Fue el sábado 16 de abril, día de mi cumpleaños. Salí del hotel y me dispuse a caminar unas quince cuadras. Esa distancia debía recorrer para llegar al teatro ubicado en el barrio del Once. Respondía al convite que me formuló un emergente por antonomasia del under porteño, el actor, director, escritor y dramaturgo Peter Pank,
Las relación de los cuerpos con aquella pornografía que se proyectaba en una pantalla, nada tenía que ver con ésta a la que llegamos a tris de un click. La búsqueda es la misma: copiarnos de los otros y las otras, indagar en un mundo de orden privado al que llegamos plenos de los deseos de una lívido bien alta. Saber cómo es el mundo de los placeres.
Tarzán Boy es una muy buena experiencia que te devuelve el under, desde ese -para nada paradojal- sótano del Espacio Tole Tole. Lo prohibido adquiere otras dimensiones cuando ya formás parte del asunto. Es ahí cuando volvemos a encontrarnos pero somos más reales, más fieles a lo que tenemos de salvaje, aunque ocurra desde estos seres frágiles y deseosos que somos.
“Tarzan boy
“La obra es un homenaje a los viejos cines continuados para adultos, donde muchas personas descubrían y vivían su sexualidad. Sucede en tres períodos temporales: la década de los ’80 (guerra de Malvinas y el retorno a la democracia), la década de los ’90 (la crisis del SIDA), y la década de los 2000 (con el avance de los contactos virtuales). Además homenajea a las producciones eróticas clase B, que se filmaban para ser exhibidas dentro de ese circuito de cines de explotación.
“Texto dramático basado en la novela Tarzan Boy de Peter Pank editada por Milena Caserola (2017).
“Ficha técnico artística:
“Dramaturgia: Peter Pank
“Actúan: Emiliano Figueredo, Alejandro Flecher
“Visuales: Goyo Anchou
“Música: Peter Pank & Los Chicos Perdidos
“Coreografía: Hernán Martínez
“Dirección: Peter Pank
“Duración: 45 minutos
“Todos los sábados de agosto a las 21 h
“Espacio Tole Tole teatro
“Pasteur 683”.