Suarez ha hecho perder a la provincia tres años de idas y vueltas en torno a la elefantiásica obra Portezuelo del Viento, en pleno conocimiento respecto que no serviría para los fines planteados. Ahora avanza con esta legislación, poniendo las barbas en remojo. Pero como trabaja para la zona de sacrificio, denominación que le corresponde a Mendoza según lo establecido hace años por las trasnacionales del saqueo y la contaminación, se hace el preocupado. Todo al revés.
Primero porque las obras de cuidado del liquido vital siguen esperando por su realización. Entonces comienza a buscar un chivo expiatorio en nuestro pueblo, al que se acusa de gastar demasiada agua. Para ello habla de la colocación de medidores y, Mekorot mediante -empresa israelí que tiene todo acordado con el Presidente Alberto Fernández y varios gobernadores más-, impulsa la privatización del servicio. Marinelli ha llegado a decir el bolazo de ¡archivar las acequias!
El Gobernador y su equipo est.ná en cualquiera o, mejor dicho, en entregarnos de pies y manos a la megaminería y el fracking. De hecho, cada pozo de extracción gasta millones de litros de agua purísima. De igual modo no piensa suspenderlos o, como debería ser, cancelarlos por siempre. Falta agua pero se la otorgan a los Vila/Manzano y a YPF. Son cínicos y delincuentes, que hace rato trabajan para secarnos a todos y contaminar el agua, el aire y la tierra. ¡Digamos basta!
“Crisis hídrica
“Por la sequía, declaran la emergencia y zona de desastre ganadero
“El Gobierno declaró a Mendoza como zona de desastre por las consecuencias que genera la sequía en la producción ganadera. Durará hasta 2024.
“La sequía genera daños enormes en Mendoza y afecta a todas las actividades. Ahora, por los problemas que provoca esa situación, el Gobierno declaró emergencia y zona de desastre por el impacto que tiene esta situación en la ganadería, una de las actividades productivas más importantes en el Sur, el Norte y el Este de la provincia.
“Esa declaración permite a los productores ganaderos acceder a algunos beneficios para mitigar el impacto de la contingencia. La sequía genera falta de pasturas naturales y, en consecuencia, falta de alimentos para el ganado. La emergencia o desastre abarca a toda la producción ganadera de la provincia y durará hasta 2024. Es que, la situación climática no cambiará y la recuperación de la cadena productiva lleva tiempo.
“”Declárese el Estado de Emergencia y/o Desastre Agropecuario, en los términos de la Ley N° 9083 y modificatorias y Ley N° 26509, para las propiedades ubicadas en la Provincia de Mendoza que tengan producciones ganaderas caprinas, bovinas, equinas, ovinas y apícolas, por los efectos de la sequía”, dice el Decreto. “La Declaración del Estado de Emergencia y/o Desastre Agropecuario abarcará el período comprendido entre abril de 2022 y marzo de 2024”, agrega la norma.
“Los productores del sector habían reclamado por la situación. Hace dos semanas hubo una reunión en Casa de Gobierno. El gobernador Rodolfo Suarez recibió a la Federación Agrícola Ganadera del Oeste. Esa organización es liderada por el empresario Alfredo Vila, que tiene emprendimientos ganaderos en el Este de Mendoza. El dirigente ha tenido litigios con el Estado por otros negocios, como la concesión del Casino, pero se reunió con Suarez en otro plan. Dos semanas después del encuentro, el Gobernador declaró la emergencia.
“La ganadería es una actividad incipiente. Para mejorar la producción y enfrentar la falta de agua se han proyectado acueductos, como el Monte Comán La Horqueta y el de La Paz. Según datos oficiales, “Mendoza tiene un stock de 520.000 bovinos, de los cuales 296.824 son vientres en producción, con una media de destete de 50-54 %, y producen aproximadamente 150.000 terneros anuales”. La ganadería caprina, además, tiene una importancia relevante en algunas zonas como Malargüe, Lavalle y todo el Este. El secano provincial cubre el 65 % del terreno y en esas zonas la única posibilidad productiva es la ganadería.
“Mendoza lleva más de una década de sequía, una situación que afecta a toda la región e incluso a Chile. De hecho el período se ha denominado como la “gran sequía”, por la extensión en el tiempo. No hay registro de una contingencia de esa magnitud. Por eso la producción está afectada.
“El Departamento General de Irrigación, por ejemplo, ya no considera la declaración de emergencia porque se toma como situación “dada” la falta de agua. Y comenzaron a cambiar el enfoque para otorgar agua a demanda. También se generaron otras condiciones para los usos de agua. La falta de ese recurso vital afecta también la vida cotidiana, como el agua para abastecimiento poblacional.
“La declaración de emergencia y desastre detona un proceso para que los productores accedan a ayuda. Para ello, deben cumplir dos pasos:
“Certificar la proporción del daño sufrido en cada uno de los cultivos en producción de los inmuebles rurales inscriptos en el Registro del Uso de la Tierra (RUT), respecto a la producción total anual que presumiblemente se hubiera logrado, de no acontecer algunas de las contingencias aludidas en el artículo 1 de la presente Ley.
“Certificar la proporción de daños sufridos en cada uno de los cultivos en producción de los inmuebles rurales inscriptos en el Registro del Uso de la Tierra (RUT), que afecten seriamente la futura capacidad de producción del mismo, lo que se materializará en el ciclo agrícola siguiente, según lo establezca la reglamentación de la presente Ley.
“Mdzol.com
“21 de diciembre de 2022”.