Sectarismo versus catolicismo (¿versus?) 2
En nuestra entrega anterior dábamos cuenta de la intervención permanente del Instituto del Verbo Encarnado (IVE) en la educación pública de Malargüe.
Patético es el caso de los docentes del sistema público que mandan a sus hijos al Colegio San José, regenteado por esa secta, porque “la calidad educativa es mejor”.
Ni que hablar del Terciario de ese mismo establecimiento, donde un profesor suele iniciar su primeras clases de los ciclos lectivos con una frase que por suerte ahuyenta a mucha gente: “aquí la Teoría del Big Bang y la Teoría de la Evolución no corren; aquí la única teoría que corre es la de Adán y Eva”. Tal cual.
Pero además, decíamos, hay una intromisión permanente de estos sacerdotes en la escuela pública, mediante la captación de los mejores alumnos para adoctrinarlos en temas históricos, sobre todo Historia Argentina, pero vista desde la mirada de los militares golpistas y de la ultraderecha “nacionalista”, pero en realidad liberal.
Algunos de esos textos circulan en las escuelas y hasta me ha tocado recibir apercibimientos de alumnos por mi negativa a considerar serios a esos escritos para defender los gobiernos de facto. Llegaron a recriminarme “¿por qué enseña la Revolución Rusa, si es obra del Diablo?” (sic).
Se llegó al extremo, hace trece años, de dos abanderados que se negaron a llevar la bandera en el acto del 24 de marzo en la Escuela 4-018, también conocida como “La Minera”. Los alumnos arguyeron que seguían los consejos del sacerdote Ramiro Saenz, y que hacían eso porque ese acto era una falta de respeto al “presidente” Videla (sic). Nadie nunca sancionó esas faltas. Ese año ya no había inscripciones en la modalidad Ambiente de esa escuela porque eso era incompatible con el padrinazgo que Río Tinto tenía sobre la misma…
A los pocos días era asesinado en Neuquén Carlos Fuentealba, y la CTERA convocó a un paro nacional de repudio, al cual el mismo gobernador Cobos adhirió por razones de sentido común. Pues bien, hubo docentes que ese día fueron a trabajar y padres que mandaron a sus hijos a las aulas. Así de fuerte es la idea de “vida” que tienen quienes se dejan llenar la cabeza por estos pícaros sacerdotes, y eso incluye a algunos no creyentes o creyentes truchos. Volveremos sobre este tema.
Mucho de eso publicó Julián Maradeo en su libro La derecha Católica, que posteamos en la página del viejo Quincenario Sin Pelos en la Lengua, hoy hackeada (y auspiciantes ahuyentados, todos, en un trabajo paciente de amedrentar a cada uno de los feligreses que nos apoyaban, con ayuda del semanario xenófobo y misógino EL FISCAL, una verdadera letrina que fue denunciada oportunamente ante el INADI y este dictaminó en su contra, pero nadie desde los poderes públicos ha hecho nada por poner freno a estas cosas.
En el libro de Maradeo puede apreciarse el negacionismo activo de los crímenes de la última dictadura, por eso a él me remito. Sólo puedo decir que doy fe que las cosas que cuenta ese periodista son ciertas. Hasta diría que se quedó corto.
A Sin Pelos en la Lengua se le retiraron todos los auspicios, mientras que El Fiscal viene recibiendo suculentos aportes tanto desde la UCR, el PRO, El PD, el MOPOMA y un sector del kirchnerismo ligado al PJ, y se llegó al extremo de otorgarle una especie de subsidio por su enfermedad, lo cual no hemos podido corroborar aunque la fuente es confiable. Ese personaje, hace unos años, también transitó por la Parroquia Nuestra Señora del Rosario.
Otro de los temas es el exhibicionismo vergonzoso que se hace de estas ideas, condenadas en otras latitudes, pero que aquí forman parte del sentido común dominante.
En julio de 2007 hicimos circular esta carta pública:
Antisemitismo en la vía pública. Quién fue Hugo Wast?
Su verdadero nombre era Gustavo Martínez Zuviría. Nació en Córdoba en 1883, pero no me acuerdo cuándo se murió. Fue novelista y político; diputado y, en 1941, interventor nacional en la provincia de Catamarca. O sea que estuvo asociado a los gobiernos del período conocido como “Década Infame” (1930-43). Fue Ministro de Instrucción Pública y Justicia entre 1943 y 1944, o sea en el primer año del gobierno de facto desde donde se estaba proyectando Perón al poder. Desde 1931 había sido director de la Biblioteca Nacional. Su obra romántica más conocida fue “Flor de Durazno”, pero escribió dos libros, uno continuación de otro, donde hace una radiografía del judaísmo: “EL Kahal” y “Oro”. En ambos muestra a los judíos como una secta que trabaja para la dominación del mundo a través de la acumulación del dinero.
