Otro desafío histórico para todos los argentinos. El 23 de mayo se rememoró el Éxodo Jujeño, con el Tercer Malón de la Paz -en las calles de Buenos Aires- y el hermano Lula peleando por nuestro ingreso a los BRICS (opción por la liberación).
Es cierto que ya no están Balbín, Illia, Crisólogo Larralde, Perette, Levenshon, Sabatini, Alejandro Gómez, Alfonsín, Storani, los Suárez, Oñativia -por mencionar solo a algunos-, que fueron acompañados por mujeres de la calidad de Florentina Gómez Miranda, Nélida Baigorria y tantas otras -relevantes todas-, de la UCR.
Perón aspiraba a la unión nacional, con el radicalismo y los socialismos que no pudo ser -tal vez- por errores mutuos. Quizá, nos hubiésemos ahorrado sangre, vidas, gobiernos de facto y ese enfrentamiento fratricida que alejó -con enorme pesar-, al mas grande de los Libertadores de América, que supimos condenar al mas doloroso exilio.
Hoy se abre la oportunidad de volver a ponernos en el libro de la historia grande. Es la hora de la renuncia a intereses personales -o de facción-, para salvar a la Patria de la disolución nacional, por la cual obran dos extranje@s, nacidos -por casualidad-, en ésta, que debe volver a ser una gloriosa nación.
La Argentina soñada por nuestros mayores. El acuerdo de cúpulas, no es suficiente. Es correcto. El pueblo tiene hoy, tres responsabilidades patrióticas, como sentenciaran -ayer-, Sáenz Peña: “quiera el pueblo votar” y el Maestro Juan B. Justo: “sepa el pueblo votar”.
Las responsabilidades consisten en: 1) concurrir a votar; 2) votar por la Patria; por sus hijos y por nosotros mismos; 3) acompañar al futuro gobierno y exigir el cumplimiento del mandato popular, para consagrar -nuevamente-, una vida justa y digna, con remuneraciones que tengan el poder adquisitivo que supieron tener, hace pocos años.
Votar mal; votar en blanco, o no votar, es votar al verdugo. Es marchar ciega y mansamente al patíbulo. Debemos hacerle entender esto a los jóvenes que carecen de conocimiento, experiencia y memoria; probablemente, sin culpa de ello y a los no tan jóvenes, que prefieren no pensar.
O porque la bronca -lógica-, los obnubila y los lleva a votar en contra de si mismos y en contra de la totalidad. Es cierto que -en los tiempos que corren-, lo ideal no existe, pero -al menos-, debemos votar -en positivo-, para tener la posibilidad de volver a ser y a estar, como país y como especie.
RESULTA FUNDAMENTAL -Y VITAL-, VOTAR EN DEFENSA PROPIA Y LUEGO -REITERO-, EXIGIR EL CUMPLIMIENTO DEL MANDATO, OBLIGANDO AL GOBIERNO DE COALICIÓN, QUE ES EL QUE DEBE IMPONERSE (SI ES POSIBLE EN PRIMERA VUELTA), A CUMPLIR SU COMPROMISO Y DEBER, DE HONRAR A LA PATRIA Y AL PUEBLO.
Además, existe un mientras tanto, que debe ser el prólogo obligado de ese gobierno. Ya, debe comenzar el reintegro del poder adquisitivo -de salarios y jubilaciones-. Tanto o mas importante, que los aumentos y la suma fija, el estricto control de los precios, que no se puede hacer -considero-, si se siguen desconociendo los costos de producción de los servicios públicos (que no solo son una estafa, sino que los concesionarios no efectúan inversiones, ni gastan en mantenimiento y fugan las brutales ganancias y los subsidios), ni de los alimentos, ni de nada.
Tanto Massa cuanto Rossi y todos quienes integren el futuro gobierno de unidad nacional, deben proveer esos elementos al pueblo, comenzando a hacerlo ya. Ello marcará un tiempo distinto, de acá a octubre y a diciembre, cuando comiencen a gobernar, entre todos y para todos (cité lo del Éxodo porque, aunque no están, Belgrano y San martín nos miran, desde la inmortalidad).
23 de agosto de 2023
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.