El compromiso con Marcelo y con los lectores en mi segunda participación en este diario se vio intervenido por las palabras del vocero del presidente Javier Milei. Y todavía me reservo no nombrar a ese que no nombró a Maradona. Porque es cierto que hay tipos que tienen cara de vivos y muchas veces no lo son o nos terminan engañando cuando después logramos conocerlos en profundidad.
Pero un tipo con cara de imbécil, con cara de pelotudo, es muy difícil que no lo sea. ‘Mirá la cara de boludo que tiene’, decimos nosotros en el barrio, en el colegio, en la placita o en club. ¡Qué cara de boludo, qué pelotudo! ¿De dónde salió? ¿Quién lo trajo? Y la pregunta surge porque claramente ese fulano al que miramos incrédulos no pertenece a estos lares, es más, creo que este flaco no pertenece a esta tierra.
Pero demostrarlo, así, tan abiertamente, y ante todo el público, evidenciarlo. Porque claro, intentan distraernos para robarse la guita, para esconder la pobreza, como escondían la comida, claro que lo hacen para distraernos. Pero al mismo tiempo su intención es denigrar, su intención es borrar el pasado, su intención es ocultar a un tipo que no les gusta y tengo un montón de pensamientos y de cosas para expresar de por qué a ellos no les gusta, pero prefiero saltar esa medianera e ir por otros lares, porque más allá de la idea que tenga, acá hay una cuestión de piel, acá hay una cuestión de química.
Y se hacen los pícaros, los vivos, intentando esconder a Maradona, intentando encontrarlo como alguien más, cuando todos esos zurdos que nombró, porque no solo nombró a los deportistas sino también, a músicos, a artistas, entre ellos Cerati y Charly García, quienes obviamente, hubieran estado en la vereda opuesta a la del vocero.
Seguramente, en cualquier momento, Charly saldrá a defender a su amigo Diego y no me quedan dudas que en su intimidad el gran Carlos Alberto García Moreno, habrá dicho ‘Say No More’, lo hubiese mandado a callar, le hubiese cerrado la boca con alguna típica frase de este genio zurdo y de pensamiento profundo. Y sí, porque así somos los argentinos que yo defiendo, los argentinos que yo quiero. Los argentinos que quiero como amigos. Y no estoy diciendo que Charly García y que Maradona son mis amigos, hubiera sido mucho privilegio para mí, sino que mis amigos, los que se reúnen conmigo, los que se pueden abrazar conmigo, son los que abrazan a Charly, abrazan a Maradona y no lo juzgan.
Imagínense que nosotros, pobres, gentiles, tipos de lo más común que puede existir tenemos nuestras angustias, nuestras ansiedades, nuestras tristezas, nuestras incapacidades, nuestros temores, toda esa maraña de errores que forman nuestra personalidad, personalidades horribles que tenemos todos, porque ¿a dónde están los buenos? ¿a dónde están los genios? ¿a dónde están los ejemplos a seguir?
Claro que alguno me dirá Messi es un ejemplo para todos y se porta bien o un tipazo súper educado como el ‘Fideo’ Di María, Claro que sí, pero obvio, y es porque no somos todos iguales y ahí está la cuestión y ahí está el punto, ‘desde qué lugar me paro para juzgar’ como decía el gran Eduardo Sacheri -que ganó el Oscar con el ‘Secreto de sus ojos’, en el cuento ‘Me van a tener que disculpar’-.
Porque a todos nos inspiró Maradona, porque quien les habla hace menos de un mes le escribió una canción que se llama ‘Goles en el cielo’, porque quien les habla hay veces en las que va a dejarle una vela en un mural que pintaron aquí en Venado Tuerto en la cancha de Sportivo Rivadavia y ahí está Diego para mí. Diego es mural, Diego es canción y suena repetido, pero no importa, lo tendremos que seguir aclarando, tendremos que seguir explicando quién es Diego Armando Maradona, porque yo sé que no se fue, yo sé que está ahí, yo sé que está flotando, yo sé que nos está escuchando, ahora mismo creo que me está escuchando, entonces ponerse en ese lugar creyéndose un ejemplo o diciendo quién era un buen o mal ejemplo con el dedo, porque yo escucho que se preocupan por cómo él fue con sus hijas o con sus parejas, siendo que eso es una cuestión personal y queda a menester de sus hijas y sus parejas que de hecho lo quieren, lo respetan, saben todo lo que Diego sufrió, saben todo lo que Diego pasó ¿Quién puede estar internamente tranquilo un solo día de su vida?
