(viene de la edición anterior)
Como la mamá de Yamila había fallecido en la peregrinación de la Virgen Misionera a ella le pedí que la ayude y guíe.
Había sentido que a lo mejor le podrían haber dado la misma droga que a La China, la burundanga, que causa amnesia temporal. Aunque también podría ser el shock de la separación de su pareja o un problema de la medicación psi.
Justamente cuando escuchaba en el programa de historia de Felipe Pigna, me enteré que era la semana dedicada a los abogados desaparecidos por el Día de las Corbatas.
Me puse a escuchar en la Radio Nacional, La Radio Pública, el programa de Natu Poblet “Leer es un placer”. Era la inefable hora de la cultura según Les Luthiers: lunes a las 3 de la mañana. Mientras, me pregunto ¿por qué promociona la Librería Norte si ella era la dueña de la hermosa Librería Clásica y Moderna donde fuimos para tratar de encontrar el libro “El pulso silencioso” que compré allí cuando a fines del año 1982 estudiaba con Miguel Grimberg en esa librería? Lo recuerdo bien porque fue en la guerra de Malvinas cuando dejé de estudiar Teología en el hermoso Instituto de Cultura Religiosa Superior de la calle Rodríguez Peña a media cuadra de la avenida Santa Fe donde aún seguía la Hermana Clarita, siempre tan amable, cuando pasé a saludar alguna vez que fui a Buenos Aires. Le conté de mis años duros de la Noche Obscura de la Fe del místico español San Juan de la Cruz cuando en la guerra discutía el tema del NO MATARÁS en medio de tanto “Dios es criollo”, que sentí que ese sitio no era para mí entonces. Años después supuse que podría ser un seminario jesuita por la amplitud de estudios y que yoga lo enseñaba una profe egresada de la Universidad del Salvador. Y que tal vez me haya cruzado con el actual Papa en alguna clase.
La Librería Clásica y Moderna no tenía la confitería donde tomamos algo, mientras en la computadora el pibe que buscó “EL PULSO SILENCIOSO” y “EL ASESINATO DE CRISTO” de Wilhelm Reich, editado por PAIDOS en la primavera alfonsinista, me mostró que ya ni figuraban en catálogo.
Cuando escuché a Natu Poblet supuse algo extraño… Tal vez unos sobrinos y a lo mejor un cambiazo de identidad… Y otra vez recordé a la paciente internada en la sala de Traumatología del hospital cuando estuvo internada mi hermana por su accidente y una señora con todos los huesos rotos decía que era docente y que unos sobrinos le habían okupado su casa y, atada a la cama, nadie escuchaba su delirio. Era su Alzheimer, parece. No tenía visitas… Después supuse que su destino sería una internación en ese pabellón de mujeres del hospital Moyano depósito de vaya a saber qué historias.
Me puse a meditar el significado del eclipse que leo tomando mate con unas hojitas de carqueja, yuyo amargo, planta sagrada de los mapuches, para limpiar el hígado de tantas cosas que dan bronca. Porque el hígado es el gran comandante del organismo para la medicina china. Limpia los residuos tóxicos de la sangre, pero me parece que solo con mate amargo se banca. Y tal vez se lleve los añares de tener que soportar tanta turrez acumulada. Papá tomaba su amarguísimo te de carqueja en los tiempos en que cantaba:
“Beber, beber, beber es un gran placer. El agua es pa’ bañarse y pa’ las ranas que nadan bien”.
Estamos a pocos días de entrar en el poderoso mes de septiembre, los movimientos que hemos venido transitando como humanidad y a nivel personal son muy profundos, estamos en un camino donde se nos han revelado profundas realidades, donde las máscaras se han desvanecido y nuestras mentes han logrado reconocer la realidad de nuestro presente… Muchos hemos decidido parar, observar la realidad y en algunos casos hemos tomado decisiones para limpiar nuestro entorno y así permitirnos recibir nuevas y grandes bendiciones; otros, hemos luchado con nuestro presente, hemos juzgado y aún no asumimos nuestra responsabilidad como creadores de nuestra realidad.
Sin importar cual sea tu elección de tomar una actitud pasiva o activa, los movimientos para todos son grandes, hay un cansancio extremo, hay una claridad total de que no deseo más, una claridad de que me merezco y todos hemos podido sentir en nuestro corazón los cambios que debemos hacer, los límites que debemos poner, pero es posible que nuestros miedos, las limitaciones aprendidas y hasta el cansancio nos están llevando al límite…
Es momento de recordar que nuestro propósito en este planeta es lograr la plenitud, la creación en el aquí y el ahora de nuestro hogar, ese lugar sagrado con el que siempre hemos soñado, y tal como lo hemos sentido en algunas oportunidades si es posible, y está esperándonos para recibirlo…
Preparación que nos ha llevado mucho tiempo, pero en la cual hemos avanzado con cada elección que hemos tomado… Este es el momento perfecto de avanzar, de dar un salto cuántico, seguir y actuar desde nuestro corazón, de recordar los seres únicos y maravillosos que somos, de anclar en el presente nuestra esencia y nuestra sabiduría.
