Con la alegría desatada con que todos los argentinos vivimos los resultados de cada partido de la selección luego de la primera derrota, el Mundial de Fútbol es un canal de disfrute y de alegría que resulta muy estimulante. Luego de cada partido y a medida que se avanza en el campeonato, aumenta la cantidad de hermanos y hermanas que salen a festejar a las calles de todo el país. Naturalemte, ingresar al juego de la final desbordó todos los pronósticos.
La Ciudad Autóno ma de Buenos Aires, naturalmente fue la que más personas pudo ver en las calles ya que es la que mayor población posee, siendo a la vez el centro de la provincia más poblada. Por ello llama la atención que la policía que dirige el Horacio Rodríguez Larreta, Intendente de Capital Federal, no llevara adelante políticas de contención y prevención que surgieran de las tareas de inteligencia. Reprimir a los vecinos aquí no ha tenido sentido alguno.
Quizás nunca lo tiene, pero en este caso lo único que podía ocurrir es algunas escenas dantescas protagonizadas por personas con altas ingestas de alcohol y sustancias, por otra parte paliativos que el perverso sistema alienta puesto que sabe que, en un punto, a muchos sirven para bancarse el diario vivir. Tratar de ponerle vallas al festejo popular retilando de un resultado deportivo hiper popular, resulta al menos desopilante. El macriradicalismo trabaja contra la alegría.
“No hay vallado que eclipse la alegría
“El sueño está cada vez más cerca. La Araña fue uno de los mejores socios de La Pulga para llevar a la selección a la final del Mundial de Qatar. El futbolista del Manchester City arrancó como suplente en los dos primeros partidos de la fase de grupos, ante Arabia Saudita y México. Lionel Scaloni lo hizo entrar para jugar la última media hora en ambos partidos. El formidable rendimiento de Julián Álvarez logró el resto; el técnico argentino se dio cuenta de que lo tenía que poner desde el inicio. La Araña, que juega como si se le fuera la vida en cada pelota que toca o que va a buscar, aprovechó la oportunidad y frente a Polonia anotó su primer gol (el segundo del partido). Atento al error del arquero Mathew Ryan forzado por la presión de Rodrigo De Paul, recogió la pelota y convirtió su segundo gol frente a Australia.
“Messi pateó con maestría el penal que le hicieron a La Araña y superó a Gabriel Batistuta como máximo goleador argentino en la historia de los Mundiales. ¿Acaso no provoca una inmensa felicidad imaginar cómo el pelotón de fusilamiento de los antimessis se atragantaron con los “pecho frío”, “que nunca ganó nada”, “que no canta el himno”, que es “un jugador muy europeo” y otros bocados venenosos por el estilo? ¿Se convertirán los antimessis en lo que fueron los avergonzados votantes menemistas, negadores sistemáticos del voto al expresidente riojano? Desde media cancha y al mejor estilo maradoniano, La Araña avanzó como un caballo sobre la defensa croata y convirtió un golazo, el segundo de un partido que hasta entonces estaba trabado en la mitad de la cancha.
“El miedo a que se repitiera el “no hay felicidad sin sufrimiento”, especie de lema del infartante partido contra Países Bajos, quedó atrás cuando Messi, en una jugada sensacional, a puro amague y gambeta a un lateral croata, le sirvió el pase a Álvarez, que selló el 3 a 0 a favor del seleccionado argentino. La Araña de Calchín, el jugador argentino que más goles convirtió después de La Pulga, puso de pie a su pueblo natal y a todo el país. Los hinchas de River lo vimos crecer, meter goles, asistir y participar del juego colectivo hasta mediados de este año. Pero Argentina no llegó a la final del Mundial solo por dos jugadores extraordinarios como Messi y Álvarez. La selección es finalista porque tiene un equipo luchador y empecinado en escribir cada página de esta historia de menor a mayor. Las primeras líneas resultaron inciertas y emergieron los fantasmas del pasado; la derrota inicial ante Arabia Saudita, ahora lo sabemos, fue la prueba “necesaria”, el obstáculo anímico que había que superar para llegar hasta acá.
