Uno de los últimos episodios de Black Mirror (Netflix) lleva por título “El Fenómeno Waldo”. Uno cree que esas cosas pueden pasar sólo en la ficción, pero cuando echamos una mirada a la política argentina, vemos que la realidad supera a la fantasía. Waldo es un animé, un dibujo animado que discute en vivo y en directo con la casta política y alienta a su público a despreciarla, hasta que llega a convertirse en político y a ganar las elecciones en una Inglaterra no muy futura. Llegado al poder, empieza a hacer exactamente lo contrario de lo que venía predicando.
Alguna vez en este mismo medio (1) hicimos reflexiones sobre la lobotomía colectiva que había sufrido el pueblo argentino durante la última dictadura militar. Bastaba comparar las consignas políticas del día de la asunción de Héctor Cámpora en 1973, y las de la asunción de Raúl Alfonsín en 1983. Allí hicimos varios razonamientos sobre lo ocurrido en esos diez años…
En eso llegó la democracia, que cumple 40 años y se enfrenta al mismo dilema que al principio, cuando vemos a un Waldo que, motosierra en mano, cuestiona hasta la misma Constitución y la mismísima Ley Sáenz Peña de 1912.
Nada hacía prever que en estas cuatro décadas deberíamos enfrentarnos a una lobotomía más profunda aún, donde nuevamente la opción vuelve a ser “democracia o dictadura”. Ya no peronismo o radicalismo, ya que ambos espacios tradicionales fueron neutralizados y reemplazados por un neoliberalismo que llegó en 2015 al poder sin ayuda militar y que ahora vuelve por sus fueros motosierra en mano. No, ahora es, nuevamente, recitar el preámbulo de la Constitución, cosa que hacen algunos radicales que despertaron de la larga siesta, y peronistas que en 1983 odiaban a Alfonsín.
Pensamiento mágico. Antikirchnerismo bobo. Mesianismo sin contenido. Cada uno tiene su propio liberalismo. Se autoperciben liberales, pero no lo son. Podríamos decir cualquier cosa, lo que sí podemos señalar es que el enemigo, como en el episodio de Black Mirror, logró manejar nuestros instintos y emociones, anular nuestro raciocinio y dominar las mentes una por una y todas a la vez. Así, cada uno interpreta a su manera las verdades de Waldo, y se torna imposible mantener una discusión racional con ellos. Estamos en una situación en que es más fácil discutir de Teología con un Testigo de Jehová que hablar de política con un macri-mileista-bullrichista. No hay razonamiento que valga, no tiene sentido. ¡Y eso que Lilita Carrió se salió del ruedo!
Algunos citan a Sigmund Freud cuando en los años ’20 advirtió sobre el “malestar en la cultura”, donde socialmente la pulsión de muerte es más fuerte que la pulsión de vida… en 1939, el mismo año de su muerte, cuando estallaba la Segunda Guerra Mundial.
La psicohistoria
Y ya que estamos con la Psicología de masas, debemos recurrir a la ciencia-ficción para entender más lo que está pasando. En este caso, La primera “Trilogía de las Fundaciones”, que Isaac Asimov publicó por entregas a principios de los años ´40 y que muy atinadamente resume Wikipedia en las citas 2 y 3. Sería largo de explicar, pero básicamente de lo que se trata es de que un imperio galáctico humano, con 8 trillones de habitantes, está en decadencia, y entonces los psicohistoriadores, previendo la edad oscura que se avecina, programan el surgimiento del segundo imperio. Hay quienes dicen que esta novela se basó en la estrategia del emperador Constantino, que dividió al Imperio Romano en dos, viendo que era imposible salvar al de Occidente. Hari Seldon, inventor de la Psicohistoria, deja grabados mensajes que cada tantos milenios son escuchados y en los que se explica lo que va a pasar. Su ciencia se basa en la Historia, la Psicología y las Matemáticas, y se inspira en trabajos serios realizados por investigadores de comienzos del siglo XX. Remata Wikipedia: “El personaje responsable de la consolidación de esta ciencia, Hari Seldon, estableció que este teorema depende de los siguientes axiomas: 1. La población en la cual el comportamiento fuera a ser modelado debía ser suficientemente grande (±75 billones). 2. La población debía permanecer ignorante de la aplicación de los análisis psicohistóricos. Es posible agregar un tercer axioma si se toma en cuenta el final del argumento de Fundación y Tierra: 3. Que la humanidad es la única inteligencia actuante en la galaxia. Mucho después de presentar el concepto, Asimov describió orígenes históricos (pre-Seldon) de la psicohistoria. En Los robots del amanecer, que se sitúa miles de años antes de la Fundación, describe los intentos del robotista Han Fastolfe de crear una ciencia basada en la observación cuidadosa de otros, particularmente de su hija Vasilia”. Aconsejamos fervientemente la lectura de esta primera Trilogía. Las siguientes son más aburridas. Nos ha servido mucho para aplicar a la Espeleología y su evolución., con el aditamento de que se basa en hechos históricos reales de este planeta, hace menos de 2000 años.
