Humberto Mingorance, Secretario de Ambiente del Gobierno de Mendoza desde hace 7 años, es quien suele mirar para otra parte. Para eso le pagan y esa es quizás la condición más importante para que ocupe ese cargo. Antes fue el ex Gobernador Alfredo Cornejo, quien lo designó en su cargo. y ahora Suarez. Cambian la matriz productiva de nuestra provincia para ponerla al servicio de la megaminería y el fracking, es indispensable que haya un funcionario tapón en esa repartición clave.
Forma parte del plan de destrucción ambiental mediante saqueo justamente quien debería hacer exactamente lo contrario. La reducción a su mínima expresión de la Secretaría de Medio Ambiente desde el punto de vista de su personal, incluyendo a quienes osaran hacer correctamente su trabajo, forma parte de lo mismo. Engañarnos a todos con palabras altisonantes y con pátina de serias, también es el atajo siempre listo para regodeo de las corporaciones trasnacionales.
Fijate el poder relativo que ha acumulado, que se dio el lujo de decir “no podés hacer notas periodísticas” a un medio local, tomando una atribución que no tiene ni puede tener. La paz de los cementerios ha de ser el manual de este señor, siempre a disposición para la distorsión de la que debería ser su tarea. Pero hay algo peor, la cantidad de años que lleva allí habla a las claras respecto de quien es uno de los mejores alumnos en el camino de contaminación del agua, el aire y la tierra.
“En foco
“El preocupante intento de restricción informativa de un funcionario mendocino
“El secretario de Ambiente buscó restringir el ejercicio periodístico en el Parque Aconcagua, tomándose atribuciones que no tiene. El Gobierno desmintió esa visión.
“El Parque Provincial Aconcagua es uno de lugares más importantes de la provincia por su valor ambiental, cultural y turístico. Es un destino distintivo por ser el cerro más alto de América y está entre los trofeos deportivos del montañismo mundial. De sus glaciares nacen algunos de los afluentes del río Mendoza y en la zona están algunas de las señales del paso del imperio Inca.
“Pues en Mendoza no todos cobran la dimensión que ese ícono tiene y que es patrimonio de todos. Es lo que ocurrió con la Secretaría de Ambiente, que busca generar una especie de censura, una burbuja informativa en el Parque Aconcagua.
“Como ocurre de manera frecuente, MDZ organizó una cobertura periodística de la temporada del Aconcagua con un periodista experto y la logística privada organizada con prestadores del Parque. La Secretaría de Ambiente, que solo debía autorizar el ingreso, pidió algunas formalidades que fueron cumplidas, pero la resolución para autorizar el ingreso nunca estuvo en tiempo y forma según lo pautado.
“Ante la posibilidad de ingresar con un permiso convencional, el secretario de Ambiente, Humberto Mingorance, incurrió en un curioso exceso. Dijo, como si pudiera hacerlo, que no se podía realizar ningún trabajo periodístico sin su autorización. “No podés hacer notas periodísticas”, osó decir el funcionario, tomando una atribución que no tiene ni puede tener. Probablemente la autopercepción del funcionario se deba a un problema para el que la Constitución provincial había generado anticuerpos al evitar que haya perpetuidad en los cargos.
“Mingorance lleva 7 años en la Secretaría de Ambiente. Su “reelección” sin votos en la Secretaría de Ambiente pudo haberle generado una situación de confort o de erróneo sentido de propiedad, pues lleva más en el Estado que el propio gobernador. El Gobierno de Mendoza tomó distancia de la “orden” unilateral tomada por el funcionario y la desautorizó, por lo que esa decisión toma poca relevancia efectiva (aunque bloqueó el operativo organizado); pero sí preocupa desde lo conceptual por la concepción que tiene un integrante del Gabinete.
“El Aconcagua es patrimonio mendocino. La difusión de la “vida” del Parque debe ser parte indispensable de cualquier plan y así lo ha sido siempre. La Dirección de Recursos Naturales debe (como ocurrió en otras épocas) ser facilitadora y no una máquina burocrática que obstaculice. Más de 7 mil personas por año de las más diversas nacionalidades intentan hacer cumbre en cada temporada y muchos más recorren Horcones y los campamentos de menos altura. La convivencia entre los distintos actores de la comunidad mendocina (guardaparques, andinistas, científicos, prestadores, vecinos de Las Heras, funcionarios de Turismo y Ambiente) es fundamental para la conservación, la consolidación como destino y la protección como Área Natural Protegida.
“Mdzol.com
“18 de diciembre de 2022”.