Como lo vengo sosteniendo desde esta columna, el método político del poder económico está siendo la confrontación, fomenta la inestabilidad económica y la polarización política. Alimentar la fuga de capitales y el fetichismo por el dólar del medio pelo argentino es su mecanismo económico. La grieta, la demonización del otro, y el fomento de métodos violentos son sus mecanismos políticos predilectos,
A mediados de año, con muy escasas reservas de divisas, estuvimos muy cercanos al golpe de mercado del poder económico. La idea básica era repetir el fin de Alfonsín: inducir una mega devaluación y una altísima inflación que forzaran la salida del gobierno
Un informe que circula en el gobierno explica cómo llegamos a esta situación, pese al amplio superávit del comercio exterior que sumo U$S 35.413 millones entre la asunción y julio de 2022. Solo U$S 5.828 millones fueron a reservas. Una parte se fue pagos de la deuda pública, pero además el BCRA entregó U$S 14.500 millones para cancelar deuda privada, y lo hizo a precio oficial, subsidiando así la fuga. Además, también se estima que en esta gestión se perdieron U$S 4.200 millones por maniobras fraudulentas, en importaciones y exportaciones. La propia acción, o inacción, del gobierno nos trajo hasta este punto.
En su discurso de asunción Massa expuso su objetivo de reforzar divisas para el BCRA. Quienes retuvieron la producción cerealera, con el expreso objetivo de estrangular nuestro sector externo mediante carencia de divisas, y así forzar una maxi devaluación, obtuvieron un exorbitante premio económico.
Circuló un listado de los beneficiarios del dólar a $ 200, entre los primeros lugares uno espera encontrar a empresas cerealeras y a grandes dueños de la tierra. Curiosamente aparece Mirgor, la firma de electrodomésticos y autopartes de Nicolás Caputo (el “amigo del alma” de Macri).
El poder económico sistemáticamente ha operado en contra de los gobiernos que no se subordinan a sus dictados. La particularidad en este momento es la visibilidad individual de estas operaciones: la semana pasada fue el editorial de La Nación (de Macri) agrediendo al peronismo; ahora se desenmascara la participación de Caputo, en la maniobra del golpe de mercado.
Plan reservas
Tras pagar exorbitantes sumas por la liquidación de la soja retenida, el golpe de mercado parece relativamente aquietado. El dólar fuga (sea blue, CCL, bolsa o cripto) promedia $ 292, una brecha del 87,4% respecto del cambio oficial, una leve caída en la semana, pero aún lejos de lo razonable. Una brecha alta alimenta negocios especulativos, por lo que se pretende reducirla. La idea oficial es reducirla a entre el 70% y el 75%, la pregunta es qué se entregará para lograrlo.
Con la aprobación del cumplimiento de las metas del acuerdo con el FMI, el organismo, además de felicitar al gobierno por su política, enviará los fondos de los vencimientos de setiembre (ya pagado), y octubre. girará los U$S 3.800 millones. Además, en los próximos meses se esperan ingresos de los organismos financiaros multilaterales como BID, la CAF. En octubre entrarán U$S 2000 millones de dólares. Con esto se estima contar con reservas suficientes para controlar la especulación cambiaria hasta la próxima cosecha de marzo. Los rumores de un dólar Qatar, un dólar turista aún más caro, parecen descartados.
Tras el reconocimiento del peso de importaciones innecesarios se establece una política que implicará fuertes controles, revisión de los permisos por cautelares judiciales, profunda revisión de las de licencias automáticas. Mas de mil posiciones arancelarias pasarían al régimen de Licencias No Automáticas, lo que las pone bajo control de razonabilidad.
Se apunta a reducir las importaciones de bienes de lujo como palos de golf, chocolates, guitarras, bolsos, mochilas, máquinas para minar criptomonedas, automotores, cámaras y proyectores cinematográficos. En el Gobierno creen que, con los ajustes mencionados, se reducirán las importaciones en U$S 1.000 millones mensuales.
Columna: Hugo Castro Pueyrredón, economista y docente de la UBA, 9 de octubre de 2022
Tarde pero seguro, se reaccionó ante el escándalo de la importación de un barco de lujo a dólar oficial, en febrero pasado. El beneficiario fue Caputo, el mismo que acaba de vender soja a $200.
La visión desarrollista
Los principales proyectos del gobierno son promociones sectoriales, elegidas porque generan divisas. Evidencian la visión desarrollista, que privilegia los intereses empresarios y el desarrollo de sectores específicos. Es algo mejor que la propuesta de no injerencia del Estado planteada por los liberales del PRO, pero muy lejos del enfoque nacional y popular centrado en el mercado interno y el consumo de los trabajadores.
En esa pauta general ingresan la puesta en marcha de Vaca Muerta, la minería en general y el litio en particular, los proyectos de la agroindustria o la electromovilidad. Esta semana fue el turno de “la Economía del Conocimiento”. Se destaca la creciente capacidad exportadora del sector. Siguiendo este ideario la promoción les otorga reducción de impuesto a las ganancias y de aportes patronales, y un régimen cambiario especial. Desfinanciar la seguridad social y promover la dolarización son consecuencias.
