¿Tenemos conocimiento de que haya otros animales que rían, además de nosotros?
Habitualmente el humor se asocia a una exclusiva condición humana, sin embargo hay publicaciones de estudios antropológicos que afirman que hay 65 animales, la mayoría mamíferos, terrestres o acuáticos, y algunas aves, que son capaces de reír. Observamos una aparente diferencia entre estas especies animales y nosotros, esto tiene que ver con nuestro desarrollo cultural y con la adquisición del lenguaje. Los niños de nuestra especie se ríen como los otros animales, como una expresión de alegría. En ambos casos hablamos de buen humor y está vinculado al juego. Posiblemente los animales con su risa indican al otro que no lo están agrediendo sino jugando, ya que sus juegos remedan el combate.
Una vez que los humanos adquirimos el lenguaje y comenzamos a imbuirnos fuertemente de la cultura comenzamos a reírnos de otros. Siempre en el humor hay un otro, no puedo pensar en que reiría solo o qué haría humor para mí mismo. El humor implica un otro que ve, un otro que escucha, porque es básicamente comunicación. Implica también la complicidad con un otro u otros para reírnos a expensas de un tercero. Hay humor de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, el poderoso, o el que por lo menos se siente poderoso o identificado con él, se ríe del débil como desvalorizádolo e inclusive deshumanizádolo, o por lo menos poniéndolo en un nivel inferior a él; en cambio el débil se ríe del fuerte cuestionando su poder, el humor para el débil es una trinchera de resistencia ante el abuso que siente que el fuerte hace de él ejerciendo el poder, busca desacralizar ese poder.
Posiblemente el humor y la mentira, ambos elementos presentes en la comunicación, sean dos grandes herramientas de la inteligencia aplicadas a la comunicación. Ambos sirven para ocultar nuestros verdaderos sentimientos e intereses, ambos pueden operar como filtros para lo que desearíamos decir y no podemos de manera explícita.
¿Por qué el humor implica siempre un demérito en la conducta de un otro o inclusive en la propia? Pareciera ser que el humor siempre está condicionado por un fuerte tono moral, eso del deber ser, de lo que está bien y lo que está mal, de lo correcto o incorrecto.
El humor es funcional para traspasar límites, ya dijimos que permite decir como gracia lo que posiblemente no podríamos expresar como demanda específica. Así la ironía, el sarcasmo, la burla, el chiste, son expresiones que siempre tienen detrás una verdad oculta que sentimos inexpresable en el momento humorístico.
El humor puede o no representarnos. Es posible que el gran éxito de Chaplin haya tenido que ver con que siempre representaba un personaje humilde que le complicaba la vida a un poderoso o por lo menos a alguien que simbolizaba el poder, en el caso de los tres chiflados se hacían cargo de la torpeza permitiendo que los demás quedáramos excluidos de ella. Hemos tenido y tenemos capocómicos excelentes como Tato Bores, Fidel Pintos, Gasalla, Perciavale, Capusotto, Pinti y muchos más, todos ellos han expresado el cuestionamiento a lo absurdo, el descontento, el reclamo ante el poder o ante una realidad diseñada por los poderosos y por eso han logrado la representatividad de las mayorías. La gráfica no se ha quedado atrás, desde Tía Vicenta, Satiricón, Humor, y grandes autores que llenaron sus páginas. Actualmente prolifera el humor cibernético, altamente marcado por un mensaje individualista en donde el humor está representado por la burla hacia el otro. ¿Se tratará de bajar a ese otro para que parezca que el que mira tik tok está más arriba? ¿Tontas ilusiones del tiktokero o erradas fantasías del que suscribe?
Columnista invitado
Daniel Pina
Militante. Ex-preso político. Médico especialista en Terapia Intensiva. Jefe de Terapia Intensiva del Hospital Milstein. Psicoterapeuta dedicado al tratamiento de Trastornos post- traumáticos.


