(viene de la edición anterior)
La discusión en torno a la corrupción es una verdadera trampa mortal por mil motivos. En un punto depende de quien se refiera a ella, por tanto cuando tal cosa viene desde la hegemonía mediática que habla en nombre y representación del Poder real, hay que “escucharla con pinzas”. Se trata del mismo que ve la realidad con un ojo tapado, por lo tanto no forman parte de sus registros todos los chanchullos por medio de los cuales se sostiene la ultraderecha desde siempre, en buena medida acuñada en los procederes de la mafia.
“Donde hay poca justicia es un peligro tener razón” dicen que escribió Francisco de Quevedo. Por otro lado la tan repetida “a las pruebas me remito”, no suele ser una frase muy utilizada por los jueces de ese agujero negro al que llamamos Tribunales de Comodoro Py. Lo digo porque a la ex Presidenta Cristina Fernández la sentenciaron sin una sola prueba mientras que en el caso del ex Presidente Mauricio Macri, con abundante data en muuuchas causas, lo sobreseen siempre a tiempo. Nuestros Poder Judicial hace agua por todos lados.
Cuando podés probarlo entonces avanzá, de lo contrario no es casual que se valgan del low are para proscribir a la única persona por la que volveríamos a votar millones y millones de argentinos. Ni a mi ni a vos nos consta la honestidad de nadie. No somos ni jueces ni fiscales como para negar o aseverar en sentido alguno. Pero debemos ser fieles guardianes de la presunción de inocencia, que está destinada a beneficiar a todos y cada uno de los ciudadanos. Lo que está claro es que hubo gobiernos que estuvieron a favor de las mayorías populares.
Sin embargo, en vez de utilizar esta referencia para no echar a perder la brújula, muchos compañeros y compañeras se dejaron ganar por la idea de la corrupción asociada a los gobiernos del ex Presidente Néstor Kirchner y de Cristina, gran logro de los corruptos de toda corrupción que siempre respondieron a los designios oligárquicos. Te repito que no me consta quien es honesto y quien no, en todo caso eso debe determinarlo un tribunal imparcial, como es de usos y costumbres en el ámbito judicial (al menos así siguen mencionándolo).
Lo más probable es que Cristina no haya decidido abandonar el gobierno del ex Presidente Alberto Fernández -traidor de traidores que ocupa la pole potition junto al ingrato recuerdo del ex Presidente Carlos Saúl Menem-. porque fue quien le aportó los votos que lo hizo triunfar. Pero también porque enfrente todo era peor. A las pruebas me remito, ya que hoy gestionan aquellos opositores y así nos va. Fueron decisivos la responsabilidad que le cabe como militante política -algo que reivindica siempre con orgullo- y hacer sopesar su ojo de estadista.
Falta que le endilguen el hecho que protagonizó Daniel Scioli, cuando aceptó el encargo de su verdadero jefe, Eduardo Eurnekian y abrazó “las banderas” del narcocapitalismo anarco colonialista. O que den pena -o rabia, o todo junto- los tibios gestos de algunos aliados que antes supieron habilitar a los fondos buitre, respecto de los engendros que la ultraderecha envía al Congreso. Dobleces, agachadas y aceptar un nuevo trabajo por parte de los mismos, sin que les haga ruido alguno. ¡Chupate esa mandarina y no te quejés!
Creo que no debemos abandonar la lucha en contra de su proscripción, que por extensiva es la proscripción de todos y cada uno de los argentinos y argentinas que volveríamos a votarla. Pero que también agrede al resto de los ciudadanos y ciudadanas, ya que baja la calidad del sistema democrático, inclinándolo hacia otras vulneraciones. Todo esto trabajó y trabaja la Escuela de Judas. Por ello, ojalá que estas 7 entregas de la saga de la que me voy despidiendo haya sumado información para separar la paja del trigo.
(continuará)
La yapa será siempre la misma, una de sus destacadas intervenciones públicas que hicieron historia. En este caso Cristina hace el lanzamiento del plan de vivienda única familiar “Procrear Bicentenario”, el 12 de Junio de 2012.



