Con un grado de ignoracia por la historia del desierto que ocupamos, como también con un nivel de perversión que acompaña esa ignorancia, Sergio Marinelli, Superintendente del Departamento General de Irrigación, apreta el acelerador y mete miedo en base a mentiras flagrantes. Se pega tres veces en el pecho como si todos debiéramos pensar y decir las mismas frases hechas subraya, respecto del líquido elemento que no cuida con adecuadas obras de fondo para no perder agua.
Entonces le pasa el problema a los consumidores, es decir que nuestro pueblo tiene la culpa de, aparentemente, utilizar mal el agua. Para ello su jefe Suarez ya nos entregó a Mekorot, una empresa israelí y quieren rentar el líquido vital. Este funcionario, que hace de la mentira virtud desde hace tiempo, supo declarar en forma pública que las extracciones de petróleo vía fracking no utilizaban agua pura. Enorme mentira, a la vez que por pozo utilizan millones de litros de agua que tampoco pagan.
Encima, devuelven el agua contaminada. Lo mismo que hará la megaminería. Marinelli es parte del dispositivo que contamina el agua, el aire y la tierra, a la que como buen macriradical les hace todos los guiños posibles. La pelota sigue picando en la cancha de los más dignos exponentes de los tres poderes que sean capaces hacer oír su voz, para dejar expuestas estas mentiras desdorosas. Es tan poco serio todo lo que plantea el funcionario del DGI, como lo de sus mandantes.
“El titular de Irrigación dijo que no se cobra por el líquido que llega a las casas y a las fincas, sino que lo que pagamos es solamente el traslado. Advirtió que regar por acequias en el área metropolitana es una locura.
“Marinelli: “El agua es muy barata en Mendoza”
“El Superintendente General de Irrigación, Sergio Marinelli, analizó la situación hídrica de la provincia de Mendoza y el costo del líquido elemento necesario para nuestra vida y para la producción agrícola.
“En diálogo con Ricardo Montacuto en el programa Te digo lo que pienso por radio Nihuil, el funcionario recordó que los mendocinos consumimos tres veces más de agua que lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud. “Son 750 litros por persona por día cuando con 250 litros p/persona por día andaríamos bien. Por eso, este viernes voy a convocar a los municipios y a Aysam para que se incluya en el presupuesto el cobro de los excesos de los operadores. Justamente los excesos se dan porque consumimos más de lo que deberíamos”, aclaró.
“Marinelli explicó que esos excesos que se están produciendo; esa agua que se está mal usando, no se está utilizando en las actividades productivas, por ejemplo, por eso vamos a buscar establecer un camino de cobro para darle un valor económico al agua que actualmente no se tiene: “Es una transformación que queremos hacer este año de manera simbólica, pero va a estar discriminado”.
“”El agua es muy barata. En Mendoza no se cobra el agua que llega por la canilla ni el que llega a la finca. Lo que se cobra es el gasto que se tiene para que llegue el agua a la canilla de la casa y a la toma de la finca. Tiene cero valor el agua”, explicó el titular de Irrigación.
“Pago por derecho de riego para jardines
“El titular de Irrigación indicó que se paga fracción por entero. “Esto quiere decir que si tenés un lote de menos de una hectárea, pagás por una hectárea completa ya sean que tengas 100 metros. o 9.999 metros y eso multiplicado por cuatro , es decir se paga por cuatro hectáreas de riego agrícola. Es para desalentar el riego de grandes jardines o parquizados”.
“”En promedio, por bimestre una hectárea de riego agrícola paga $344 es decir, $172 por mes el riego de una hectárea agrícola. Estaría en 1.364 pesos un uso recreativo por bimestre. Lo que pasa es que el agua alcanzaba para todos y ahora no alcanza para nadie, porque tenemos menos de la mitad del agua. La pregunta hoy es qué tipo de jardín y hasta cuantos metros de jardín podemos tener”, señaló.
