El virrey Stanley o los argentinos. Quien va a decidir nuestro destino: ¿las mafias judicial y mediática? El pueblo quiere gobernar y los títeres, mascotas, cipayos, mercenarios y zombies, quieren impedirlo.
En 1955, perdimos todos: especialmente, los trabajadores -de uno y otro lado-. Muchos arremetieron contra el gobierno popular, porque las mentiras y los sabotajes, enturbiaron todo. Cuando el frío análisis, de políticos, sindicalistas, jueces, militares… tuvo efecto, ya era tarde y Perón ya se había ido.
Quienes quedamos al frente de la Resistencia, lo vivimos. Hasta el 9 de junio fue insuficiente y entregado. Ya era imposible, todo. Y estábamos proscriptos, todos. Hoy, también lo estamos. Quien diga que no está proscripto, está con el virrey y con la mafia. Quien diga que hay libertad y estado de derecho, está con la mafia.
Estamos todos presos y sin democracia, hace mas de siete años. Los cuatro primeros, fueron de lo peor que le pasó a la República, junto con el vaciamiento y entrega de Menem. Fue una dictadura descarnada, pero nuestro penoso gobierno, lo negará, como legalizó la evasión y la estafa Macri/FMI (EE. UU.). y lo hará, porque, además, legalizó y naturalizó los secuestros de personas (privación ilegítima de la libertad).
Yo llevo mas de siete años preso, junto a Milagro, De Vido, Amado, D’Elía, Jaime y todos los que siguen presos (políticos y sociales). La ausencia del gobierno y el Estado, son patéticos. No se avanzó, jamás, en el camino de la defensa y la soberanía. Ni frente a una miserable y despótica CSJN (de 4 miembros, súbditos del Imperio, cobrando, o robando, del pueblo y del norte, vergonzosamente).
No otra es la siniestra y patética giusticia; que se debate, entre la anomia; las mentiras, a perpetuidad y las libertades públicas -anulándolas-. Solo una reacción en cadena -organizándose y movilizándose-, nos hará libres. Hay que barrer con la desmovilización, impuesta por todos los poderes e impulsada por el gobierno, la CGT y los movimientos sociales.
Lo del ’55 no debe repetirse. Cuando militantes de diversos partidos, se sumaron a la resistencia, el drama estaba en camino. Frondizi, Alsogaray (¿te suena? -y quienes estuvieron con él siempre-), Acevedo, Federico Pinedo, se encargaron de abolir la libertad de dirigentes sindicales y peronistas (proscriptos), sin ferrocarriles -convirtiendo en pueblos fantasmas, a muchísimas localidades-.
Un verdadero desastre (y aun hay quienes hablan de la calidad de estadista de quien sacó de todas las librerías, su libro Política y Petróleo, para entregar los hidrocarburos -fue Illia quien los recuperó-). Mas tarde, Onganía, que volvió a proscribirnos. Venido del norte, para implantar el Plan Cóndor; no pudo, y nosotros, ya marchábamos juntos.
En el Encuentro Nacional de los Argentinos; en el MODEPANA, que era el Movimiento de Defensa del Patrimonio Nacional; estaban al caer -todos unidos, los populares-, el Cordobazo, y el Catamarcazo; el Rosariazo y el Tucumanazo, además de todos los movimientos -armados, o no-, que iniciaron un camino de victoria.
Las 3 A; la CIA y otras manifestaciones cívico-militares, impidieron gobernar y Perón, rodeado y con la salud quebrantada, solo pudo gobernar 9 meses, Con la ayuda de José Ber Gelbard y enfrentando a López Rega.
Desde el ’55, hasta el 2003, debieron pasar 48 años de lucha, para volver al peronismo, entonces, ya, como un frente nacional, popular y revolucionario. No debemos repetir tan terrible experiencia (menos, aun, la de nuestros 30.000). Digamos, como Perón: ¡Ahora o Nunca! y no permitamos mas maniobras dirigidas a burlar la voluntad del pueblo.
¡SOLO EL PUEBLO SALVARÁ AL PUEBLO!. DE NO TERMINAR CON LA MAFIA, LA MAFIA ACABARÁ CON NOSOTROS. EVITEMOS MAS DAÑO Y HERIDAS, QUE NUNCA CICATRIZAN. NOS FRUSTRAN Y ESCLAVIZAN. Resolvamos nosotros, por nosotros, ya que el camino está empedrado por cipayos, mercenarios y mafiosos, de adentro y de afuera. Ellos son los que se quieren apoderar de nuestro destino, una vez mas.
16 de febrero de 2023
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.


