Noticias que nos llegan desde Toronto, Canadá
Cada 14 de abril desde hace casi 100 años se celebra en muchos de nuestros países el Día de las Américas. Para conocer la historia debemos remontarnos hasta el siglo XIX cuando el prócer venezolano Simón Bolívar propuso la creación de una asociación de países americanos. Con esta idea nació en 1890 lo que se conoce como la Unión de las Repúblicas Americanas, aunque más tarde, en 1910 pasó a llamarse Unión Panamericana y 38 años después se creó finalmente la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Cada vez más esta fecha ha ido perdiendo el fervor inicial imbuido de panamericanismo. Ha quedado relegada a una fecha de celebración escolar, que ayuda a ampliar la idea de los países que integran el continente. Algunos recordarán el himno que se cantaba en los salones escolares y las láminas que todos debíamos presentar con un dibujo del mapa desde Canadá hasta Tierra del Fuego. ¡Qué difícil era delinear todos los lagos canadienses!
En 1962 la OEA expulsó a Cuba de la organización, por tanto, también salió del himno y allí empezó a perder sustancia la celebración en la que somos todos iguales, pero algunos no tanto. En 1982, los militares mesiánicos argentinos que pensaban redimir sus crímenes con una guerra para recuperar las Islas Malvinas soñaron con el apoyo de la OEA. No lo tuvieron e incluso hubo traiciones de países hermanos. El panamericanismo quedó sepultado por intereses políticos y económicos.
Recuperar el sentido se hace imperioso siguiendo aquello que le hace decir José Hernández a su gaucho Martin Fierro:
Los hermanos sean unidos
Porque esa es la ley primera
Tengan unión verdadera
En cualquier tiempo que sea
Porque si entre ellos se pelean
Los devoran los de afuera.
Si buscamos diferencias, las vamos a encontrar, pero si partimos de aquello que nos une, además del territorio, podríamos iniciar una conversación. De paso lo podemos hacer en castellano que es un idioma cuyo uso está extendido de sur a norte. De eso se trata la entrevista realizada a Erika Aguilera, organizadora de la iniciativa Toronto Habla Español. El diálogo con Sandra Farias se puede oír aquí.
En los últimos días en el Parlamento Federal sito en Ottawa, el gobierno encabezado por el Partido Liberal liderado por Justin Trudeau presentó el Presupuesto Federal 2022 a consideración de los legisladores. La novedad política es que fue consensuado con uno de los partidos de la oposición, el NDP – Nuevo Partido Democrático. Este es un signo que sería esperable que se repita, esto es buscar las coincidencias y a partir de allí consensuar cómo actuar en los temas en que hay posiciones distintas. Este presupuesto se hizo respondiendo a la expresión de los votos emitidos en la última elección, que resultó en un gobierno de minoría. Lo acordado entre estos dos partidos da estabilidad al Parlamento al menos hasta 2025. La prueba efectiva fue la presentación del presupuesto donde está expresado el cómo se hará efectivo el acuerdo partidario.
Duberlis Ramos nos presenta su análisis del presupuesto en una nota que se puede leer aquí.
Además, en esta edición de Línea Uno, Luis Carrillos nos acerca su mirada de lo que va viviendo en el andar cotidiano, esta vez lo refleja en sus viñetas, que se pueden leer aquí, acerca de los conflictos que derivan del uso, o no, de las mascarillas, resultado de las políticas de comunicación de los responsables del área de salud.
Hay quienes se preguntan si estamos siendo bien cuidados por los responsables de la salud pública o si estamos librados a nuestra suerte. Con estupor, y gracias a una investigación publicada en el Toronto Star, sabemos que sólo una quinta parte de los 20,7 millones de pruebas rápidas de detección de Covid-19 distribuidas por Ontario durante un período de 10 meses en 2020 y 2021 fueron a vecindarios designados como “puntos críticos” de brotes. El resto quedó en manos de quienes las solicitaban, y allí se encuentran los informados, los amigos de los que están bien ubicados. Todo fue así en contra de una planificación que tuviera en cuenta los determinantes de la salud, por citar un criterio solamente. (1)
Este dato aislado sería una mancha más en el tigre, como decía mi tía. Es de esperar que sumidos como estamos en la sexta ola de contagios masivos de Coronavirus, en cualquiera de sus virulentas variables, los ciudadanos de Ontario tengan a mano los tratamientos disponibles. Esa es la pregunta que queda flotando después de leer la nota del matutino de Toronto. Más aún, cuando seguimos viendo una alta prevalencia de contagios tras levantarse todos los controles y testeos. En esta edición, Edna Amador nos presenta una nota que se puede leer aquí, en la que aborda la euforia de los espectáculos deportivos en la ciudad y cómo es necesario mantener medidas elementales y ser cuidadosos para evitar un retroceso a los peores tiempos de la pandemia.
