(viene de la edición anterior)
Guillermo “El 0,8 %” Moreno -como genialmente lo rebautizara el periodista Horacio Verbitsky- está puesto allí para dividir el campo nacional y popular. Llama la atención que todos sus cañones los apunte contra el compañero Axel Kicillof, Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, ex legislador, y ex ministro de Economía de Cristina. Se trata, mas allá de quienes siembran dudas en nombre de intereses oscuros, del primer mandatario provincial del distrito más importante y con mayor población de nuestro país.
Es decir que el devenido comentarista mediático que se pasea por canales, radios y diarios como si cualquiera pudiera hacerlo -vaya a saber quién o quiénes pagan su tarea y los espacios de que dispone- apunta con precisión al emergente más claro hacia el próximo tiempo argentino. Recordemos siempre que la ex Presidenta Cristina Fernández está proscripta, por lo que hay que exigir que le permitan presentarse a las próximas elecciones nacionales. Pero como la derecha oligárquica controla al Poder Judicial, vaya a saber si tal cosa ocurre.
Uno de los advenedizos de lo que queda del “albertismo”, que tanto daño produjo a los argentinos en general y al peronismo en particular, muy suelto de cuerpo me dijo que la lideresa ya estaba vieja. Le pregunté si sabía qué edad tenía el ex Presidente Juan Domingo Perón cuando comenzó su tercer mandato. Claro, el advenedizo nunca leyó ninguno de los libros de Perón como tampoco vio cualquiera de los discursos de Cristina. Es decir, avanza entre obstáculos con los ojos vendados. Deja que lo lleven de la mano, más bien a tontas y a locas.
Llama la atención el tiempo y a energía que destinan a atacar, cuestionar y ningunear a Cristina -tres variantes de las múltiples que utilizan para lograr su objetivo-, cuando en Casa Rosada el Presidente Javier Milei controla que nos les falte ni aceite ni combustible a sus motosierra y licuadora horribles. En el barrio solemos señalarlos como enemigos del pueblo, aunque muchos de ellos hasta quizás sean afiliados al Partido Justicialista. Cristina siempre estará asociada a las grandes reformas que llevó adelante junto al ex Presidente Néstor Kirchner.
Porque como bien nos recuerda siempre el querido amigo y compañero Carlos Benedetto, otro de nuestros columnistas invitados, el peronismo es un hecho cultural que nació sin partido y caló profundo en las masas populares a partir de la pretensión de ampliar las conquistas sociales para beneficiarlas, más allá del predicamento del conservadurismo que siempre hallaba un lugar para la concordancia con la oligarquía. Cristina si que supo, porque quiso, empujar la lapicera y lograr una serie de conquistas necesarias.
Esas sumatorias la dejarán alojada por siempre en lo mejor de la historia política argentina. También llama la atención escuchar a algunas personas decir que el ex Presidente Alberto Fernández fue tibio o que “fue un boludo”. Me temo que no. Ese señor que se las tomó a España luego de abrirle la puerta del gallinero al zorro, nos traicionó a todos incumpliendo las promesas electorales. Claro que muchos de los que hoy miran para otra parte fueron cómplices directos e indirectos de sus políticas de tapón, porque pasa eso sí trabajó con ahinco.
Muchos de los integrantes de nuestro pueblo vuelven a mirar a Cristina como la esperanza que sigue siendo, en lo personal y a cargo de un liderazgo único e intransferible. Está en el país y sigue militando a favor de la Patria. Harán hasta lo indecible para terminar con su legado y sólo estarán regándolo. La negarán muchas más de tres veces, como hizo el que no se atrevió ni con Vicentín ni con la libertad de la compañera Milagro Sala. El paso del tiempo y el hambre, han de poner las cosas en su lugar. Aunque la historia la escriban los que ganan.
(continuará)
La yapa será siempre la misma, una de sus destacadas intervenciones públicas que hicieron historia. En este caso Cristina anuncia la reestatización de las jubilaciones, el 21 de octubre de 2008.


