En este mundo de la post verdad, donde se llora la Biblia junto al calefón (bueno, ahora más bien junto a la Inteligencia Artificial (IA)), vemos que las cosas se mezclan, la verdad y la mentira, incluso cuando las dos veces lo dice una misma persona. Es algo así como la oficialización social de los oxímoron como nuevas certezas. Las políticas antiliberales de Milei son calificadas de liberales, y nadie levanta la voz. La ley es de cumplimiento voluntario, optativo, y el individualismo se enseñorea. Se combate la política desde la política. El Estado cae en la autofagia, y las víctimas de eso incluso festejan.
Hace mucho tiempo que reclamados por lo urgente y dejamos a un lado lo importante, que es lo que genera dichas urgencias. Tal el caso de nuestra serie de notas sobre la Constitución Nacional de 1949 (1, 2, 3), que nos vimos obligados a dejar a un lado por un tiempo, justamente por las cosas urgentes que van surgiendo. Pero ahora volvemos al hueso.
Uno se pregunta qué pasa en la mente del voceo presidencial Manuel Adorni, cuando dice que “salario vital y móvil” es un error conceptual. Lo dijo, suelto de cuerpo, en una conferencia de prensa en los últimos días del año.
Nadie le reprochó nada, nadie lo denunció por apología de la sedición contra la Constitución misma y nadie reparó en que ese “error conceptual” está escrito en la misma Constitución, en el artículo 14-bis para ser más exactos. Alguien debería preguntarse, entonces, si cada uno puede “interpretar” la Constitución como se le da la gana, o si se acata sin discutir.
Los dichos del tal “bovocero” entonces se inscriben en la larga lista (por no decir “sarta”) de antiguas manifestaciones absolutistas, pre-Revolución Francesa, cuando hubo un rey que sostenía “El Estado soy yo” (si mal no recuerdo, Luis XIV), y entonces el rey estaba por encima de las leyes y sólo respondía al juicio de Dios; y como Dios estaba representado por los cardenales que formaban parte de la aristocracia que sostenía la monarquía, todo cerraba. Como los militares, ¿se acuerdan?, cuando al final de la dictadura declararon una autoamnistía con el argumento “sólo aceptamos el juicio de Dios y de la Historia”. Toda similitud con la actualidad no es mera coincidencia, lo estamos diciendo a propósito.
Adorni no sabe, o quizás sí lo sepa pero prefiere hacerse el “bovo”, que el artículo 14 bis fue un invento del antiperonismo cuando, ilegalmente derogó por decreto la constitución de 1949 (durante la dictadura de 1955) y luego convocó a una convención constituyente (1957) que, sin el peronismo, volvió a la Constitución de 1853, pero anexando el 14 bis para no destruir del todo los derechos sociales que había implantado la de 1949.
El artículo 14-bis fue una propuesta del convencional radical Crisólogo Larralde, insistimos, aprobado sin el peronismo, que estaba proscripto, y en base a un decreto que deroga una Constitución, violando el principio jurídico: “una norma de rango inferior no puede contradecir a una de rango superior”
La siguiente reforma fue la de 1994, cuando se balcanizó al país para entregar las provincias a la voracidad del capital extractivista extranjero y cuando sólo un convencional se retiró porque “no quiero asistir a los funerales de la república” (4). Claro, era producto de un pacto doblemente gorila: el menemismo y el radicalismo. El peronismo ya estaba domesticado y a nadie se le ocurrió volver al ’49.
Así fue que el artículo 14 bis pasó, quedó. Esto dice:
“Art. 14-bis: el trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor, jornada limitada, descanso y vacaciones pagadas; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario, …”.
Cuando lo leemos decimos que es maravilloso, que no falta nada, pero nos olvidamos de tener en cuenta el contexto general: en 1949 la economía era fuertemente estatista y el país no quería entrar al FMI. Con la progresiva desnacionalización de la economía cuando se derogó la Constitución del ’49 y luego ingresamos al FMI, todo ese palabrerío no tiene sentido: no hay discusión salarial, los sindicatos no defienden los derechos de los trabajadores, hay derecho de huelga que no se respeta, hay contratos basura en todos los estamentos sociales, incluyendo el Estado.; etc., etc.
Allí establece la obligación del Estado de garantizar derechos sociales, salario mínimo incluido. Lo que quiere decir que el antiestatismo de Milei viene a ser anticonstitucional, incluso en el marco de la Constitución gorila de 1957-1994. O sea que estos tipos en el poder violan sus propios códigos, sus propias reglas de juego. “El estado soy yo” (Luis XIV, Francia, 13 de abril de 1655). No hay defensa posible frente a eso, dentro del marco republicano, se entiende. Porque no hay república, “res-pública”, que significa que el poder es una “cosa del pueblo”.
Lo alarmante no es que un bruto como Adorni diga eso que dijo. Lo malo es que no hay reacción adecuada a ese nivel de violencia, ni desde el mundo del periodismo (que debería hacer docencia al respecto) ni desde el mundo de la misma política, ni del sindicalismo.
Pero hay cosas peores: nos enteramos, hace pocos días, que existen “peronistas” que reivindican al artículo 14 bis (5), y hasta llamaron así a su agrupación dentro de la CTA. Así como suena: reivindican las barbaridades de la Revolución Fusiladora de 1955, no desde el lugar de los fusilados, perseguidos y bombardeados en la Plaza de Mayo. Masoquismo al palo. Estos muchachos, evidentemente, son muy jóvenes, o viejos que no leyeron la Constitución del ’49, y no conocieron a quienes dieron la vida (literalmente) para reivindicarla. O se tragaron la creencia de que Milei es el nuevo Prometeo que salvará al mundo, cuando en realidad es un Frankenstein tal como lo describió Mary Shelley hace ya dos siglos.
La próxima vez cumpliremos nuestra palabra de enfocarnos en los artículos de esa Constitución Nacional y Popular, especialmente los 38 y 39. Por suerte no somos los únicos que se preocupan por este tema (6).
Columnista invitado
Carlos Benedetto
Museólogo, profesor de Historia jubilado y presidente de la Federación Argentina de Espeleología (FAdE). Escritor y periodista. Miembro de la Comisión de Ambiente del Instituto Patria. Co-fundador de la Biblioteca de la Memoria Jaime De Nevares (2007) y de la Agrupación Luis Barahona (2018), Malargüe. Colaborador de nuestro diario desde -casi- los orígenes, en temas históricos, políticos y ambientales. Para conocer toda su producción mirá aquí.
Notas
⦁ https://marcelosapunar.com/2024/06/04/para-que-sea-peronismo-volvamos-a-la-constitucion-del-49-parte-3-carlos-benedetto/
⦁ https://marcelosapunar.com/2024/04/09/a-ver-si-entendes-esto-no-es-peronismo-volvamos-a-la-constitucion-del-49-parte-1-carlos-benedetto/
⦁ https://marcelosapunar.com/2024/05/07/para-que-sea-peronismo-volvamos-a-la-constitucion-del-49-parte-2-por-carlos-benedetto/
⦁ https://marcelosapunar.com/2023/10/27/de-nevares-partero-de-la-nueva-argentina-no-quiso-asistir-a-los-funerales-de-la-republica-carlos-benedetto/
⦁ https://www.el1digital.com.ar/politica/la-agrupacion-peronista-14-bis-celebro-los-40-anos-de-democracia/
⦁ https://youtu.be/SZU610l7uyQ


