De niño asistí a un colegio confesional católico. Como es lógico tuve como materia Religión. Recuerdo que una chica joven, muy dulce, fue la docente que nos contó la historia de Jesús, un relato del evangelio adaptado para niños. Fue entonces que ante el relato del trágico desenlace de la vida de Cristo, torturado y asesinado en la cruz, un verdadero instrumento de tortura, por los romanos, me surgió la pregunta que me sigue sonando lógica: ¿por qué si los romanos mataron a Jesús el papa vive en Roma? La respuesta fue llamar a mis padres para averiguar qué cosas me decían en mi casa. Mis padres quedaron totalmente sorprendidos y yo nunca tuve una repuesta.
Pasó la escuela primaria y también la secundaria en la que no tuve Religión sino Teología. Yo no volví a preguntar pero todo lo aprendido tampoco me dio respuesta.
Décadas después, en las búsquedas que siempre nos quedan reapareció la pregunta, pero para esto debo hacer una pequeña introducción recordando el evangelio y cómo fue la vida de los primeros cristianos.
En la primera entrega de este pequeño ensayo intentaré hacer un breve análisis histórico de los actores y las circunstancias que llevaron a la crucifixión de Cristo.
Hace 2000 años Jesús, un pobre entre los pobres, que predicaba un mensaje solidario e igualitario fue detenido, torturado y condenado a muerte por el método de crucifixión, tortura por antonomasia, morir como consecuencia de la tortura, tortura como escarmiento, tortura para que otros no se atrevan a cuestionar el orden instituido por los que dominan.
¿Quienes hicieron esto? los romanos, que en esos momentos dominaban y ocupaban militarmente el territorio habitado por el pueblo de Israel. Ellos ejecutaron la pena aunque su dirigente, el gobernador Poncio Pilatos no lo creía necesario. El pedido surgió de las estructuras del poder del pueblo de Israel y la multitud, según el evangelio, acompañó este pedido. El más entusiasta en plantear la necesidad de la muerte de Jesús se llamaba Caifás, sumo sacerdote del Sanedrín, institución político religiosa colegiada y suprema del pueblo de Israel.
¿Y quién era Caifás? Era el representante de la secta de los Saduceos, secta era análoga a partido político religioso en aquellos tiempos en Israel. En una teocracia como la israelí, las parcialidades políticas se reconocían como sectas; así podemos mencionar a los Esenios, los Zelotes, los Fariseos y por supuesto los Saduceos.
Vale la pena hacer un comentario sobre estas sectas ya que si bien no todos los pobladores participaban de ellas, como han sido los partidos políticos a través de la historia, representaban en su sumatoria la voluntad de la mayoría de los integrantes de la comunidad, aunque estas voluntades fueran disímiles. Como también ha sucedido y sucede, el poder real no residía en las mayorías numéricas sino en los poseedores del mayor poder económico.
Pero hagamos un breve comentario sobre sus orígenes y derroteros, y fundamentalmente sobre sus creencias y manifestaciones.
Hay múltiples referencias a la existencia de la secta de los esenios. Se los menciona como originados durante la dominación de Israel por los seléucidas y en tiempos de la rebelión Macabea, o sea alrededor del 160 aC. Se refirieron a ellos autores como Plinio el viejo, Flavio Josefo, Filón, Hipólito de Ostia y otros; y modernamente cobraron actualidad a partir de los hallazgos de los “rollos del mar Muerto” en la región de Quram entre 1946 y 1947 por parte de pastores beduinos. En estos ‘rollos’, que se les adjudican, estaría su norma de conducta y su doctrina que muchos autores relacionan con el cristianismo, con el evangelio predicado por Jesús. En todo caso lo importante es conocer en qué creían y a quiénes representaban. Son llamativos desde su nombre. Las lenguas que se hablaban en el Asia menor en esa época eran el arameo, el griego, el hebreo, el siriaco y el árabe. El origen de su nombre, según los distintos idiomas podría significar santos, piadosos, hacedores o médicos. Eran pacifistas, algunos célibes y otros casados pero estrictamente monógamos, cuando ingresaban a la comunidad sus bienes pasaban a la comunidad, y al igual que los frutos de trabajo personal se distribuían según sus necesidades quedando los excedentes para huérfanos, viudas, desempleados, mujeres solteras mayores, forasteros o esclavos fugitivos que sin ser parte de su comunidad requirieran ayuda. Según los rollos mencionados se llamaban a sí mismos comunidad de los santos, congregación de los pobres o asamblea de los numerosos. Según Flavio Josefo, en el siglo I había un barrio esenio en Jerusalén, de unas 4000 personas.
Los fariseos son -aparentemente- la secta más antigua de Israel. Sus orígenes se remontan según ellos a la cautividad babilónica, esto es entre el 587 y 536 a.C. Supuestamente la secta desaparece después de la destrucción del templo de Israel por los romanos, en la rebelión del 70 d.C.; pero se considera que fueron la base litúrgica y ritual del judaísmo rabínico, el más numeroso en la actualidad.
