Resumen político-económico de la semana del 28 de noviembre al 3 de diciembre de 2022. El conflicto entre el gobierno y poder económico, novedades del dólar, la inflación y el conflicto social.
La gestión del ministro de economía Massa ha sido exitosa en evitar el abismo hiperinflacionario al que nos enfrentábamos en julio. El valor del dólar fuga ha quedado casi congelado por 2 meses, revivió en noviembre para ser nuevamente tranquilizado, y la brecha entre el dólar oficial y el dólar fuga va decreciendo lentamente.
La inflación continuaba en un 7 % mensual hasta octubre inclusive, siempre al borde del mencionado abismo. Según los primeros indicios de noviembre el programa “Precios Justos” parece haberla morigerado, particularmente en los alimentos.
Así el escenario hiperinflacionario parece poder ser descartado. El propio Lacunza, ex Ministro de Economía de Vidal, principal economista del equipo de Larreta, e importante jugador de la oposición rabiosamente obstruccionista del PRO, opinó en el mismo sentido,
Pero el costo de estos logros es la implementación de un fuerte ajuste del gasto público; contrario al pensamiento del oficialismo, que generó hasta las felicitaciones del FMI. Se atacó particularmente a los subsidios a la energía, con lo que personas y empresas deberemos pagar más, aunque el ajuste es general.
Hay diversos aspectos donde se podría encarar reducciones del gasto del Estado, siempre difíciles, pero poner el foco en los más desposeídos muestra escasa solidaridad social, además de una errónea observación de la conformación social del oficialismo.
La reducción del gasto social es parte del programa económico vigente, pero los ataques a los beneficiarios del programa Potenciar Trabajo, evidencian un sesgo social en la implementación del ajuste. Por ejemplo, si se redujera el presupuesto universitario los afectados serían los sectores medios, si se recorta la obra pública reclamarían los gobiernos provinciales afectados, pero es contra los beneficiarios de programas sociales en donde se hace la controversia.
El establecimiento del subsidio para garantizar “adecuada alimentación para las personas en situación de extrema vulnerabilidad”, se postergó por 2 meses. Ahora se busca dar la baja a beneficiarios del Potenciar Trabajo, e incluso se plantea desligarlos del salario mínimo, para reducir así el monto.
En esta misma semana se puso en vigencia un nuevo “dólar soja”, que no es otra cosa que un subsidio a los ricos, poniendo incluso en riesgo la política de precios (la soja es insumo central de los alimentos balanceados), mientras a la par de buscar reducir el gasto en los planes sociales, particularmente el Potenciar Trabajo.
Conflictos sociales, con ricos y con pobres
El Gobierno eleva el conflicto con los movimientos sociales. Pretende “desenganchar” el salario mínimo vital y móvil, del beneficio del Potenciar Trabajo, hoy en la mitad. En el marco del ajuste del FMI el objetivo es claro: reducir gasto que el beneficio genera, menos personas cobrando menos. Los movimientos sociales repudiaron la propuesta. El Movimiento Evita, hasta ayer uno de los pocos apoyos del presidente en la interna del oficialismo, cambia su juego y busca dialogo con la vicepresidenta. Otras organizaciones sociales se retiran del gobierno. No es conveniente perder amigos.
El gobierno continúa postergando el bono para los trabajadores registrados, con la excusa de la discusión entre los sindicatos, respecto de si suma fija o porcentaje, y pese a la muy elevada inflación que redujo fuertemente los salariales reales.
Molinos Río de la Plata ingresó en “Precios Justos”, pero otros monopolios son claros exponentes del conflicto del poder económico con el gobierno. Los halcones de la Unión Industrial Argentina (UIA), liderados por Techint, decidieron a hacerle la guerra al ministro de Economía. Pidieron salir a criticar la gestión muy fuertemente. “Vamos a una hiperinflación, no hay política contra eso”, dijo el directivo de los yerbateros. Otros industriales salieron a pedir la paz, pero la movida de Techint anuncia tambores de guerra. De Mendiguren aseguró que “hay algunos que, por ideología o por política, nos quieren llevar a conflictos”.
Precios
El noviembre la inflación se habría moderado, con lo que el objetivo del ministro de Economía, de reducirla a menos del 6 %, parecería haberse alcanzado; los datos de que se dispone son privados y parciales, y enfocados en la canasta alimentaria.