“Miles de argentinos, ataviados con remeras de la selección, vuvuzelas y banderas, celebraron la victoria frente al Obelisco con una canción de La Mosca que a esta altura se transformó en un himno: “Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar, quiero ganar la tercera, quiero ser campeón mundial… Y al Diego en el cielo lo podemos ver con don Diego y con La Tota alentándolo a Lionel”. El Gobierno de la Ciudad, tan refractario a las manifestaciones populares, a la celebración colectiva, montó dos vallados perimetrales, uno entre la calle Libertad y Cerrito y otro similar entre Roque Sáenz Peña y Lavalle, que impedían el acceso a algunas calles circundantes al centro porteño. La Policía de la Ciudad, que depende del Ministerio de Seguridad, a cargo de Marcelo D’Alessandro, quien fue señalado en los chats del lawfare por el viaje a la estancia de Lago Escondido, tiró gases lacrimógenos y reprimió a los hinchas. “Pedimos al jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta que la policía de la ciudad de Buenos Aires deje de reprimir y provocar a las y los argentinos que fueron en familia a celebrar en el obelisco el triunfo de Argentina”, manifestó el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti. “Festejar un triunfo deportivo de la selección también es un derecho de todos y todas. Haremos presentaciones judiciales para garantizar el festejo y dar con los responsables de la violencia policial que lleva adelante la policía de la ciudad”, agregó Pietragalla.
“No hay vallado que pueda eclipsar la alegría de volvernos a ilusionar.
“Pagina12.com.ar
“Silvina Friera
“14 de diciembre de 2022”.
“Tras el pase a la final del Mundial Qatar 2022
“La Policía porteña valló las calles para impedir el festejo popular en el Obelisco
“Se reportaron gases lacrimógenos, corridas y varios heridos. Sobre la represión, la Policía porteña dijo: “Eran 10 borrachos que tiraron piedras, pero no pasó nada”.
“Decenas de hinchas que querían festejar el pase de la Selección a la final del Mundial de Qatar 2022 en el Obelisco se encontraron en plena avenida Corrientes con un vallado policial que impide el avance por la arteria hacia la 9 de Julio. En ese contexto, se produjeron graves incidentes entre efectivos porteños y fanáticos. Se reportaron gases lacrimógenos, corridas y varios heridos.
“Los hinchas—familias enteras que fueron con menores de edad a festejar el triunfo de la Scaloneta—mantuvieron un cruce con los agentes por no poder avanzar hacia el Obelisco a causa de dos vallados colocados por dispositivos de seguridad de la Infantería: uno entre la calle Libertad y Cerrito, y otro similar entre Roque Sáenz Peña y Lavalle.
“Ante la tensión, la Policía porteña arrojó gases lacrimógenos y reprimió a algunos fanáticos. También se registraron corridas y varios heridos.
“Desde la Policía porteña, aseguraron que: “Absolutamente siempre la Ciudad pone un vallado sobre Corrientes para que los festejos no terminen afectando a los comerciantes, a los teatros, a los restaurantes, etc. Pasó históricamente en los festejos de River, en los de Racing y en los de la Selección. Se puede llegar al Obelisco por Av.9 de Julio, y todas las paralelas a Corrientes”.
“Y agregaron: “Cuando salió campeón Boca, hace unos años, y no había vallas sobre Corrientes, rompieron todos los locales de Av. Corrientes y Av. 9 de Julio hasta Callao”
“Sobre la represión, aseguraron: “Eran 10 borrachos que tiraron piedras pero no pasó nada”.
“Tras difundirse los primeros videos, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, pidió al jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, que “la Policía de la Ciudad deje de reprimir y de provocar a los argentinos que fueron a celebrar en el Obelisco el triunfo de Argentina”.
“”Festejar un triunfo deportivo de la selección también es un derecho de todos y todas. Haremos presentaciones judiciales para garantizar el festejo y dar con los responsables de la violencia policial que lleva adelante la policía de la ciudad”, agregó a través de Twitter.
“Las vallas del ministro de Seguridad
“La Policía de la Ciudad depende del Ministerio de Seguridad porteño, a cargo de Marcelo D’Alessandro, quien fue señalado en los chats del lawfare por el viaje a la estancia de Lago Escondido del millonario Joe Lewis, junto a jueces federales, fiscales y empresarios. Por esto, hay una investigación en curso por “incumplimiento de los deberes de funcionario público y dádivas”.
“D’Alessandro fue responsable, a fines de agosto pasado, por un violento operativo cuando valló el perímetro de la casa de la vicepresidenta Cristina Kirchner, en Recoleta, que derivó en una fuerte represión.
“Y también, se denunciaron movimientos de inteligencia por parte de las fuerzas de seguridad porteña sobre los ciudadanos que se congregaban en la puerta de la casa de CFK, denunciado el lawfare en su contra.
“Pagina12.com.ar
“13 de diciembre de 2022”.