Más allá de que hagamos las cosas bien, me pregunto ¿puedo sentirme tranquilo, puedo sentirme tan bueno, puedo sentirme tan limpio? Si yo ofendí, deseé el mal, me burlé, grité, quizás fui desagradecido, descortés, incorrecto políticamente en un montón de oportunidades a lo largo de toda mi vida… así somos todos ¡Así somos todos! Somos personas, ni buenos ni malos, intentando ser un poquito mejor para el otro, no olvidándonos del otro, pero entre yo y el otro primero estoy yo y primero tengo que quererme yo y primero tengo que poder conmigo para poder estar en paz con el otro, desde qué lugar los giles juzgan. Porque puede gustarte o no Borges y sabemos de la ideología de Jorge Luis, pero cuando a mí, un humilde escritor (y me considero así porque hace tres meses saqué mi primer libro, que se trata de cuentos de fútbol) cuando me preguntan, me resulta inevitable nombrar a Borges y ordenarlo en primer lugar.
Después, a lo mejor desde mi falta de profundidad, elijo leer a Sacheri o a Fontanarrosa, me divierten más, los siento más argentos, lo siento más cerca, lo siento más fácil. Porque, aunque lo leí a Borges, lo siento un poquito lejos, pero eso no me invalida a mí a decir lo groso y lo bestia que el tipo fue, el animal de Borges. Y por más que ideológicamente pueda estar en las antípodas de un tipo así, me obligo a respetarlo, porque es Borges. Y en este caso, la sensación es la misma, a Maradona se lo respeta, carajo. A Maradona se lo respeta, porque no sólo les dio goles y alegrías a los que no tenían para morfar, no sólo realizó esa venganza que algunos no la quieren llamar así, pero pregúntenle al pueblo argentino, porque hay algunos desmemoriados, pero hay otros que tienen memoria de elefante y se acuerdan bien, pregúntenle al pueblo argentino qué sentían el día que Maradona le hacía los goles a los ingleses y se me quiebra la voz para poder expresarlo, estoy a punto de llorar como cada vez que hablo de Diego, pregúntenle a los memoriosos de ese momento, a esos ex combatientes que en ese momento aún sentían el dolor por haber sido olvidados, haber sido traídos desde las islas -por la puerta de atrás-, por los milicos, los milicos que los mandaron a morir. ¿O no se acuerdan de eso? ¿Eh? ¿O no saben de eso? Lean el libro de Miguel Savage, ahí van a ver cómo fue tratado el soldado argentino y qué vivió en el antes, en el durante y en el después.
Y mientras esos los despreciaban, va un tipo, un peticito de rulos, vestido de argentino y los elude a todos y les hace un gol increíble y les roba, antes, unos minutos antes, con el gol con la mano, a esos delincuentes de guante blanco, a esos delincuentes que tenían como referencia a Margaret Thatcher, la misma que idolatra el presidente, el mismo presidente que dice que no escucha música popular. Por eso da asco, da asco escucharlo al zapato de Adorni y después de 14 minutos recién lo estoy nombrando, a Maradona lo nombré cientos de veces, como será nombrado a lo largo de la historia. Como dice Cherquis Bialo, Diego será de todos, cuando el día de mañana se hable de Maradona, porque van a pasar 500, 1000 años, 1500 años y como hablamos de Alejandro Magno, como hablamos de Platón, como hablamos de San Martín, de Belgrano, de Güemes, se va a hablar de Maradona, se va a hablar de Maradona, se va a seguir hablando de Maradona, claro, y a vos es obvio que no te va a recordar nadie. Me parece caer en el facilismo porque comparar la profesión de un vocero con la de un futbolista es imposible, nadie está en su casa a los cinco años diciendo que quiere ser vocero del presidente o quizás Adorni sí, me lo imagino todo prolijito con las zapatillitas limpitas, peinado con un lengüetazo de vaca. Yo conocí un caso así, como Adorni cuando yo era chico e íbamos a jugar al fútbol con un vecinito, pobrecito, se ponía la camiseta y el pantalón de Argentina y decía ‘me pongo el traje de Argentina no puedo jugar al fútbol porque me voy a ensuciar y perdón que sea malo, pero aún siento las mismas ganas de pegarle un correctivo, no lo hice en aquel momento y no lo haré ahora porque tengo que intentar acallar esa bestia que me nace adentro y ser políticamente correcto. Diego no lo era y hubiese sido capaz de ir a buscarlo para meterle un buen sopapo a este perejil. Ahora lo chicanean, demostrando además que son cobardes, porque no está para ir a buscarlo. Otra muestra más de este gobierno, que es antipopular, por eso quiero volver al tema de los músicos. El presidente dice que él no conoce de música popular, que sólo escucha los Rolling Stones, y entonces yo me pregunto ¿no conoce a Larralde, a Cafrune, a Edmundo Rivero, al Indio Solari, a Mercedes Sosa? Y Charly García, ese Charly García que nombraron tampoco los representa, no les permitiré nunca que se quieran prender a él.