La inflación se ubicaría entre un 5 y 5,5 %, indican informes preliminares. El sector de alimentos y bebidas, fue clave en la caída de la inflación. Algunas mediciones privadas;
- Consumidores Libres estimó que el aumento en la canasta de alimentos fue del 3,95 %,
- C&T coincide en que los alimentos y bebidas solo aumentaron un 3,8 % en noviembre, aunque en los rubros no alcanzados por los acuerdos de precios la inflación sigue elevada.
- Focus Market también observa desaceleración de la suba de precios de canasta básica, que estima aumentos de un 5,2 %
Las petroleras firmaron el acuerdo de precios. Se acordó un sendero de aumentos para diciembre, enero, febrero y marzo: 4 % en diciembre; 4% en enero; 4% en febrero y 3,8% en marzo. El 1 de diciembre Shell y Axion ya aplicaron el 4%.
Dólar
Empezó a regir el Dólar Soja II, y lo hará en todo diciembre. Se espera liquidaciones por U$S 3.000 millones. En los primeros 4 días, las liquidaciones fueron U$S 682,5 millones. Permitiría obtener reservas suficientes para llegar a la próxima cosecha. Con esto se abortó, la suba de los tipos de cambio fuga de las últimas semanas.
En septiembre, cuando se implementó el primer “dólar soja”, el aumento se trasladó a los precios de alimentos balanceados para animales de cría (pollos, cerdos, feedlot), y en consecuencia al costo de la alimentación de los argentinos. El secretario de Agricultura ya se reunió con los criadores, se prevé unos $ 2.500 millones para compensar la suba de la soja. El subsidio a los ricos incluye costos adicionales como este.
Las liquidaciones de exportaciones permitieron cierta descompresión de los mercados del dólar fuga, y la brecha cayó al 83 %. Los valores bursátiles (bolsa y CCL) aumentaron $ 3, igual que el cambio oficial, mientras el dólar ilegal (blue) cayó $ 8.
El gobierno aprobó un nuevo examen del FMI, la 3º revisión del acuerdo. Muestra que es un alumno aplicado. El FMI enviara U$S 6.000 millones, que servirán para pagar los vencimientos de la deuda con el propio FMI.
Y la política
El martes próximo el Tribunal Oral Federal 2 dará a conocer el veredicto en el juicio a Cristina Kirchner. “Si tiene algún valor es el valor pedagógico -dijo el juez Erbetta, de la Corte Suprema santafesina, a quien nadie podría acusar de kirchnerista-, porque es un proceso que nos permitiría enseñarle a los alumnos cómo no debe ser un debido proceso penal, cómo no debe actuar un fiscal y cómo no debe actuar un juez”.
Después del fracaso del golpe de mercado, y del atentado contra la vicepresidenta, las posibilidades que se avance en su proscripción aumentaron. Los conocedores del ámbito judicial esperan un fallo desfavorable. Si al expresidente de Brasil, y líder popular, lo condenaron solo porque el juez tenía “la íntima convicción” y no pruebas, ¿porque aquí sería diferente?
El control del dólar y la inflación generaron cierto alivio en los sectores medios y asalariados formales, mejorando las perspectivas políticas de los sectores del oficialismo que los representan, como Massa o el propio presidente. Cristina es la principal líder popular en Argentina, y su base de representación son los pobres, los trabajadores informales, los cuentapropistas de bajos ingresos, los beneficiarios de los programas sociales.
Poner a estos sectores como sujetos del ajuste, como hace la ministra de Desarrollo, muestra escasa capacidad de comprender la situación política. Desconozco quiénes suponen las autoridades del gobierno que los votaron, pero los sojeros a los que benefician no fueron.
En el marco de la interminable puja con el poder económico, con una oposición descaradamente obstruccionista, y un lawfare en avance contra la principal líder, el juego de sectores del gobierno de atacar a los beneficiarios de políticas de contención social es un suicidio político, salvo que su proyecto no sea la continuidad del Frente de Todos en su actual conformación.
En las elecciones del año pasado el oficialismo perdió porque los desfavorecidos económicamente no fueron a votar. Con esta política lo que se puede esperar es la repetición de los hechos. El ajuste como está planteado es un tiro en los pies del oficialismo.
Columnista invitado
Hugo Castro Pueyrredón
Licenciado en Economía en la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1993. Trabaja en la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación desde 2004 como asesor en temas económicos del Frente de Todos. Especializado en el rol del Estado en la economía, finanzas públicas y análisis presupuestario. Participa en la evaluación de diversos proyectos de inversión. Además, ejerce la docencia universitaria en la UBA desde los años ’90.


