El camino a recorrer exige mucha solidaridad y mucha lealtad. Confiar en el otro será una de las misiones fundamentales. Ello no significa dejar correr, dejar pasar, las incoherencias y las faltas de conducta.
Los dirigentes de movimientos sociales, que nos usaron para ubicarse y para ubicar a su grupo, gobierne quien gobierne, como se puso en evidencia en los últimos y penosos ocho años, por ejemplo. Si no se autoexcluyen, los excluiremos. Es cierto que no podemos imponer la modalidad, pero el individualismo -también-, debe quedar afuera, porque sabemos que solo la organización, nos puede conducir a la victoria y porque la Patria y los trabajadores -todos-, se encuentran al borde del abismo; al borde de la disolución nacional.
El presidente contaba con el 30 % de los votos y alertados los delincuentes de siempre, que no contaba con estructura ni técnicos, ni profesionales; que no poseía equipo alguno, realizaron el abordaje, sin tener problema. Y lo lograron. Los delincuentes que nos endeudaron por cien años; que saquearon, vaciaron, entregaron; hicieron operaciones financieras -con la complicidad del FMI- y se fugaron las divisas -a guaridas fiscales-, han copado el futuro gobierno.
La gente de bien no es gente de bien; los procesos fueron “limpiados”, por la espantosa mafia judicial, encubiertos ambos, por los medios corporativos y también mafiosos. Criminales de lesa humanidad, que participaron del golpe en Bolivia, con armas y municiones argentinas, están todos allí.
Presentes Bolsonaro y Zelenski -de la misma laya-, solo faltaría Netaniahu, además de los Trump y Biden, jefes de invasiones y genocidios, representando a quienes financian la barbarie. Ello, porque los exacerbados de extraviada psiquis, que no tienen equipo, ni nada, pero responden a ideologías trasnochadas, nazi sionistas y del “anarcocapitalismo” -como una demostración mas, de su vesanía y desequilibrio pernicioso-, se consideran súbditos del poder internacional, pretendiendo arrastrarnos a todos a un camino brutal y sin retorno.
Cómo se puede decir que el pueblo debe sufrir 24 meses, después de la tierra arrasada de los primeros cuatro años, -en que se avasalló todo desde las leyes, hasta las instituciones y la propia gente- y de los últimos cuatro, en que legalizó y naturalizó la inédita barbarie, en particular, al firmar con el FMI una deuda nula de nulidad absoluta, sin debatir nada, tal vez, para quedar bien con su amo, que no es otro que el de la gavilla de 2015/2019.
Una vez mas el pueblo paga una deuda nula, de nulidad absoluta, garantizada con los recursos de una Argentina potencia, atada al carro de los mayores invasores y genocidas de la historia. No firmaron el acuerdo con el BRICS, que hoy se rechaza y se vocifera contra Brasil y China, nuestros principales socios, comprando nuestras exportaciones.
Hacen gala de su adicción al cipayismo ciego, frente -reitero-, a un cuadro patético, atándonos a una potencia que invadió mucho mas de 300 veces desquiciando, matando a millones de ciudadanos, de todo el mundo (invasión y genocidio, sin olvidar que colaboraron con Inglaterra y Pinochet, en el asesinato a mansalva de nuestros hijos, en Malvinas y fuera del área de exclusión, al hundir el crucero General Belgrano.
China, por su parte -que es la nación mas poblada del planeta-, jamás invadió a nadie (como nosotros mismos). Nuestra espantosa verdad es la realidad y excede los sentidos. Nadie puede quedarse dormido, en la reposera del personaje atroz, que hace gala de su impunidad, en la política, en la economía y en el fútbol.
La muerte nos acosa, por la violencia o por el hambre (que -también-, es violencia). Unidos y organizados, solidariamente, con templanza pero -sin hesitar- avancemos codo a codo, que la Patria nos llama y el pueblo todo, espera.
7 de diciembre de 2023
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.