¿En qué creían? Creían en la libertad humana, algo así como el libre albedrío, el destino podía influir pero el humano no era un juguete en manos del destino. Creían en la inmortalidad del alma. Creían en los castigos y recompensas eternas, había concepto de infierno y de premios. Creían en la resurrección, los buenos recibirían un nuevo cuerpo para toda la eternidad. Creían en las obligaciones rituales, respetar las tradiciones, oraciones y ritos de adoración. Y estaban dispuestos a la búsqueda de influencia política en la comunidad de Israel.
En general eran trabajadores y comerciantes y es de destacar una diferencia en sus creencias con los esenios. Ambos grupos reivindicaban la observancia de la ley mosaica pero había una diferencia. Según Mateo 12-11, mientras los fariseos estarían dispuestos a rescatar un animal accidentado en el día sábado, se negaban a curar a un enfermo por respetar el día sagrado; los esenios priorizaban la solidaridad con el enfermo.
Los saduceos o zadoquitas se presentaban como descendientes del sumo sacerdote Sadoq de la época de Salomón. Sadoq significa justicia o rectitud, por lo que saduceos pueden interpretarse como los justos o los rectos. Como grupo político parecen haberse generado en el siglo II a.C. Se encuentra referencia a ellos en la rebelión macabea contra el imperio seléucida que pretendía helenizar todos los ritos imponiendo su politeísmo. En esta rebelión saduceos y fariseos coincidieron. A lo largo de la historia por momentos coincidieron y también tuvieron graves enfrentamientos en los que los saduceos reprimieron gravemente a los fariseos. Alejandro Janeo, que reinó del 103 al 76 a.C., reprimió un levantamiento fariseo crucificando a 3.000 de ellos. Algo tuvieron en común, ambos grupos supieron aliarse con imperios dominantes para dirimir sus diferencias legitimando así la dependencia de Israel con imperios de turno, si bien esta fue una característica permanente de los saduceos, según se verifica en los escritos de Flavio Josefo. Los saduceos que existieron como secta/partido político hasta unos 100 años d.C. estaban constituidos por los ricos de Israel, eran el partido de la aristocracia. Se dice que no creían en la inmortalidad del alma ni en la resurrección, por lo que si alguien era bueno, dios lo premiaba en vida, por lo tanto si eran ricos, eran buenos. Aquí hay que destacar que no han quedado escritos propios que certifiquen sus creencias y mucho de lo que se sabe de ellos fue aportado por sus detractores. Si, hay algunas discusiones entre Jesús y los saduceos que figuran en el evangelio y tienen que ver con lo antedicho, de lo que no hay duda es que su sector estaba integrado por los ricos de Israel y de que eran los que mejores relaciones tenían con el imperio romano que los sometía.
Los Zelotes fueron una secta religiosa apegada a la Torah, equivalente al Pentateuco para los cristianos, y altamente combativa en contra de la ocupación romana. Se supone que fue iniciada por Judas el Galileo, en oposición al censo ordenado por los romanos en el inicio del siglo I d.C. y por el que María y José debieron trasladarse a Belén. Su sector más combativo fueron los sicarios, que armados de un cuchillo llamado sica o sicar, que llevaban oculto entre sus ropas atacaban tanto a romanos como a judíos que consideraran colaboracionistas, lo que los enfrentaba tanto a saduceos como a fariseos. También es probable que algunos de ellos hayan visto a Jesús como un probable mesías que los liberaría del yugo del imperio romano. Recordemos que uno de los apóstoles fue Simon el Zelote, que no es el mismo que Simón Pedro. También algunos historiadores piensan que Judas Iscariote podría haber sido Judas el sicario. Por otra parte cabe recordar que Barrabás, según los evangelios estaba preso por sedición y homicidio, por lo que se interpreta que era un zelote. Al elegir a quién liberar por la Pascua es probable que la multitud popular a la que consulta Pilatos, conociera más a Barrabás que a Jesús y se sintiera representada por él.
En todo caso lo concreto es que los saduceos que manejaban el Sanedrín, una estructura senatorial de Israel, fueron protagonistas en exigir la muerte de Jesús al que consideraban su enemigo, fueron apoyados por los fariseos y por la multitud. Dadas las características del mensaje evangélico y la asociación doctrinaria con los esenios, es probable que los saduceos sintieran amenazada su riqueza y sus propiedades, cosa que los romanos no cuestionaban, por lo menos hasta ese momento, ya que en la última guerra judeo-romana del 67 al 73 d.C. Israel fue destruido por Roma y su población condenada a la diáspora.
Al margen de las creencias de judíos y cristianos, aparecen los conflictos políticos con un imperio opresor y por otro lado el clásico conflicto de clases entre dominados y dominantes, a su vez cómplices del imperio opresor. Un modelo que se repetirá en la historia desde sus inicios hasta el presente.
En la próxima entrega, el cristianismo primitivo.
Columnista invitado
Daniel Pina
Militante. Ex-preso político. Médico especialista en Terapia Intensiva. Jefe de Terapia Intensiva del Hospital Milstein. Psicoterapeuta dedicado al tratamiento de Trastornos post- traumáticos.


