Violeta Parra
Gracias a la vida, desde Chile para el mundo
Primera parte
Aún hoy, escucharla cantar es una forma de adentrarnos en la profundidad ancestral del pueblo vecino, al que desde hace algunas décadas denominamos bajo el nombre de Chile. La hondura de ciertos versos se contrapone a las músicas alegres de otras de las canciones que esta enorme artista, desgarrada, nos ha legado. Hay allí propició un diálogo con su pueblo, con su historia, que parte de las preguntas que la asaltaron y a las que dio respuesta en forma de obras artísticas.
Desde su niñez fue ganada por esa búsqueda que nunca tuvo lista la última respuesta, la más esquiva, la más profunda y personalísima. El sentido de la vida la llevó a entenderse con la música, desde la interpretación y la actividad como compositora, a través de la cual hemos podido conocer un material exquisito, hecha de hilos perfectamente tensados como urdimbre a prueba de todos los desafíos de la historia. Sus verdades cobran vuelo desde lo más primario.
Sus arpilleras, en las que nos relata perspectivas que pueden desentrañarse en formas múltiples y a las que hay que asomarse con el deseo de entregarse al disfrute de lo que no se comprende en forma lineal, llegaron a ser exhibidas en el Museo del Louvre, París, Francia, con la repercusión mundial del caso. Fue este uno de los momentos visibles más importantes en su tarea de dar a conocimiento de generaciones, todos los fantasmas que la habitaban. Vive en muchos corazones.
Violeta del Carmen Parra Sandoval (San Fabián de Alico o San Carlos, actual Región de Ñuble, Chile; 4 de octubre de 1917-La Reina, Santiago; 5 de febrero de 1967) fue una artista, música, compositora y cantora chilena, reconocida como una de las principales folcloristas en América del Sur y divulgadora de la música popular de su país. Fue miembro de la célebre familia Parra.
Su contribución al quehacer artístico chileno se considera de gran valor y trascendencia. Su trabajo sirvió de inspiración a varios artistas posteriores, quienes continuaron con su tarea de rescate de la música del campo chileno y las manifestaciones constituyentes del folclore de Chile y América Latina. Sus canciones han sido versionadas por diversos artistas, tanto chilenos como extranjeros. En conmemoración de su natalicio, el 4 de octubre es celebrado el «Día de la música y de los músicos chilenos».
Nacimiento y familia
Existe controversia sobre su lugar de nacimiento. En el sitio de la Fundación Violeta Parra se afirma que la folclorista nació el 4 de octubre de 1917 en San Fabián de Alico, localidad ubicada al este de San Carlos. En cambio, la Municipalidad de San Carlos afirma -en su sitio oficial y en un cartel a la entrada de la ciudad- ser «la cuna de Violeta Parra» y la casa ubicada en la calle El Roble 531-535 fue declarada monumento histórico en 1992 porque supuestamente allí habría nacido la cantante. En 2013, Isabel Parra, presidenta de la institución en honor a su madre, apoyó la casa de San Carlos al afirmar que ella «será una sucursal de la fundación en el sur».
Violeta Parra fue hija del maestro de escuela y músico (guitarrista y violinista) Nicanor Parra Alarcón y de la modista, tejedora y cantora campesina Rosa Clarisa Sandoval Navarrete. Tuvo dos medias hermanas -Marta y Olga Sandoval, del primer matrimonio de su madre con un primo- y ocho hermanos -Nicanor (1914-2018), Hilda (1916-1975), Eduardo «Lalo» (1918-2009), Roberto (1921-1995), Caupolicán «Polito» (nacido y muerto en 1924), Elba «Yuca» (1926-1981), Lautaro (1928-2013) y Óscar (1930-2016)-.
(continuará)
(Con información de la red de redes)


