Creo que debemos celebrar cualquier iniciativa que promueva avanzar con memoria, verdad y justicia, tres de las naderas que flamean bien en lo alto de esta Democracia que supimos construir, a pocos meses de celebrar sus 40 años ininterrumpidos. Recuerdo como si fuera hoy cuando recién salíamos de la larga noche dictatorial -que duró 7 años- y no avizorábamos tantos años seguidos de libertad y república. Claro, porque desde 1930 hasta 1983 se habían sucedido varios golpes de Estado.
232 fueron los periodistas detenidos desaparecidos y en su recuerdo focalizaron el desarrollo de esta idea “Gonzalo Knees y Luna Falco, estudiantes de la Tecnicatura Superior en Comunicación Social para el Desarrollo del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica (ISFDyT) Nº 89 “René Favaloro”, de Mar de Ajó”. Es positivo avanzar con lo que tengamos para que no nos gane la desmemoria, que nunca resulta ser buena consejera. Máxime en casos como este, cuando se trata del fascismo.
Lo peor que puede pasarle a una comunidad es que no halle vasos comunicantes para observarse desde las problemáticas que le tocó atravesar. Por otra parte, todos tenemos el mismo derecho a relacionarnos con esos escabrosos temas del pasado del modo que lo consideremos. Los ámbitos educativos suelen resultar forjadores de corrientes de opinión que, en forma rápida y concreta, permean la propia comunidad de origen a través de las familias y las amistades. Desde allí miran lo que ocurrió.
“Educación y derechos humanos
“Cómo enseñar la memoria: estudiantes arman un álbum de figuritas con desaparecidos de la última dictadura
“Pertenecen a un terciario de Mar de Ajó. Lo pensaron en el marco del Mundial de Qatar y lo centraron en trabajadores de prensa víctimas del Terrorismo de Estado. La pedagogía contra el olvido.
“En el país de los pañuelos blancos y los siluetazos, la memoria muta para emerger de mil formas posibles. Para decir presente. Esta historia se remonta a unos meses atrás cuando, en el marco de los 40 años de democracia, un grupo de estudiantes terciarios usó el clima mundialista previo a Qatar 2022 para gestar una nueva forma de hacer memoria: completar un álbum de figuritas. Tiene la gráfica del Mundial de 1978 y 232 espacios vacíos, para llenar con los nombres y rostros de trabajadores y trabajadoras de prensa desaparecides durante la última dictadura cívico-militar.
“Se le ocurrió a Gonzalo Knees y Luna Falco, estudiantes de la Tecnicatura Superior en Comunicación Social para el Desarrollo del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica (ISFDyT) Nº 89 “René Favaloro”, de Mar de Ajó. El proyecto surgió cuando se acercaba la conmemoración de la Noche de los Lápices en 2022. Para ese 16 de septiembre estaban convocados a participar en el encuentro Mar de Lápices, organizado por un instituto de Santa Teresita.
““Nace en busca de llevar algo para presentar en ese evento. Yo agarré el Mundial del ’78 y el fútbol. Me reapropié del tema de pegar figuritas por el Mundial, pero lo llevé para el lado de la memoria –cuenta Knees (22), alumno del último año de la tecnicatura–. Pero no podía hacer 30 mil figuritas, entonces el álbum es de trabajadores de prensa registrados como desaparecidos”.
“Memoria interactiva
““Este proyecto busca reapropiarse de un repertorio cultural vinculado al fútbol y sus años mundialistas, en búsqueda de generar distintas formas de abordar la Memoria y los Derechos Humanos en las nuevas generaciones”, define Gonzalo Niggli, docente que acompañó el proceso. “Tenemos en nuestras manos un producto que, potencialmente, puede ser trasladado a cualquier ámbito y puede fungir como una herramienta pedagógica interactiva que genera un vínculo más cercano con les usuaries, que son parte fundamental de la construcción del álbum”, plantea. El plan es que otras escuelas conozcan y usen el recurso, como puerta de entrada al tema en los distintos niveles educativos.
