex gobernador (de la misma calaña de golpistas, que los une).
Yendo mas atrás -una vez “derrotados” en Malvinas-, mientras circulaba por San Martín -en dirección a Córdoba-, escuché que me llamaban -a viva voz-; al voltearme lo vi venir corriendo y me detuve. Me dijo -entonces-: “tengo que pedirle un favor especial” -yo lo escuché- y el completó la frase: “si me puede poner al lado del Coronel” (el coronel era un auténtico héroe de Malvinas y un declarado “antiprocesista”, Mohamed Alí Seineldín). Asentí y le dije “no creo que exista ningún problema”. Me abrazó y se fue.
Con un grupo de amigos militares “antiprocesistas”, ya fallecidos -yo, como civil-, debimos organizar la entrega de “Medallas a los héroes de Malvinas”. Lo habían incluido a él y creíamos -de buena fe-, que era pertinente. Lo del pedido, me llamó la atención, ya en ese momento, mas no le dí trascendencia.
Al comenzar la ceremonia, Seineldín me solicitó me sentara a su lado (yo iba a permanecer parado, les comento) y quedé entre él y “el agregado”, por mi cuenta, lo confieso. Poco después, el secreto fue develado. El coronel no lo había comentado, pero otros camaradas de él de mi confianza, me hicieron conocer la actitud del agregado. Por boca de jefes superiores del ejército pirata -Gran Bretaña, EE. UU., la OTAN y Pinochet, al cual sirvió, asimismo, el menemismo; el macrismo y lo hace algún funcionario de hoy-, supimos que la capitulación inglesa estaba al caer, cuando el estado mayor y Mario Benjamín Menéndez, entregaron el pabellón nacional; de rodillas y con las botas relucientes.
El plan de Seineldín, no obstante, era tomar el mando de los bravos soldados argentinos -hasta la victoria-, sabiendo que el general Menéndez era un auténtico apátrida. ¿Qué ocurrió, entonces?. Un teniente coronel lo traicionó -defraudando su confianza- y lo puso sobreaviso al gobernador cipayo, siendo un responsable más de la derrota -a contrapelo de la historia y ofendiendo la memoria de nuestros jóvenes héroes caídos y de una Patria que no le es propia-.
Qué inconveniente es la memoria, pues. Después de mil cabriolas y negociados infames; de haberse conjurado, con parte del procesismo -que hoy defiende, como ayer-; con los ’90; con Macri y su amigo, el golpista, que fue, gracias a ello, vicepresidente, gobernador, intendente y presidente de facto, “por el peronismo”, al cual era extraño, pese a haber sido titular del PJ, como otros “ajenos”. Con este personaje, pasó algo similar, según su propia confesión, antes de conjurarse, contra el orden institucional.
Siempre al servicio del imperio. Ayer, en Malvinas; mas tarde, apoyando la avanzada contra el gobierno democrático, por parte del FMI/EE. UU., que es su causa, sin dudas. Hoy intenta conmover a nuestros héroes de Malvinas que lo repudian -porque también tienen memoria- y a las FF. AA., porque no puede tolerar, que sirvan a sus funciones que, si de guerra se trata, son para defender nuestra soberanía territorial y no para derrocar gobiernos democráticos, como continúa pretendiendo, junto a los golpistas de siempre.
Sabe que “el Campo”, son una manga de delincuentes, que no trepidan ante nada, para continuar robando, contrabandeando y con la consuetudinaria costumbre de evadir y fugar; de especular y desabastecer; para ellos, el pueblo no tiene derecho a vivir -menos aun-, con dignidad.
Otra muestra cabal, de su condición humana, surge de sus declaraciones -afines al imperio-, contra nuestros países hermanos (de la Patria Grande), Venezuela y Cuba; naciones que saben lo que es la dignidad, no que “usan” el término “Dignidad”, para denigrarlo.
También vocifera contra Irán -país de paz, para la Argentina-, sabiendo, perfectamente, por sus contactos de ”inteligencia”, que nada tuvieron que ver, con los atentados a la embajada y a la AMIA. No deseo utilizar mas de mi tiempo; ni de la memoria (testigo inapelable); ni de la historia.
Tampoco podía callar, ya que los buitres no cesan, en revolotear, alrededor de la Argentina, que jamás será vencida. No hay deuda que no se pague, ni tiempo que no se cumpla. Y para hablar de argentinos, con mayúscula, es mejor callar. El silencio es salud -a veces-, es mejor que calle, que bastante daño ha hecho. Una esforzada mujer -amiga-, lo respaldó y no sé qué pensará hoy.
22 de julio de 2022
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.


