Siete mujeres valientes, empleadas públicas de nuestra provincia, se animaron a cruzar la valla y a peticionar ante la Justicia, producto de las barbaridades que le achacan a Roberto Macho, Secretario General de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Este señor al que cuesta llamar compañero, ha devenido en un cavernícola de nota, abocado a enriquecerse en desmedro de quienes debería representar.
Entristece el video que te comparto en el convencimiento de la gravedad de todo lo expuesto, que marca diferentes perfiles de un energúmeno que, no sólo ha hecho de la corrupción sindical virtud, sino que ha dejado ver una figura monstruosa. Parece canalizar un odio añejo que transita por muy diversos caminos. Preparate para la cantidad de cosas que señalan estas féminas con osadía.
Totalmente a contramano de las décadas brillantes que ATE reconoce en su historia de luchas en la búsqueda de soluciones para el afligido bolsillo de los empleados públicos, este personaje es digno de utilizar traje a rayas y aguardar tras las rejas el paso del tiempo hasta la finitud. Ya se halla en las antípodas del deber ser de un gremialista. Ojalá el accionar judicial no llegue demasiado tarde.