Lo que digo es que Hugo Wast fue un escritor antisemita que se destacó como funcionario político en la época en que una parte del país parecía simpatizar con el fascismo-nazismo. El mismo General José Félix Uriburu (presidente de facto 1930-32)(el que derrocó a Yrigoyen), provenía de una familia salteña de la que también provenía el Gral. Napoleón Uriburu (cuyo nombre lleva la calle donde está la iglesia y el Concejo Deliberante de Malargüe), como asimismo el Dr. José Evaristo Uriburu, que fundó el Banco Central en 1935 por orden de los ingleses, etc.
El Uriburu dictador simpatizaba abiertamente con Mussolini, y en Argentina fue el impulsor de la persecución política sistemática. Uno de sus funcionarios, el comisario Leopoldo Lugones hijo (hijo del escritor), fue el inventor de la picana eléctrica, elemento de tortura que luego mataría a su propia hija unas décadas después (época de Videla). Esa chica usaba mejor la cabeza y fue militante revolucionaria, fue secuestrada, torturada y desaparecida, víctima de una metodología inventada por su padre y en su momento bendecida por su abuelo; ambos, padre y abuelo, murieron suicidándose.
Hugo Wast fue entonces un símbolo de la mentalidad antisemita, fascista y represora de una década en que eso estaba “de moda” en el mundo, y provocó no menos de 6.000.000 de judíos muertos (los curas de la iglesia de Malargüe dicen que “no fueron tantos”, como si el problema fuera la cantidad).
La Iglesia Nuestra Señora del Rosario de Malargüe, a metros del Concejo Deliberante, enfrente del edificio Municipal, inauguró una “Biblioteca y Santería” que fue bautizada con el nombre de Hugo Wast. El cartel se lee desde la vereda, como si tal cosa.
Digo entonces que bautizar a una biblioteca poniendo el nombre de Hugo Wast, es una apología del racismo y del nazismo, y que los padres deberían pensarlo bien antes de seguir mandando a sus hijos a ese lugar.
En ese lugar, doy fe como docente, se adoctrina a los adolescentes en la veneración de la figura de Jorge Rafael Videla, en la justificación de la tortura y la desaparición de gente y el fundamentalismo católico intolerante. Los adolescentes que asisten a actividades en ese lugar luego salen a repartir libros de ideología subversiva fascista en las escuelas, DOY FE. Por instigación de lo que se dice en ese lugar, los dos abanderados de una escuela de Malargüe se opusieron a portar la bandera en el acto del 24 de marzo último. Cuando se les preguntó, no vacilaron en decir cosas tales como que “está bien que le hayan sacado los hijos a los desaparecidos, es mejor que esos chicos se críen en otra familia, porque de lo contrario ellos también iban a ser subversivos”. Von Wernich decía eso a los torturados…
Esas cosas y otras peores las aprenden en la parte de atrás del edificio que lleva el cartel de Hugo Wast, el que está sobre la vereda.
Otra cosa que digo es que ningún concejal hizo nada por poner límites a eso. De eso no dicen nada. Se escandalizan de los ambientalistas, pero no se escandalizan de los nazis que tienen en la misma vereda, en la misma cuadra.
En ese tiempo (año 2007) el director de la Biblioteca Nacional cambió el nombre de “Gustavo Martínez Zuviría” a la hemeroteca nacional, y la rebautizó con el nombre de “Ezequiel Martínez Estrada”, un pensador que, dicho sea de paso, no tenía nada de peronista, lo que no habla bien de aquella gestión K.
Entusiasmados por ésto, pedimos la Banca del Ciudadano en el Honorable Concejo Deliberante (HCD), se nos concedió y allí dijimos que, habiendo un gobierno peronista a nivel nacional y otro a nivel municipal, bien podría seguirse el ejemplo del nacional, instigando a los sacerdotes a quitar el nombre de Hugo Wast a la biblioteca de la parroquia local, a pocos metros y sobre la misma vereda del HCD. Nada de eso se hizo. El pedido se archivó. El peronismo local demostraba, una vez más, que no tenía nada que ver con el kirchnerismo nacional.
En la conducción del SUTE local, en ese entonces, había una persona, una delegada departamental, que pretendía invitar al IVE cuando fue la inauguración de la Biblioteca de la Memoria Monseñor Jaime De Nevares, el 4 de octubre de 2007, cuando se cumplían 6 meses del asesinato de Carlos Fuentealba. Obviamente su iniciativa no prosperó.
Fue el segundo viaje de Estela de Carlotto en ese año; en el primero fue muy maltratada por cierta chusma clerical que cuestionó su defensa de los derechos humanos, haciendo caso omiso de que era madre de una joven mujer desaparecida y aún buscaba a su nieto. Tuvo que poner orden en esa turbamulta el secretario general de ATE, Rubén Domínguez, sobrino de una Madre de Plaza de Mayo de Mendoza.
En ese segundo viaje de la titular de Abuelas el SUTE local homenajeaba al maestro neuquino y a un referente del verdadero cristianismo, primer Obispo del Neuquén, a la vez ninguno de los integrantes de la conducción del SUTE provincial asistió al acto. Quien quería hacerlo pero no lo dejaron, fue Eduardo Franchino, entonces Secretario General que luego sería obligado a renunciar por pensar el gremialismo con su propia cabeza y no con la cabeza de “los dos Gustavos” (Maure y Correa) y de Cristina Raso.