“El funcionario remarcó que en algunos lugares, quizás es conveniente que rieguen con agua potable, por ejemplo un jardín de hasta 100 metros. cuadrados, porque quizás sea más caro mantener la estructura doble de agua de riego y de agua potable para regar ese jardín con agua de riego. “Hay que trabajar en conjunto con los intendentes, con el EPAS, con Aysam, con Ambiente y con Servicios Públicos”
“Por eso estoy convocando al Consejo Asesor del Agua, conformado hace 5 años, con el que hemos avanzado bastante, por ejemplo con Luján, que ha reglamentado el riego de los jardines. Por ejemplo en cualquier barrio privado, tienen que tener un reservorio y riego tecnificado. Y ahora hay que avanzar con los demás departamentos, especialmente con Maipú”.
“”En los distintos usos, tenemos que ir al uso eficiente. Con los municipios hemos empezado con una campaña, pero hay que trabajar en todos lados. Esto es un proceso”, dijo el superintendente.
“Además, detalló que si un propietario tenía un lote con derecho a riego y después, ese terreno lo dividió y vendió en varios lotes para un conjunto habitacional, ese loteo, en lugar de pagar cuatro veces por cada lote, paga dos veces el total de la superficie: “Es una reglamentación que hemos hecho, buscando que todos aquellos loteos que tengan un riego eficiente y que hagan las cosas bien, paguen un valor más razonable. Pero van a tener una cantidad de agua acotada porque la propia naturaleza la está acotando. Lo que tienen que hacer es, cuando tengan el turno, tienen que llenar la cisterna y después regar en horario adecuado con un sistema tecnificado”.
“No más riego de árboles por acequias
“Marinelli recordó que hace unos días terminó el censo del arbolado público del área metropolitana: “Esos ejemplares tienen un requerimiento hídrico y hay que ver cuál es la forma más apropiada para dárselo, porque regarlos por acequia hoy es una locura. Las acequias son una cuestión patrimonial. Creo que hay que mantenerlas, porque son una característica de nuestra historia y de nuestro agro, pero no en la ciudad. Quizás en algunos lugares habrá que poner un cañito en la red y que todos los días el vecino le eche un poco de agua de acuerdo a la recomendación de municipio según la especie, por ejemplo. Esos son los temas que vamos a empezar a estudiar con las comunas”.
“Asimismo indicó que los espacios verdes, las plazas, también tienen que empezar a achicar la cantidad de agua que utilizan. “Es necesario hacer un trabajo integral y no ir poniendo parches. Hay trabajar, no mirando la oferta, sino la demanda”.
“Por último, el funcionario dijo que la idea es flexibilizar el riego porque en la medida en que se flexibiliza es más eficiente. “Hay lugares que tiene 8, 12, 14, turnos de riego según el tipo de cultivo. La certidumbre que tenemos es que va a faltar cada vez más agua y será mayor la exigencia por el cambio climático. Pero estamos haciendo mucho por el manejo del agua. De todos modos, queda muchísimo por hacer, pero la base, es la toma de conciencia”, finalizó.
“Mendozapost.com
“29 de noviembre de 2022”.
“Crisis hídrica
“El radical cambio en el manejo del agua que se impuso por la sequía
“El Departamento General de Irrigación dispuso comenzar a entregar agua por demanda, teniendo en cuenta el cultivo, el ahorro y la disponibilidad. Cómo es el sistema.
“En medio de una de la más extensa sequía que vive Mendoza desde que se tiene registro, el Departamento General de Irrigación dispuso un cambio radical: comenzará a entregar agua por demanda, ajustando la cantidad que le da a los cultivos según la necesidad, la superficie y beneficios para quien ahorre agua. Ese cambio implica que no se entregará discrecionalmente un “volumen ciego” de agua, sino que deberá haber acuerdo y un registro de la demanda por época, el uso y la evolución.
“El camino elegido ya se transitaba desde hace un tiempo, pero ahora se hace operativo. La Ley de Aguas es rígida en cuanto a cómo se administra el recurso y esa característica complejiza el manejo. Es que hay un principio de “igualdad” que solo contemplaba entregarle agua en la misma cantidad a todos. Irrigación lo flexibilizó y aunque se mantiene la idea de dar la misma cantidad a todos, se tiene en cuenta la demanda, la disponibilidad y la época del año.
