Noticias que nos llegan desde Toronto, Canadá
Se está acabando junio, mes en que vuelve a las calles la marcha del orgullo de la comunidad LGBTQ+, cuya historia se puede rastrear en los inicios de la década del ’70. (1)
El colorido desfile que este año postpandemia -vuelve a la calle Yonge- es una expresión que puede tener varios significados. Para algunas personas es una gran diversión, para otras una ocasión para celebrar un orgullo que es difícil de ganar.
El orgullo es difícil de ganar
Hace unos días recibí un mail con una reflexión al respecto de Chris Bellinger, director ejecutivo de Family Service Toronto. Comparto la traducción de su mensaje:
“Imagínese iniciar un club para estudiantes homosexuales en la ex Universidad Ryerson y que la policía disolviera la primera reunión debido a amenazas de bomba (1980). Imagínese intentar apagar una efigie en llamas de una persona queer mientras matones cantan ‘¡quema al maricón!’, mientras un muro humano de policías observa la escena en un silencio espeluznante (1981). Imagina que tu familia te diga que no vuelvas a casa, nunca más.
“Imagínese politizarse, justo a tiempo, para comprender completamente el significado de la negativa de todos los partidos políticos a apoyar la inclusión de la orientación sexual en el Código de Derechos Humanos de Ontario (c 1983).
“Imagínese ver morir a 4 de cada 6 de las principales figuras de la Juventud Gay de Toronto, muy lentamente, antes de cumplir 30 años (1985-1990). Y ésta es sólo una historia de Toronto, de ninguna manera inusual ni la más difícil. Es fácil pensar que hoy es completamente diferente. Y para unos pocos, generalmente blancos, hombres, con privilegios económicos, lo es. Pero para muchas personas, aceptar su propia rareza sigue siendo un viaje hostil y sin apoyo.
“Hoy en día, las luchas para quienes son transgénero/género fluido son particularmente difíciles. La ignorancia y la intolerancia transportan al alma a principios de los ’80 en un santiamén. Igualmente, somos mucho más conscientes de las experiencias de las personas queer en otras partes del mundo y de la necesidad de priorizar a las personas queer que buscan seguridad y refugio en Canadá. Hay mucho trabajo que hacer.
“El orgullo es un momento para recordar y celebrar. Un momento para salir de un mundo heteronormativo y celebrar todo lo queer. Pero nunca lo olvides: el orgullo se gana con esfuerzo y se pierde muy fácilmente.”
Después de leer esta crónica de vida pensé que es fácilmente asimilable a otras historias, de otros tiempos, como historias de personas esclavas, de trabajadoras luchando por sus derechos en una fábrica textil o en las marchas de las madres preguntando por parte de su familia que está desaparecida. Todas historias de las que hemos leído, algunas de experiencias propias como la de Chris. Todas historias de lucha por los derechos negados, conculcados. Habrá quien sienta que es la historia de otra gente cuando en realidad es la historia del género humano, tratando de hacer respetar su espacio pequeño, siempre avasallado por un poder que no ve lo elemental, o prefiere no ver.
En un taller sobre abuso a la persona adulta mayor trataba de pensar -con quienes asistieron- cómo es que no se respeta a quienes están en la última etapa de la vida, cuando ya lo han vivido todo y ahora quedan a merced de las personas que abusan a sabiendas y en muchos casos sin saberlo, solamente porque siguen “lo que debe ser con las personas viejas”.
Eso se ha definido como “viejismo” -traducción propia del término inglés “ageism”-. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud la discriminación por edad se refiere a los estereotipos (cómo pensamos), los prejuicios (cómo nos sentimos) y la discriminación (cómo actuamos) hacia las demás personas en función de la edad. Pero también como cada persona cree y asume que se es al pasar la barrera de los 65 años. (2)
Nuestra colega Edna Amador escribió a propósito sobre el abuso en una nota que se puede leer aquí. En el taller concluíamos que el respeto a los derechos se gana con el ejemplo, que es un trabajo de toda la vida. En el caso de la comunidad LGBTQ+ hacerles visibles -como la marcha del domingo de junio-, implica darles su lugar todos los días. De allí la necesidad del uso del lenguaje inclusivo.
En el programa de Línea Uno Radio, que emite Ondasfm.ca, esta semana Sandra Farias entrevistó a la profesora de lengua española Veronica Garibotto, quien con mucha sencillez nos explica sobre la pertinencia de su uso. La entrevista completa se puede escuchar en este enlace.
Persistir en usar el masculino como genérico que incluya a todas las personas es ofensivo para aquellas que no se sienten incluidas. Este es el punto. Ejercitar la empatía y no sumarnos a quienes dañan, cuanto menos, la autoestima de una parte de la población total que comprende entre el 5 y 10% – dependiendo del entorno en el que vivan y las posibilidades de presentarse al mundo tal y como se siente internamente-.
Ampararse en los dictados de la Real Academia Española, es una excusa que no soporta ningún análisis. El uso del lenguaje inclusivo tiene que ver con la vida de las personas, no es una cuestión gramatical. Eso viene después. Después de mucha discriminación, ninguneo, ignorancia, segregación, marginación, exclusión, postergación, relegación, clasismo, racismo, sexismo.
