Cada poroto cuenta en el escenario de campaña porque las elecciones se ganan con votos. Esta verdad de Perogrullo es la que siempre queda a la vista en las mesas de arena de las alianzas, frentes y coaliciones. Unión por la Patria, en ese sentido, apuesta a ganar y en este caso creo que es posible que le vaya muy bien en Córdoba, donde el escenario político provincial ha sufrido algunas modificaciones que muchos pretenden ver cmo un cambio de época puertas adentro del PJ.
La figura de Sergio Massa, precandidato a presidente, cierra bastante con el centrismo en que ha devenido el partido de gobierno desde hace varios mandatos. Tantos los herederos de José Manuel De La Sosa como su delfín y continuador, Juan Schiaretti -que encabeza una fórmula nacional con el inefable Florencio Randazzo- hacen prever un nuevo tiempo. Sin embargo el cordobesismo me sigue pareciendo un anacronismo nacido al calor de la búsqueda de un peronismo de tipo insular.
Supongamos que algo tuviera de bueno tal cosa, en realidad lo que escondió siempre fue la libertad de cortarse solo que usó uno de los empleados de Franco y Mauricio Macri, quien en pocos meses terminará su gobierno. Eso sí, respecto de su campaña nacional, pocos votos logrará junto con el Diputado Nacional y hombre de Chivilcoy -el mismo pueblo de Héctor Magnetto, CEO de Clarín-. Pero por más pocos que sean, lograrán hacer daño a Unión por la Patria, al menos en las elecciones PASO.
“El efecto “pituquitos de Recoleta” de cara a las PASO
“¿Hacia dónde irán los votos de Martín Llaryora?
“El gobernador electo de Córdoba jugará a fondo con la candidatura presidencial de Juan Schiaretti, pese a que recibe guiños tanto de Juntos por el Cambio como de Unión por la Patria. El caudal electoral del cordobesismo puede resultar definitorio en una hipotética segunda vuelta, por lo que las especulaciones están a la orden del día. Sergio Massa tiene en agenda visitar la provincia mediterránea antes de las primarias.
“Desde Córdoba
“La bronca por el delay tuvo premio. El efecto “pituquitos de Recoleta” con el que Martín Llaryora festejó la victoria en las elecciones provinciales y municipales reinstaló al cordobesismo en el ecosistema político argentino. En esa liga, el gobernador electo comenzó a ser relacionado con cualquiera de los que giran en la calesita de las PASO. “¿Dónde irán los votos de Llaryora?” fue el segundo hit que lo convirtió en la sortija del carrusel electoral.
“Y mientras una buena porción de los precandidatos que compiten en las PASO quieren una foto o un gesto con el ganador de moda, la respuesta es la misma: “Estamos todos con Juan Schiaretti”, dicen.
““Hasta el final”, agregan desde el entorno del sanfracisqueño. Incluso, en el raid mediático semanal, el gobernador electo no dejó dudas: “Necesitamos un presidente con visión federal como Juan Schiaretti”.
“Y, sin embargo, la pregunta sigue picando. ¿Cómo se va a parar Llaryora después del 13 de Agosto? ¿Cómo va a jugar el PJ de Córdoba?
“Tercer movimiento
“Hace una semana, en los festejos del inesperado y holgado triunfo de Daniel Passerini en las municipales, el gobernador electo se sacó el gusto que tenía atragantado con mensajes para adentro y para afuera. En igual importancia.
“El “somos más cordobeses que nunca”, un F5 de la vieja disputa porteñocéntrica, adquiere un cariz diferente: el de hacer base propia bajo el lema del nuevo partido cordobés. De manera automática, también se puso en marcha el tercer movimiento del cordobesismo en la temporada electoral.
“Rumbo a las presidenciales, el rally tiene algunas postas que marcar. Primero hacer fuerza para que la dupla Schiaretti – Florencio Randazzo supere el 1,5%. Con los votos cordobeses y algún anabólico extra, Hacemos por Nuestro País estaría en condiciones de pasar el corte.
“Aunque suene paradójico y contradictorio, algo que en la política cordobesa ya se puso de moda, en Unión por la Patria no cae mal una buena elección del schiarettismo en Córdoba. Así se le rasparían votos a Juntos por el Cambio en la carrera para que Sergio Massa sea el mas votado en las primarias.
“El Massa Tour llegaría a Córdoba en los próximos días e incluiría una recorrida en capital e interior. La fecha tentativa aún no está definida. “El martes está descartado”, indicaron luego de que ese día tomara fuerza como fecha inicial de la recorrida. Si se toma en cuenta que el ministro muta en precandidato los fines de semana, tal como pasó en San Juan, La Rioja y Tucumán, habrá que esperar novedades más adelante. De cualquier manera, no habrá contacto con Llaryora, más allá del vínculo personal que los une.
