En estos momentos, la humanidad enfrenta tres graves amenazas al medio ambiente, que están interrelacionadas entre sí: el Cambio Climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad.
El Cambio Climático es cada vez más evidente, a través del aumento de la intensidad y gravedad de las sequías, la escasez de agua, los incendios forestales, la subida del nivel del mar, las inundaciones, el deshielo de los polos y las tormentas catastróficas.
La contaminación del aire ya se ha convertido en la mayor causa de enfermedad y muerte prematura en el mundo, con más de siete millones de personas que mueren cada año debido a la contaminación.
Y la pérdida de biodiversidad es la evidente y lamentable desaparición de animales, plantas y ecosistemas enteros, como consecuencia de un uso insostenible de los recursos naturales, junto a una gestión inadecuada de los productos químicos y de los residuos, lo que repercute en todas las formas de vida, tal como las conocimos hasta hace unas décadas.
Los científicos nos enseñan que este Cambio Climático global, es el esfuerzo que hace el planeta para adaptarse a los daños que le ocasionó el ser humano, mientras los mismos seres humanos, somos absolutamente incapaces de adaptarnos al Cambio Climático que hemos ocasionado. Dado que este Cambio Climático global, afecta principalmente al agua y a los recursos hídricos, los seres humanos tenemos por delante el gravísimo problema de la disponibilidad de agua.
Se siguen otorgando concesiones excesivas para el agua superficial y para la sobreextracción del agua subterránea afectando su disponibilidad para el uso humano. Mientras tanto, los amigos del poder obtienen rentas extraordinarias en mega proyectos inmobiliarios; en la megaminería; en las embotelladoras de aguas, gaseosas y cerveceras, excluyendo en todos los casos la participación ciudadana efectiva y vinculante para el cuidado de este recurso básico para la vida.
En nuestra querida Mendoza venimos padeciendo y ahora se agudizarán, los conflictos por la poca agua que se genera en nuestra cordillera al disminuir las nevadas y por el uso abusivo que hicimos y seguimos haciendo aguas arriba de los ríos. Y nos preocupa que hoy nos quieran convencer que podemos seguir quitando agua de los menguados ríos, para atender proyectos mega mineros que solo benefician a empresas extranjeras, como por ejemplo la idea del Sr. Gobernador, de traer una empresa australiana que se llevaría el oro de nuestras montañas sin el utilizar las sustancias que prohíbe la Ley 7722, pero utilizando el método de lixiviación, que requiere inmensas cantidades del agua cada vez más escasa que baja de la montaña. Claro, a ellos los mueve la inmensa rentabilidad esperada, pues un solo yacimiento ubicado en Malargüe, les permitiría llevarse un millón 300 mil onzas de oro, que a 1.780 dolares la onza, significará remitir a Australia la fabulosa cifra de ¡2.300 millones de dólares!
Estemos atentos, porque la naturaleza no nos perdonará más errores y sufriremos en carne propia la carencia de agua, cuando la que baja de la montaña no nos alcance para vivir. Pero como siempre decimos, no se conformen con nuestras opiniones y entren al Google y escriban LIXIVIACIÓN DE ORO SIN CIANURO y encontrarán mas de 70 mil páginas para entender porqué decimos lo que decimos.
Columnista invitado
Alberto Lucero
Ingeniero Electricista, Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Mendoza. Titular de “LENIX Publicidad”. Titular de “INFO POINT SYSTEM”. Co-fundador de las A.M.P.A.P. (Asambleas Mendocinas por el Agua Pura), en Tunuyán.