Es una promoción dirigida a la población con elevada formación educativa, cuando los problemas acuciantes son de empleo e ingresos, y están en los jóvenes de escasa formación.
El mismo decreto que otorgó la soja sin retenciones a los golpistas de mercado, estableció que con estos fondos también se financiaría “una adecuada alimentación para las personas en situación de extrema vulnerabilidad”, según dice el decreto. Aún continuaba el análisis compartido (Economía, Desarrollo Social y ANSES) sobre cuál sería el mejor criterio para confeccionar el padrón de beneficiarios. Perón decía que la mejor forma de cajonear algo es mandarlo a una comisión de evaluación.
Precios, salarios y equidad social
Con la presión cambiaria estabilizada la inflación debería iniciar su camino descendente, salvo que los formadores de precios indiquen algo diferente. El IPC de setiembre aun no fue publicado, las consultoras privadas lo estiman incluso superior al 7% de agosto. Para calmar el clima inflacionario el gobierno anuncia aumento del transporte, será en diciembre y del orden del 40%.
Finalmente apareció la Secretaría de Comercio. Lanzó un nuevo Precios Cuidados, con solo un tercio de productos de marcas líderes respecto del acuerdo vigente. Los aumentos acordados son del 3,3% para lo que resta de octubre, 4,7% en noviembre y 4,4% en diciembre. Indica un camino inflacionario descendente, pero seguimos en un 4-5% mensual, y como objetivo a alcanzar.
En el plan vigente solo los súper e híper mercados están controlados, el 80% del comercio minorista, autoservicios y almacenes, están fuera del radar. Por ello desconfío de la implementación de los necesarios controles para su cumplimiento, como no se ha hecho en los casi 3 años de la actual gestión.
Presupuesto
Inició el debate parlamentario del presupuesto. Las políticas expresadas cumplen la tradicional receta de ajuste del FMI: reducción del gasto público (todo menos los intereses de la deuda que suben) y política monetaria restrictiva: menos emisión y tasa de interés superior a la ya alta inflación, claramente enfriamiento de la economía. Solo Vaca Muerta fracciona en sentido contrario. El FMI elogia las políticas de Massa, todo dicho.
Le tocó exponer al presidente del BCRA. Expresó que “con 36% de pobreza y 6,9% de desempleo, contraer la demanda tiene consecuencias sobre un tejido social que, en nuestro país, es muy delicado”. Pese a sus dichos, sus actos van en otro sentido.
Se empieza a sentir el enfriamiento de la economía: los supermercados advierten por retracción del consumo. “Cerramos septiembre con una retracción del consumo de entre 4 y 5% en unidades en la comparación interanual”, explicó el presidente de la Federación Argentina de Supermercados (FASA).
Concluyendo
Están ganando profundidad social los discursos de la grieta. Los dirigentes de partidos políticos conservadores (por decirlo suavemente), alimentan estos discursos de odio. Esta violencia creciente no solo se expresa en el atentado a la líder; también aparece en quienes rompen una muestra fotográfica en la Casa de Tucumán o quienes amenazan con cuchillos a alumnos del secundario por protestar. Estos fenómenos son parte del incremento en la polarización social y política, de una grieta cada vez más profunda, que alimentan y reproducen grupos violentos de posturas claramente antidemocráticas.
En el mismo sentido del conflicto y la polarización están las acciones del poder económico. La continuidad de la presión devaluacionista y los niveles inflacionarios muy elevados mes a mes. El precio de los alimentos, dominando una decena de grandes empresas, está horadando mes a mes los ingresos de los asalariados.
Priorizado el convenio con el FMI, el gobierno se preocupa más por reducir la protección social del Estado, que por contener a los sectores sociales que lo votaron. Ya las protestas se expanden de los “movimientos sociales”, los excluidos, hacia las organizaciones de los trabajadores en blanco. Nunca les resultó fácil a los empresarios argentinos reducir los salarios.
Tras el conflicto con los trabajadores del neumático, ya expresaron fuertes reclamos los camineros (131%) y los bancarios (94% y salario básico de $202 mil). Sabemos serán seguidos por el grueso de las organizaciones sindicales. En caso que los empresarios reproduzcan la actitud de los fabricantes de neumático, lamentablemente la violencia escalará.
La líder eligió en 2019 el camino del dialogo al elegir a una persona de las características del presidente Fernández. Lamentablemente es claro que los dueños de la Argentina no desean que el país transite ese camino.
Los dueños del país actúan coordinadamente en lo político y lo económico. El rol de la administración del Estado en una Argentina post pandemia debería ser mejorar los salarios y la inclusión social, para ello se la votó. Lula nos aconsejó nunca perder de vista para quién se gobierna.
Mientras, el gobierno cede ante el poder económico y se aleja cada día mas de su base de sustentación. Este divorcio se terminará expresando.
Columnista invitado
Hugo Castro Pueyrredón
Licenciado en Economía en la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1993. Trabaja en la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación desde 2004 como asesor en temas económicos del Frente de Todos. Especializado en el rol del Estado en la economía, finanzas públicas y análisis presupuestario. Participa en la evaluación de diversos proyectos de inversión. Además, ejerce la docencia universitaria en la UBA desde los años ’90.