“En la semana, Marcos Farina, secretario de Articulación Interjurisdiccional del Ministerio de Transporte de la Nación, activó varias reuniones en el sur provincial en torno a la candidatura del ministro de Economía. “Martín es un peronista de ley. El peronista siempre ha votado a ganador. Va a acompañar a Massa”, lanzó. Juan Grabois, también precandidato de Unión por la Patria, se sumó a los elogios. “Lo de pituquitos es verdad. Me interpela. Es un dirigente inteligente y muy interesante para debatir. Lo conocí hace dos años y le dije que va a ser presidente. Es un tipo capaz”, señaló durante una ronda de campaña en tierras mediterráneas.
“Otra vez. Más allá de las flores, Llaryora no sacará los pies del plato. “Es con Juan hasta el final”, repiten.
“Primera vuelta y ¿después?
“El propio Schiaretti dijo que después de las generales de octubre volverá sobre la idea de un frente de frentes con Juntos por el Cambio. Ese escenario contempla un triunfo en la interna de Horacio Rodríguez Larreta, el elegido por el gobernador cordobés.
“De hecho, el Gringo salió a capear el temporal al sostener que “la responsabilidad es de los que manejan el Estado nacional, no de los habitantes de CABA”. Llaryora, en tanto, buscó calmar apenas las aguas al sostener que “no quiero que le saquen nada al AMBA. Quiero que nos den lo nuestro”.
“En ambos casos ni se contempla qué hacer si la ganadora es Patricia Bullrich. Ahí el multiverso cordobés entraría en ebullición.
“Con nulas chances de definir la presidencia, en un escenario polarizado, los votos cordobeses del PJ son fundamentales. Es entonces donde entran a jugar las especulaciones y los guiños al sanfrancisqueño en su calidad de próximo jefe del PJ cordobés. Aunque la cerrazón es total en torno a lo que pasará luego de octubre, lo cierto es que las especulaciones entran a la orden del día.
“Si bien el frente interno local debe acomodarse a los nuevos tiempos, es de esperar que la vieja guardia no se resigne a ceder influencia. El escaso margen frente a la oposición con el que cuenta el oficialismo también hará su juego, al igual que los intendentes locales.
“De la cantidad de votos que coseche el schiarettismo dependerá la libertad acción con la que se cuente. El cordobesismo tiene jugadores en varias canastas, desde el PRO hasta el kirchnerismo “crítico”, como por ejemplo el Movimiento Evita, con presencia en las estructuras de gobierno.
“De esta manera, la pregunta acerca del destino de los votos del PJ de Córdoba marida con algo más estructural: el juego político del nuevo cordobesismo.
“Pagina12.com.ar
“Nicolás Fassi
“31 de julio de 2023”.
De las redes sociales
“Festejos de Passerini, vehemencia de Llaryora y mueca de Schiaretti
“El triunfo del peronismo cordobés sobre Juntos por el Cambio es mucho más que eso.
“-Es una derrota nacional de la derecha, que vino con su plana mayor a celebrar y se fue calladita de vuelta a Buenos Aires.
“-Pero también es una derrota contundente de Schiaretti, que ya ve como inevitable el recambio generacional a favor de Llaryora, Passerini y muchos otros dirigentes del peronismo cordobés.
“-Schiaretti no movió un dedo en toda la campaña para intendente. No recuerdo haberlo visto en ningún acto, en ninguna recorrida, en ningún spot publicitario. No recuerdo haberlo visto pedir el voto para Passerini, algo muy pero muy raro. ¿Qué había un acuerdo para entregar la capital a Juntos por el Cambio? No me consta, pero es muy sospechoso.
“-Recordemos que antes de las elecciones provinciales del 24 de junio, Schiaretti montó la opereta de su entrada a Juntos por el Cambio, algo que perjudicó notablemente la performance de Martín Llaryora. Sin ese exabrupto, Luis Juez jamás hubiera podido disputar tanto esa elección. Le dejó la pelota picando en el área chica y Juez, que venía mal, hizo lo que mejor hace siempre: jugó su papel de víctima y de justiciero solitario, se fue en auto a Buenos Aires y pegó dos gritos que los medios hegemónicos amplificaron. Fue una grandísima ayuda de Schiaretti a Juez.