Por su parte, Sandra Farias nos muestra un costado de la vacunación. Seguramente, ha quedado velado tras la discusión pública, que no siempre tuvo bases bien informadas y que culminó con una contagiosa manifestación encabezada por camioneros en distintos puntos neurálgicos del país. Lo cierto es que la efectividad de todas las vacunas que hemos podido recibir desde temprana edad, ha elevado la calidad de vida en todo el mundo. Ahora nos hace falta avanzar sobre el acceso y la equidad en la distribución. La nota completa se puede leer aquí.
Quienes a lo largo de su vida hicieron mucho por acercar una atención integral a las necesidades de la comunidad y que aún continúan trabajando para el bienestar colectivo son un grupo de mujeres latino hispanas que recientemente fueron reconocidas por el Consejo de Desarrollo Hispano durante la celebración por el Día Internacional de la Mujer. Aquí podemos conocer sus biografías.
Escribo estas líneas escuchando canto gregoriano, una costumbre que me quedó de la infancia y adolescencia en que las radios solo emitían música sacra. La música es una puerta de acceso a nuestra naturaleza espiritual. La música trasciende nuestra mente pensante y nos transporta a un estado superior, un lugar sin juicios y sin miedos limitantes. A lo largo de la historia, la música ha sido un elemento de conexión con la naturaleza y de elevación hacia los dioses.
Me permito compartir el mensaje que nos envió una habitual lectora de Línea Uno, Dora Inés León: “Una respetuosa invitación a hacer una reflexión profunda sobre lo que está pasando con nuestras vidas en este momento de grandes retos. ¿Tenemos la hoguera del amor siempre encendida? ¿Estamos explorando razones para sonreír todos los días? ¿Qué cargas podemos hacer más livianas? ¿Qué tipo de ayuda estamos dando a quienes la necesitan?
“Paremos un instante para responder esas preguntas y para dar gracias por nuestra vida, la de nuestra familia y la de nuestros amigos. De igual manera, los invito a que hagamos votos por la PAZ de la humanidad”.
Columnista invitado
Rodrigo Briones
Nació en Córdoba, Argentina en 1955 y empezó a rondar el periodismo a los quince años. Estudió Psicopedagogía y Psicología Social en los ’80. Hace 35 años dejó esa carrera para dedicarse de lleno a la producción de radio. Como locutor, productor y guionista recorrió diversas radios de la Argentina y Canadá. Sus producciones ganaron docenas de premios nacionales. Fue panelista en congresos y simposios de radio. A mediados de los ’90 realizó un postgrado de la Radio y Televisión de España. Ya en el 2000 enseñó radio y producción en escuelas de periodismo de América Central. Se radicó en Canadá hace veinte años. Allí fue uno de los fundadores de CHHA 1610 AM Radio Voces Latinas en el 2003, siendo su director por más de seis años. Desde hace diez años trabaja acompañando a las personas mayores a mejorar su calidad de vida. Como facilitador de talleres, locutor y animador sociocultural desarrolló un programa comunitario junto a Family Service de Toronto, para proteger del abuso y el aislamiento a personas mayores de diferentes comunidades culturales y lingüísticas. En la actualidad y en su escaso tiempo libre se dedica a escribir, oficio por el cual ha sido reconocido con la publicación de varios cuentos y decenas de columnas. Es padre de dos hijos, tiene ya varios nietos y vive con su pareja por los últimos 28 años, en compañía de tres gatos hermanos.
(Furgón de Cola 92, Toronto, Canadá, abril de 2022)