Debemos empezar a usar una forma más inclusiva al hablar, cada cual deberá encontrar la que mejor le acomode y que le permita expresar mejor los propios sentimientos, sin herir a las demás personas. No digo que sea fácil, pero ¿quién dijo que vivir lo era?
En el mismo sentido del respeto por los derechos, en este 21 de junio se celebra en Canadá el día nacional de la vida y las personas de los pueblos indígenas. Edna Amador escribió una nota que se puede leer aquí, que nos ayuda a ampliar nuestra mirada y nuestro entendimiento hacia un sector de la población que por centurias fueron “los nadies”.
Lo había dicho Eduardo Galeano, pero se ha empezado a dar vuelta. Lo ha citado Francia Marquez Mina en su campaña que la llevó a ser la primera mujer de raza negra en llegar a la vicepresidencia en Colombia.
Hace un tiempo atrás leí que una corte de los Estados Unidos rechazó otorgarle entidad a un chimpancé. (3) El caso demuestra que estamos cerca de forzar a la justicia a decidir cuándo empezamos a reconocer que las entidades tienen derechos. Muchos pueblos originarios respetaban al entorno natural en todas sus manifestaciones. Pero claro, estamos en el Antropoceno, hemos llegado a la cima y desde allí regulamos.
“El término Antropoceno se ha creado para designar las repercusiones que tienen en el clima y la biodiversidad, tanto la rápida acumulación de gases de efecto invernadero como los daños irreversibles ocasionados por el consumo excesivo de recursos naturales. Pero ¿se puede usar este vocablo para definir una nueva época geológica? La respuesta a esta pregunta ha suscitado un apasionado debate entre las personas dedicadas a la ciencia. Por otra parte, las soluciones se hacen esperar demasiado porque existe una negativa colectiva a ver la realidad, que es fruto a la vez de una creencia ingenua en el progreso, de una mentalidad consumista y de las presiones ejercidas por potentes grupos económicos. (4)
Y justamente en esta edición Fernando Rouaux nos presenta un panorama desde el ámbito de la salud, en una nota que se puede leer aquí. Es pertinente a partir de la aparición de alrededor de treinta casos de la enfermedad nombrada como “viruela del mono” -tranquilidad… estamos a salvo por la denegación judicial de entidad a los primates-. De hecho, la OMS ha planteado cambiar el nombre por el efecto discriminatorio que rápidamente conlleva.
Mas allá de cómo se denomina la enfermedad, es necesario tomar en cuenta las vacunas disponibles y las precauciones para este virus, muy distinto de la COVID, que fue la que abrió las puertas al entendimiento de lo frágil que se ha vuelto el mundo hiperconectado y global como el que nos toca vivir.
Ya que hablamos del mundo, la reunión denominada Cumbre de las Américas tuvo muestras de más de lo mismo, es decir intolerancia y prepotencia, pero también señales inéditas. El artículo de Línea Uno de esta semana escrito por nuestro colega Alberto Juan Barrientos se debe leer desde aquí.
Como para no extrañar, las Viñetas de Luis Carrillos nos llevan por su habitual recorrido, donde va compartiendo la impresión de cada suceso. Las elecciones provinciales y las disculpas del jefe de la policía de Toronto hacia las minorías racializadas, incluida la Latino Hispana.
En el texto, que se puede acceder aquí, nos encontramos con la sorpresa del exquisito relato de la reunión de quienes hacemos Línea Uno, con motivo de haber llegado a las cien ediciones. Una mirada que nos muestra un poco más de aquello que revela nuestro trabajo semanal.
Columnista invitado
Rodrigo Briones
Nació en Córdoba, Argentina en 1955 y empezó a rondar el periodismo a los quince años. Estudió Psicopedagogía y Psicología Social en los ’80. Hace 35 años dejó esa carrera para dedicarse de lleno a la producción de radio. Como locutor, productor y guionista recorrió diversas radios de la Argentina y Canadá. Sus producciones ganaron docenas de premios nacionales. Fue panelista en congresos y simposios de radio. A mediados de los ’90 realizó un postgrado de la Radio y Televisión de España. Ya en el 2000 enseñó radio y producción en escuelas de periodismo de América Central. Se radicó en Canadá hace veinte años. Allí fue uno de los fundadores de CHHA 1610 AM Radio Voces Latinas en el 2003, siendo su director por más de seis años. Desde hace diez años trabaja acompañando a las personas mayores a mejorar su calidad de vida. Como facilitador de talleres, locutor y animador sociocultural desarrolló un programa comunitario junto a Family Service de Toronto, para proteger del abuso y el aislamiento a personas mayores de diferentes comunidades culturales y lingüísticas. En la actualidad y en su escaso tiempo libre se dedica a escribir, oficio por el cual ha sido reconocido con la publicación de varios cuentos y decenas de columnas. Es padre de dos hijos, tiene ya varios nietos y vive con su pareja por los últimos 28 años, en compañía de tres gatos hermanos.
Notas:
- https://www.pridetoronto.com/pride-toronto/history/
- https://www.who.int/news-room/questions-and-answers/item/ageing-ageism
- https://www.washingtonpost.com/news/speaking-of-science/wp/2014/12/04/new-york-court-rules-that-tommy-the-chimp-is-not-a-person/
- https://es.unesco.org/courier/2018-2/antropoceno-problematica-vital-debate-cientifico