Organizadora del acto fue Verónica Bunsters, entonces directora de Educación de la gestión peronista de Raúl Rodríguez y hoy presidenta del PRO y referente del movimiento de pañuelos celestes, que ocupa un lugar importante en la Educación de Malargüe y es copropietaria de Ser y Hacer, publicación que es vocera oficial del gobierno de Cambiemos y de la Iglesia preconciliar a la vez.
Con el descabezamiento de la cúpula del SUTE Malargüe la Biblioteca de la Memoria pasaría a la clandestinidad en cajas de cartón, rehabilitada temporalmente en 2010 en la Biblioteca Municipal, pero luego vuelta a guardar, porque había que hacerle lugar a una biblioteca donada por… Río Tinto.
En ese 2010 la persona a cargo de la Biblioteca era Nora Glatigny, que luego sería secretaria privada del intendente radical Vergara, y es la madre de Fernando Glatigny, que fue presidente del HCD de 2015 a 2019. El intendente era “peronista”.
Esa “delegada” y “peronista” a que nos referimos cuando hablamos de la fundación de la biblioteca, era asidua concurrente a las sesiones del cura Ramiro Saenz, al igual que su esposo, Pablo Avila, profesor de Historia (y ex comandante de Gendarmería) sumariado por violencia contra sus alumnos y conocido justificador de la violencia de género como algo que provocan las mujeres (sic). Y usaba su cargo de delegada departamental, y la licencia permanente del caso, para hacer proselitismo partidario en las escuelas, a favor de su vecino de cuadra, Celso Jaque, quien seguramente ignoraba lo que estaba pasando en el SUTE a pesar de vivir en el Barrio Docente de esta ciudad. De esas reuniones participaba también quien hoy es capo del Consejo Minero de Malargüe, radical, para rezar el Rosario. Nuevamente peronistas y radicales juntos en la cruzada cristiana contra el zurdaje.
Otra “delegada” que participó de ese operativo antisindical en 2007-2008 no tenía nada que ver con el Instituto del Verbo Encarnado (IVE), pero sí con la dictadura: su esposo había sido el último intendente de facto y luego sería, hasta 2015, funcionario de Obras Públicas de TODAS las administraciones municipales y unos años en la provincial: Enrique Soler. Ella se llama Lucrecia Olive, conocida como “Pupi Soler” y trabajó muy arduamente con la ex novicia Cristina Raso para desmantelar al díscolo SUTE Malargüe. Fue premiada con un cargo en la Dirección de Recursos Humanos, en la capital de la Provincia.
Más coherente consigo misma, Pupi Soler no participó del acto de visita de Estela de Carlotto, como sí lo hizo Nilda Tapia, según puede verse en una de las fotos.
Por esos motivos la aludida al principio (Nilda Tapia) no fue reelecta en la asamblea de delegados de ese mismo mes de octubre e inició una cacería de delegados “kirchneristas” a modo de represalia, que tuvo su recompensa: el 10 de diciembre de ese año esa persona era premiada con el cargo de Delegada Administrativa de enseñanza primaria en Malargüe, cargo que ocuparía durante 8 años con la bendición de los curas del IVE, y desde donde protegería a su marido en apuros por lo relatado antes.
Estas personas fueron sólo dos de las y los artífices de la derrota peronista de 2015 y 2019 en Malarqüe, dada la costumbre de este pueblo de echarle toda la culpa al presidente (o presidenta) de la Nación de las macanas de los políticos locales.
El último dato es que uno de los espadachines del Instituto del Verbo Encarnado, profesor de historia, Francisco Parada, recientemente fue designado director del CRIDC, Centro Regional de Investigaciones para el Desarrollo Social, que es donde se concentraban arqueólogos, paleontólogos e historiadores. Por lo tanto, también director del Museo.
(Año 2007… año clave para los derechos humanos en Malargüe… Fue el mismo año en que el Honorable Concejo Delirante pretendió poner freno a las reuniones ambientalistas, y tuvieron que dar marcha atrás por el escándalo nacional que se armó. Pero eso ya es otro tema, el del ambientalismo en este lejano sur, que será motivo de futuras entregas específicas).
Siete años después, en 2014, el peronismo malargüino haría un nuevo papelón al destratar a Taty Almeida, quien venía a re-inaugurar la dichosa Biblioteca.
Una más y no jodo más: el Archivo Histórico de Malargüe fue trasladado, también hace poco tiempo, a una antigua casa otrora habitada por la hermana Marta Pelloni (la del caso María Soledad ¿se acuerdan?, esa misma, la que después se pasó al PRO), pegadito a la capilla histórica, dentro del mismo gran predio donde está el Colegio San José. Cierra todo ¿no?
Columnista invitado
Carlos Benedetto
Museólogo, jubilado docente y presidente de la Federación Argentina de Espeleología. Escritor y periodista. Miembro de la Comisión de Ambiente del Instituto Patria. Director del quincenario Sin Pelos en la Lengua, Malargüe.


