Cuando se está dispuesto a escuchar a los otros, cobra volumen la experiencia grupal. La otredad toma cuerpo en asocio a las mejores manifestaciones individuales, que en un punto se disuelven en bien del proyecto colectivo. Desde ese lugar debemos observar el viaje que realiza María Teresa “Guni” Cañas, siempre lista para pedir su turno, en el necesario aprendiza de reconocer a los demás. No nos lo han contado, solamente. Ha sido un placer verla cuidando que las piezas vayan encajando en cada momento.
La elegí porque es una de las personas clave en el andamiaje de redistribución de la palabra, que viene cargado de verdades a flor de piel en tanto experiencias personales. Claro que en el caso de las asambleas, allí pueden conocerse al detalle y es eso lo que sirve al objetivo de perfeccionarnos en cada una de nuestras prácticas. La vida en comunidad se sostiene en seres humanos como esta mujer que se hace cargo de su parte. Aquella mañana siempre estará entre mis mejores recuerdos, tratando temas de fondo entre sonrisas genuinas.
El lugar elegido fue el bar Pukka, de San Martín 891 de Ciudad. Su agradable diseño y correcta ambientación dieron marco a la charla, compartiendo un rico café. Lo demás fue creciendo al influjo de la propia tenida y un tema llevaba al otro. Lo ambiental, claro está, estuvo en el centro de los abordajes, puesto que la temática sigue siendo prioritaria en el desierto en el que vivimos. En esta tierra estamos más que autorizados a decir, por experiencia vital, que “el agua de Mendoza no se negocia”. Vos también podés hacer tu parte.
Entrevista: María Teresa “Guni” Cañas, 3 de julio de 2024
De puño y letra
Guni
“Soy María Teresa Cañas, me dicen Guni. Nací y me crie en estos pagos. Me formé en un hogar de cariño y cuidado, por parte de mi madre y mi tía que me cuidaron. De grande, la figura de mi padre se hace muy presente. Estudié Bromatología y el profesorado de Biología, lo que me permitió ejercer la docencia en diversos ámbitos. Actualmente estoy jubilada. Soy hija, hermana, amiga, madre, abuela, compañera, hija de esta tierra.
“Mi actividad militante es variada, siempre en espacios horizontales, asamblearios, de participación activa, mi primer lugar es la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza, luego también en mi asamblea territorial, la Asamblea por el Agua y los Bienes Comunes de Luján de Cuyo. También integro la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la UNCuyo (actualmente estamos en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales), colectivos ecofeministas (Las Pibas del Agua y Feministas Antiextractivistas del Sur) y, lo que define mi futuro de campesina, estoy en la organización Crece desde el Pie”.


