(viene de la edición anterior)
La epidemia avanzó con la velocidad de lo imposible. Mujeres y hombres, los mayores, cayeron pronto como moscas. Los jóvenes, los niños, luego fueron diezmados por mil enfermedades. Ante el crecimiento exponencial de la epidemia se ensayaron protocolos de emergencia nunca antes vistos.
Se construían hospitales con una velocidad envidiable, mientras el mundo observaba.
Dicen los antiguos que ni la gripe aviar de 1997, o la porcina de 2009; o hasta la gripe española de 1918 se habían reproducido con la velocidad del nuevo ángel exterminador. La inmunidad de rebaño nunca llegó… las observaciones empíricas de los científicos desarrollaron teorías aún hoy inexplicables que no fueron capaces de poner freno a los patrones de mortandad del fiero virus mutante. Los infectados morían en horas, los hospitales no daban abasto, y las piras de muertos se inhumaban a cielo abierto. Durante la gran epidemia, el curso de la humanidad mutó.
Y la gigante China cayó.
Jumbos enteros de mercachifles del libre mercado y turistas macilentos que huían horrorizados de aquel caos impredecible, desparramaron el virus y su muerte rampante por el mundo. La vieja Europa cayó asolada por la virulencia del Corona.
La geometría de los escaques de la muerte fue más veloz que cualquier barrera de defensa. Las poblaciones de Italia, España, Francia y Alemania caían como moscas. Cerraron sus fronteras y engrillaron a los infectados. Fue cuando la economía mundial se consumió en un tsunami de muerte y desolación.
A tres meses de descubierto el paciente cero, en Hubei, China, los científicos del país, Japón y Corea dieron por ralentizada la pandemia en Oriente, mientras con más de cien mil casos, la Unión Europea cerraba sus fronteras y sus economías, y el flagelo recorría África, América y Oceanía. Los Estados Unidos nunca dieron información sobre lo que ocurrió en su territorio. Cerraron el ingreso y sus fronteras se hicieron inexpugnables.
Río, Buenos Aires, Santiago, Caracas, cayeron doblegadas por las cepas primigenias, mientras en Asia el virus mutaba para sumar muerte sobre muerte. La tasa de mortandad se disparó. Cinco, diez, veinte por ciento, y las fronteras de los países del mundo fueron cerradas. Más tarde las de los estados y las provincias, hasta llegar a ser prohibido el tránsito entre pueblos y barrios…
Se cerró la importación de materiales del exterior cuando las cepas mutantes se esparcieron a velocidad de la luz. Luego del quiebre de la Bolsa Mundial de 2029 no hubo más moneda común, y el patrón de cambio fueron los bienes de primera necesidad: agua y alimentos.
A partir de 2031 los países menos desarrollados y más afectados por el virus (Grecia, España, Italia, Argentina, México, Chile…) debieron acceder a instalar “factorías” en sus territorios o sucumbir por inanición.
Los domos gigantescos de unidades de producción del WORLD HEGEMONIC PRODUCTIVE ECONOMIC GROUP dieron solución a las hambrunas regionales.
Fue la jugada maestra de “EL GRUPO”, la alianza de los capitalistas más importantes del orbe, que para rescatar de la inanición y la destrucción a los países del sub-mundo, requerían un territorio autónomo dentro de cada país, con completa independencia y poder de decisión absoluto sobre países y gobiernos, con libertad de maniobra sobre ellos, bajo sus propias leyes marciales.
Poblaciones enteras intentaron resistirse, siendo duramente reprimidas y diezmadas al recurrir “EL GRUPO” a los decretos y protocolos de pandemia del orden mundial, o directamente a la invasión de sus tropas del OPM. La resistencia fue fútil. Los últimos defensores de los derechos Individuales no cayeron por las mutaciones del CV 5 o CV 6… lo hicieron bajo las balas y las macanas de los regimientos del ORDEN PANDÉMICO MUNDIAL.
(continuará)
Columnista invitado
Juan Rozz
(Juan Rozuadonsquey su nombre real, más prefiere solo el “alias”. Seudónimo que le dicen.) Historietista, guionista, cuentista, escritor. Columnista en Revista TUHUMOR, edición digital, colaborador en NAC & POP Red Nacional y Popular de Noticias. Autor del libro “Historias de Desaparecidos y Aparecidos”, Acercándonos Ediciones. Creador de “El Caburé Peña de Historietistas” y “El Caburé – Cooperativa Editorial”. Creador, productor radial y columnista de “Gorilas en La Plaza” – EfeEmeUnydos. Colaborador en “Rebrote de la Historieta Argentina”. Colaborador en “Web Guerrillero” – Periódico Digital Internacional. Colaborador en “Museo de la Palabra” – Fundación César Egidio Serrano.
Ilustrador invitado
Mar Carper
inicia como dibujante en la revista española Landzer. En España realiza los biopic de AC/DC y la novela gráfica Inner Circle, versión comic del Libro Lord of Chaos de Michael Moynihan, Quarentena Editorial. Dibuja y guioniza el biopic de Black Sabbath en historietapatagonica.blogspot.com. Para Editorial Duendes hace Invencibles, con guión de Carlos Scherpaz.
Ilustra el libro infantil Malena, de Gito Minore, Editorial Clara Better. Tambien publica comics en Lanciostory, Swampline y Time Boom Comics. Participa en el libro Historias de Desaparecidos y Aparecidos de Juan Rozz. Dicta Talleres de Dibujo e Historieta