Cuando uno se come la curva lo primero que debe hacer es bajar un cambio. Es lo que me pasó antes de ayer por la tarde al ser rebatido -no por una sino- por tres fuentes distintas. La oficial, desde ya, pero también por la de un par de medios, uno de los cuales tuvo el mismo inconveniente que yo. No pateo la pelota afuera, asumo hacerme eco de un dato que pensaba chequeado, ya no importa por cuál medio digital, que vos pudiste ver publicado en nuestro diario.
La cosa es que antes de ayer te conté que un empleado municipal, al enterarse que era despedido, boxeó al Secretario de Gobierno y a Ricardo Mansur, Intendente de Rivadavia. Desde aquí podés acceder a la nota de marras. A estas alturas poco importa si la fuente, ubicada en alguno de los rincones del Este, quería meter vasa a través del libelo o si fui víctima de una operación politiquera que se hallaba detrás. Más allá de eso, nunca “la culpa no es del chancho sino de quien le da de comer”.
Aclaro que si bien lo publicado realmente ocurrió, me hacen saber que no se trataría de ninguno de los familiares del ex intendente Miguel Ronco, de Cambia Mendoza, Rogando las disculpas del caso para quienes se hayan sentido agraviados, busco la salida más digna al papelón. Convengamos que una cosa es la opinión y muy otra el dato. La zancadilla vino de allí. Me congratulo de los yerros de orden profesional siempre y cuando luego encuentre la voluntad de rectificarme
Recuerdo esa anécdota que involucra a un periódico inglés al equivocarse nada mas y nada menos que en un obituario de alguien importante. Sin embargo nunca jamás se retractó. Años después, al otro día del deceso comprobado del sujeto publicó “como dijimos el día tal, de tal mes, de tal año…”. Magnífico recuerdo para sopesar los distintos caminos. También para darle marco, máxime -y justamente por eso- cuando vivimos en una mass media en la que las fake news están a la orden del día.
En nuestro diario siempre se encuentra a tu disposición el libro de quejas, que no es otra cosa que el derecho a réplica. Un amigo soñó una vez con hacer un medio que se dedicara solo a tal cosa. Tengo lista una herramienta que voy a echar andar en lo sucesivo. Me refiero a la figura del Defensor del Cibernauta, como han dispuesto los diarios más importantes. En definitiva, metí la pata. Tuve un herror… ¡eh, digo… un error! Sabemos que nadie nació sabiendo. En mi caso, sigo aprendiendo.
Marcelo Sapunar
Director / Editor