“-En campaña, no sólo Schiaretti no pidió el voto para sus candidatos, sino que fue piantavotos. A pesar de decir que él quiere cerrar la grieta, lo único que hizo fue agigantarla. En los últimos dos meses, Schiaretti no solo coqueteó con Rodríguez Larreta, sino que se cansó de insultar al kirchnerismo. Y no insulta a Cristina o a algún otro dirigente, insulta directamente a los militantes kirchneristas. En Córdoba no son muchos, es cierto. Pero si a nivel nacional hay un kirchnerismo duro del 25 o 30 por ciento, en Córdoba estoy seguro que llega al 10 o 15 por ciento. Y esos votos fueron fundamentales para el triunfo de Llaryora el 24 de junio y para el triunfo de Passerini ayer 23 de julio. Esos votos fueron obviamente motivados por la necesidad de evitar un triunfo de la derecha, en ambos casos.
“-Esto está avalado por los números. El 24 de junio el candidato del kirchnerismo sacó poco más del 2% y ayer entre los dos candidatos cercanos al kirchnerismo, no llegaron al 1%. Está claro que la militancia kirchnerista votó en ambos casos al peronismo cordobés.
“-No digo que Schiaretti les agradezca, pero al menos que se quede callado. Lejos de eso, sigue insultando y agrediendo a esos miles de cordobeses que les dieron el triunfo a sus candidatos.
“-Por eso, hay que leer entre líneas, más allá de la primera imagen. Si ya de por sí, la sonrisa de Schiaretti siempre ha sido falsa, la de anoche era una mueca. Se lo notaba incómodo con su propia hipocresía de subirse a ese escenario de triunfo que él nunca buscó ni quiso.
“-Sorprendió la virulencia del discurso del gobernador elector, Martín Llaryora: “Basta de pituquitos de Recoleta que vienen a decirnos qué hacer”, en clarísima alusión a Rodríguez Larreta, el cuasi aliado de Schiaretti. Y siguió más duro todavía: “No producen nada, nosotros producimos en el interior del país. Es fácil gobernar el distrito más rico del país con los mayores subsidios”. Y repitió varias veces: “No producen nada”. Le dio un contenido al discurso vacío schiarettista de un federalismo cordobesista. Puede gustar o no, pero ahora Llaryora le dio un contenido a esa idea: “Basta de unitarismo, queremos que sean más justos en el reparto”. Por supuesto que esta crítica alcanza a todos los gobiernos, incluidos los kirchneristas que nunca dejaron de ser centralistas, pero se orientó específicamente contra Rodríguez Larreta… y con Schiaretti al lado que no dejaba de forzar la sonrisa.
“-Por su parte, Passerini eligió como blanco a Patricia Bullrich: “Para nosotros, la política no es a todo o nada”, en clarísima alusión a los spots publicitarios de la precandidata de extrema derecha que no deja de decir que, si no es todo, no es nada, cada vez más cerca del discurso de Milei.
“-Con estas frases, Llaryora y Passerini están apuntando directamente a Rodríguez Larreta y a Bullrich. Claro que dijeron que van a militar por la precandidatura del “Gringo”, y quizá lo hagan, con la convicción de que difícilmente esa aventura saque más de 3 o 4 puntos a nivel nacional.
“-La otra lectura, más pragmática (y recordemos que el peronismo si algo es, es pragmático, y si algo tiene, es vocación de poder) es que ya se están dando señales para octubre, de apoyo a Sergio Massa. Que se viene una nueva era en las relaciones del peronismo nacional con el peronismo cordobés. Y quizá, entre la Nación y la Provincia.
“-Por su parte, Sergio Massa anoche llenó de elogios a Passerini y a Llaryora, los mencionó como “los hijos de De la Sota” y ni siquiera nombró a Schiaretti. Y fue más allá, dijo: “Como la educación es el motor de la movilidad social, estoy peleando para crear varias universidades públicas como la del Delta, de Pilar, Saladillo, de Paraná y de San Francisco de Córdoba”. ¿Guiño? Con los dos ojos.
“-Resumiendo, la foto de la derrota fue una foto nacional, porque el mismo Juntos por el Cambio se encargó de nacionalizar su derrota. El título de esa foto es “Los hice venir al pedo”
“-La foto de la victoria mostraba matices. La alegría genuina de Passerini, el médico y trombonista que ahora es intendente de Córdoba. La vehemencia del gobernador electo Llaryora, detrás de la cual hay un intento abierto de diferenciarse de su predecesor. Y la mueca tragicómica de Schiaretti, perdido en su propio laberinto.
“-El nuevo tiempo ya empezó. Si será mejor o peor, lo veremos. Pero será distinto. Un problema es que, en lo formal, recién empieza el 10 de diciembre. Habrá que ver cómo el peronismo de Córdoba gestiona estos seis meses, donde lo muerto todavía no está enterrado y lo nuevo todavía no camina.
“Mariano Saravia”.