“Cada año agrícola (entre octubre y septiembre), se determinará el volumen según la demanda y se establecerán tres momentos por año. El cambio dispone entregar la cantidad de agua necesaria al cultivo, en el momento que el cultivo lo requiera, manteniendo el volumen acumulado al final de la temporada igual para todas las hectáreas de una cuenca. El modelo de distribución en función de la demanda “implica un acuerdo entre cada Subdelegación de Aguas y/ o Jefatura de Zona y las Inspecciones de Cauce, sobre el agua para riego que se les asignará en cada año agrícola, de acuerdo a la oferta hídrica disponible para la temporada, sus hectáreas y en función de las necesidades de los cultivos existentes”, según determinó el DGI.
“La administración del agua asignada a cada usuario es más compleja que antes, pero apunta a mejorar la eficiencia. Así, por ejemplo, no se tiene en cuenta las pérdidas de agua que pueda haber intra finca. Es decir, el usuario debe hacerse cargo de tener algún sistema que le impida derrochar. Al mismo tiempo, si hay ahorro de agua, al año siguiente podría haber una asignación mayor de agua.
“En detalle
“El agua asignada a una Inspección de Cauce se conformará con las “cuotas parte que le corresponden”, según la cantidad de hectáreas que tenga bajo su jurisdicción y la oferta disponible. La unidad de medida que se creó es la “lámina”, y son milímetros de agua por año. El agua se entregará como “milímetros cúbicos por hectárea por año”. Hay 6 criterios en ese mecanismo y cada inspección tendrá una “cuenta de agua”:
“La Cuenta de Agua se calculará en el comparto de ingreso del canal principal que dota a cada Inspección de Cauce. Para computar los valores, se considerará el caudal a partir del horario de ingreso al comparto del canal principal y durante todo el tiempo que dura la entrega.
“No se tendrá en cuenta la compensación por pérdidas en distribución secundaria.
“Se considerarán las hectáreas (haSI) que informe diariamente la Dirección de Información del Departamento General de Irrigación.
“Solicitud de caudales: las solicitudes de erogaciones serán acordadas entre la Subdelegación y/o Jefatura de Zona y cada Inspección de Cauce, como así también cualquier cambio que deba realizarse a las mismas, los que sólo podrán ser realizados una vez por día. De requerir un cambio en dicho acuerdo salvo excepciones por contingencia, los mismos se harán efectivos el día siguiente al de la solicitud.
“Las solicitudes deberán realizarse por medio idóneo (virtual y/o escrito) y ser aprobados por cada Subdelegado con la asistencia técnica de su Jefe de Gestión Hídrica.
“El formulario de solicitud de caudales estará disponible en la página Web del Departamento General de Irrigación, y podrá descargarse para su utilización.
“El año de agua y agrícola es distinto al calendario, pues comienza en octubre y termina en septiembre. Ese período se dividirá, además, en al menos tres segmentos distintos. “El objetivo del mismo, radica en permitir a las Inspecciones de Cauce administrar de forma flexible la asignación del recurso, y con ello realizar un balance del agua consumida y la evolución de los caudales reales respecto del Pronóstico de Escurrimientos. Al final de cada período, la Cuenta de Agua de cada Inspección de Cauce será el resultado de las decisiones de distribución de cada una de ellas”, aclara la resolución de Irrigación.
“Un concepto nuevo es el de “ahorro en agua”. Es que si un grupo de usuarios consume menos agua de la asignada, podrá acumular más volumen para la temporada siguiente, siempre y cuando haya disponibilidad. “La Inspección de Cauce que ahorró agua en una temporada, la tendrá disponible para la próxima, siempre que la capacidad y operatividad de los embalses lo permita. El agua ahorrada por una Inspección de Cauce será reservada para la misma, dentro de los límites de déficit o ahorro fijados por cada Subdelegación al momento de confeccionar los Planes de Erogación”, dice la reglamentación.
“Que en función de ello el volumen de agua que recibe una hectárea de cultivo, a lo largo de una temporada de riego (octubre de un año a septiembre del año siguiente), debe ser el mismo para todas las hectáreas de la cuenca en que se encuentra, independientemente del cultivo que tenga y del tipo de suelo de la misma, conforme al sistema de distribución actual. Que, sin perjuicio de ello, a partir de la temporada 2.017/2.018, como medida de gestión en función de la demanda, más allá del principio de igualdad en la distribución, se ha dispuesto una flexibilización en la entrega de agua en función de la variación temporal de las necesidades del cultivo existente.
“Mdzol.com
“28 de noviembre de 2022”.