Y fíjense que lo dejó para el final, y fíjense si lo han considerado importante, que dejó ese punto de su comunicado como lo último del día. Así son: cínicos, antipopulares, cobardes, pero sobre todo, sobre todas las cosas son antiargentinos, porque todos esos que nombraron, a todos esos que nombraron son muy pocos con los que ellos se sienten identificados de verdad, en cambio todos esos que nombraron se sienten total y completamente identificados con Maradona. ¿Ustedes qué piensan? ¿Que a Maravilla Martínez lo identifica el payaso ese que estaba con un micrófono hace unos días hablando? Ustedes qué piensan, que un tipo como Maravilla que dijo llorando que ellos eran extremadamente pobres y que Diego los llenaba con goles, porque Maravilla se acuerda de Diego, porque transitó la década del ’80 en la pobreza y en la década del ’80 estaban los milicos y después Alfonsín, digo por las dudas porque la pobreza existió siempre, pero hay veces que nos quieren hacer creer que es solamente obra de un solo partido político y que justamente es el partido político que admiraba Maradona. ¿Y saben por qué Maradona era peronista? Por su mamá y por su papá, a los que respetaba profundamente a diferencia del presidente que les dice progenitores a sus padres.
Los boludos son como las hormigas, ya lo dijiste Diego. Y sos tan eterno que algunos quieren que seas pasado, pero vos sos el futuro. Los argentinos, los argentinos de bien, los argentinos de buena leche, los que amamos a este país, saludamos a todos esos zurdos, pero sabemos también que a todos esos zurdos, quien los inspiró, sea en el arte, en la música, en el deporte, quieran imitarlo y hasta a veces homenajearlo un poco. Gracias Diego por haber existido, por estar en mi corazón, te amo para siempre,
Y Adorni, creo que ni siquiera existís en el presente, Ray Bradbury hablaba de un cuento que se llamaba ‘Marionetas Sociedad Anónima’, pareces eso, claro que no existís, es más, con un par de elementos, puntualmente destornilladores, podríamos desarmarte, meterte en una caja y reemplazarte, por otro exactamente igual a vos.
Columnista invitado
Ezequiel Martín Rozada
(Venado Tuerto, Santa Fe, 1988). Técnico superior en Periodismo Deportivo y jefe de redacción del suplemento de deportes del Diario Pueblo Regional. Al mismo tiempo, el ‘Loco’ es el cantante de la banda de rock ‘La Vieja Putrefacta’, con la que ha sacado tres discos y escrito la letra de más de 30 canciones. Gracias a su amor por la pelota y la buena voluntad de sus amigos, Rozada fundó un equipo de fútbol denominado ‘Figlio di Puttana’, el cual fue el punto de inicio y musa inspiradora para empezar a escribir su primer libro. En sus comienzos trabajó en radio y televisión, fue relator de la Liga Venadense de Fútbol, pero dejó todo eso para poder ser protagonista de su propia existencia, plasmando sus múltiples experiencias en canciones, cuentos y actuaciones, que siempre salen de una pluma decidora y cargada de verdades.