“En cada muestra donde se exhibió, el álbum fue completado por el público. Se acercaban a pegar las figuritas de íconos del periodismo y emblemas de la lucha contra la dictadura, como Rodolfo Walsh y Héctor Oesterheld, o docentes como María C. Fernández, quien enseñaba en la Escuela Superior de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. En cada figurita se incluyen además datos sobre medios en los que ejercieron y espacios de militancia.
“Seis estudiantes trabajaron en la investigación y elaboración del álbum. Elaboraron dos ejemplares, con el aporte de la Municipalidad de La Costa. Como no había presupuesto para hacer stickers, las figuritas se adhieren artesanalmente con pegamento: “A la antigua”.
“Futuro
“La memoria siempre está en construcción, y el álbum deja de ser sobre el pasado. Se vuelve presente. Daniel Lacarbonaro, profesor de Historia y el mayor del grupo, encontró en el listado de trabajadores desaparecidos a Norberto Tilot, ex compañero de estudios. “Creía que Norberto había estado desaparecido, pero esto se lo confirmó. Contó que se lo cruzó días antes que lo desaparecieran. Lo vio y le dijo ‘no me saludes porque me parece que me están siguiendo’. Mi compañero se emocionó mucho al recordarlo”, relata Knees.
“Otra «figurita» es Franca Jarach. Militante de la Unión Estudiantes Secundarios y de JTP Gráficos, trabajó en el taller de la Revista El Montonero. Fue secuestrada en la ESMA y asesinada en los vuelos de la muerte. Tenía 18 años. Su mamá, Vera Vigevani de Jarach, también fue trabajadora de prensa y como referenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora dedica su vida a la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia.
“El de Vera es también el nombre del archivo en el que se basó la confección del álbum. Fue elaborado por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), con el trabajo colaborativo de periodistas y estudiantes, que permitió ampliar la lista original a 243 nombres de trabajadores de prensa víctimas del Terrorismo de Estado.
“Una de las personas que participó en el armado de ese archivo es el periodista Diego Pietrafesa, secretario de Derechos Humanos del sindicato. “Este trabajo de rescate de la memoria es fundamentalmente un trabajo a futuro, porque es un trabajo vivo, no se detiene. Recupera testimonios, voces y datos en un constante presente. Todo el tiempo estamos extendiendo la búsqueda y recibiendo material”, destaca. Sorprendido por la existencia de un álbum de figuritas en base a este listado colectivo, remarca: “el archivo es también una semilla, y cuando esa semilla cae en tierra fértil y florece, uno celebra que la muerte y el olvido no tengan la última palabra”.
“La playa y los vuelos de la muerte
“El trabajo de memoria en la escuela 89 de Mar de Ajó continúa. Después del álbum de figuritas, el próximo objetivo es conocer y difundir qué pasó con los cuerpos de personas desaparecidas arrojados desde aviones en los vuelos de la muerte. Y con el sitio al que fueron llevados, hoy devenido museo. La meta es transformarlo en sitio de memoria.
““Estamos investigando la morgue en donde funcionaba la salita de salud durante la última dictadura. Hay muchos datos de las playas y los cuerpos aparecidos por los vuelos de la muerte y que fueron enterrados como NN en el cementerio de General Lavalle. Estamos investigando el transcurso de cuando fueron levantados por los bomberos voluntarios y llevados a la incipiente morgue. Entendemos que es un dato clave para terminar de cerrar la historia de la dictadura en nuestra región”, dice el docente Gonzalo Niggli.
“Entre 1976 y 1977, los bomberos de Mar de Ajó recogieron 16 cuerpos. Alberto Catulo tenía por entonces 21 años y manejaba una ambulancia. “Llevábamos los cuerpos a una salita sanitaria, un garaje, sin refrigeración. Pero después los vecinos se quejaron por el olor. Entonces, los llevaron a Santa Teresita”, contó en 2005 al diario La Nación. “Los que tiraron los cuerpos no se dieron cuenta de que, tarde o temprano, el mar todo lo que se lleva lo trae”, cerró.
“Tiempoar.com.ar
“Luciana Rosende
“29 de julio de 2023”.