Para esto debemos permitirnos terminar de soltar desde lo más profundo de nuestro ser, nuestros miedos, nuestras limitaciones aprendidas, la necesidad de encajar, de satisfacer a los demás; es momento de oír a nuestra alma, de seguir su llamado, de cumplir nuestro propósito de ser lo que realmente somos y vinimos a ser…
Todos estamos siendo recalibrados, nuestro sistema se esta preparando para recibir las bendiciones que nos trae la expansión que vamos a recibir en los portales de este mes de septiembre, estas nuevas recalibraciones están generando a nivel físico un incremento en las alergias, dolores de cabeza, dolores musculares, hormigueos, calambres, vértigo, dolor de oído y un cansancio extremo donde el sueño no logra ser del todo restaurador. Para esto debemos tomar mucha agua y tener una alimentación liviana, sana y consciente.
A nivel emocional seguimos en un carrusel de emociones, transitando profundos miedos y enormes tristezas, una intolerancia generalizada y un deseo de estar con nosotros mismos… Por tanto, es importante que pienses en ti y honres tu sentir, permite que tus emociones fluyan sin juzgarlas así no comprendas su origen, de esta forma retornarás a tu paz interior.
Nuestra mente es como un disco rayado y le cuesta encontrar su centro, lo cual permite que nuestros miedos se incrementen. Debes comprender que estamos en un momento de vida distinto y así sientas que esto ya lo habías vivido comprende que es diferente, porque hoy tienes mayor consciencia y mayor sabiduría y desde este lugar elije avanzar y trascender, decide retornar a ese lugar donde gozas cada situación comprendiendo que todo está en un orden y tiempo divino, así tu mente no lo visualice.
Puedes apoyarte en este tránsito haciendo actividades que te conecten con tu corazón, para que tu mente comprenda que todo está en un orden divino y te permita activar tu certeza y tu paz interior; esto lo puedes lograr coloreando mandalas, cantando o escuchando mantras, rezando, pintando, caminando en la naturaleza, haciendo ejercicio o la actividad que te permita alinear tu mente con tu corazón…
Recuerda que estás plenamente bendecido, acompañado y protegido; si sientes que lo requieres pídele a tus ángeles, a tus maestros, a tus seres estelares que te den señales para que tu mente active tu certeza, una vez lo hagas podrás encontrar plumas, señales en las nubes, números que se repiten, oirás o verás información o imágenes de ellos; porque ellos saben lo que estamos viviendo, son conscientes de la realidad actual y están haciendo todo para que nuestra mente encuentre su centro para poder oír y recibir su guía para crear la plenitud que merecemos… Y todas estas alineaciones y movimientos que hemos vivido están llegando a su punto máximo para que podamos seguir avanzado como humanidad en el proceso de ascensión y para esto debemos cada día tener mayor consciencia de nuestra grandeza, de nuestra esencia, de nuestro propósito y de nuestro origen, porque hoy necesitamos de todo lo que realmente somos…
Fin
Columnista invitada
Lucía Isabel Briones Costa
“Mi pecado fue terrible: quise llenar de estrellas el corazón de los hombres” decía el poeta… Desde los lejanos años de estudiante del profesorado en Historia en la Universidad Nacional del Sur, dediqué mi vida a la educación. En los tiempos previos a la dictadura de 1976 enseñaba en una vieja aula de la Facultad de Agronomía el bachillerato de adultos, tarea compartida con los compañeros, casi todos presos políticos después en Bahía Blanca. Cuando era rector Remus Tetu se hizo una razzia contra docentes, no docentes y estudiantes, especialmente contra los alumnos de Humanidades, Sociología y Economía. Estaba terminando mi carrera, cursando las últimas materias cuando fui detenida y puesta a disposición del PEN, el Poder Ejecutivo de la Nación, durante tres años y tres meses, hasta diciembre de 1978. Estuve en las cárceles de Villa Floresta, Olmos, Devoto y los tres últimos meses en la U20, la cárcel dentro del Hospital Borda, donde un prolijo tratamiento con drogas psiquiátricas hizo borrar totalmente mi memoria. Así me dejaron en libertad, diciéndole a mi padre: “Su hija es irrecuperable, será un vegetal hasta el día de su muerte. Que Dios les de la Santa Resignación”. Gracias a haber encontrado la ayuda adecuada pude recuperar, poco a poco, la razón perdida. Y me fui a La Pampa, donde fui docente de escuelas primarias y secundarias en la pequeña localidad de 25 de Mayo y en el Terciario de Formación Docente de Catriel, Río Negro. Recién en 1997, pude terminar mi profesorado en la Universidad del Comahue, para cuando mis compañeras de promoción de la Universidad del Sur ya estaban por jubilarse. Luego comencé la maestría en Historia Latinoamericana de los siglos XIX y XX, la cual se interrumpió cuando la Universidad no podía pagar a los docentes, varios doctores en Historia. En ese tiempo de docente rural comencé a escribir narrativa, tarea que continué al jubilarme en el bello mar de Las Grutas, en Río Negro. Seguí escribiendo con la alegría de dar un legado en su educación a mis hijas: la mayor psicóloga y la menor, maestra y profesora de Historia, ambas egresadas también de la Universidad del Comahue.