Así, entonces, se pueden entender algunas aparentes contradicciones y estados de decadencia. Nuestro estado actual, en Argentina y en el mundo, es de decadencia. Lo dijo claramente Atilio Borón (4): en Occidente no hay estadistas, al menos no en los países centrales. No los hay. Cualquier cosa puede pasar.
Entonces, no estamos tan en decadencia, a partir de que desde enero Argentina formará parte de los BRICS, donde si hay estadistas de talla como Putin, Xi Ching-ping, Lula (que no por nada mandó sus asesores de campaña a trabajar junto a Sergio Massa, noticia confirmada).
O sea que entonces lo que estamos viendo no debe preocuparnos, como no se preocuparon los originaris a bordo del arca salvadora de “El Europeo”, un cuento que Herman Hesse escribió luego de terminada la Primera Guerra Mundial (5).
Nos lamentamos de que “la política ya no es un Balbín que dice “este viejo adversario despide a un amigo” frente al cuerpo inerte de Juan Domingo Perón”. No. Ya no hay códigos. Todo vale. La política es una caricatura, como Waldo, pero una caricatura que tiene opción de llegar al poder. Es peligroso, pero es posible que tal cosa suceda.
El mundo entero se burla de nosotros, un país con un candidato que se presenta con una motosierra y desconoce literalmente las leyes y el funcionamiento de las instituciones del Estado. Ya no son cuestionables ni comentables sus ideas y propuestas, sencillamente porque no las tiene. La libertad de expresión es un “derecho” para justificar negacionismos varios (la pandemia, los desaparecidos, falta que se niegue a la Shoah). Se puede decir cualquier cosa, se puede insultar, mis derechos no terminan donde empiezan los del otro, simplemente porque no hay un otro. Psicosis tal vez. Psicosis colectiva podría ser. Pero quizás necesaria. Después de todo, tanto el Dante como el Quijote necesitaron descender al mundo subterráneo, al mundo inferior, el infierno, para sanar. El Psicoanálisis apunta en esa dirección: sumergirse en el Inconsciente para enfrentar a nuestros propios monstruos.
Visto desde el pesimismo, el individualismo exacerbado puede ser inocuo, pero no lo es cuando llega al poder político. Ya lo vivimos con Macri, y ahora estamos nuevamente, con Macri manejando los hilos, frente a candidatos que ayer eran amigos y hoy enemigos, o viceversa. Candidatos que se contradicen: romper relaciones con el Vaticano, privatizar el mar, permitir la venta de órganos. Reivindicar la dictadura. Hablar con el perro muerto a través de una médium, pero además haber clonado a ese perro con quien pasó la Navidad durante 13 años. Todo esto es posible. Está ocurriendo. Y puede llegar al poder. Si resucitara, hoy quizás Ernesto Sábato, pesimista como pocos, volvería a decir aquello de “si Kafka fuese argentino seguramente sería un escritor costumbrista”.
Así que podríamos darnos el gran gusto de hacer lo que todavía no se le ocurrió al gorilaje vernáculo, tema en el que tiene muchísima cancha, pero que quizás no se le ocurrió: ¿y si todo este quilombo dentro del campo político gorila lo armó alguien que no es Macri… ¿ni Hari Sseldon?. Por ejemplo… ¿Cristina?. Es curioso, que luego de años de echarle la culpa de cualquier cosa que ocurra, desde la muerte de Nisman hasta la masacre de Once, pasando por el aumento del kilo de zapallitos, hoy a Cristina ya no se la nombra. El enemigo ha dejado de hacerle publicidad gratuita.
De todo tiene la culpa Cristina. Ya era una “verdad” apriorística. ¿Por qué no iba a tenerla en esto? Sigamos la corriente de la psicosis delirante en la que vivimos y deliremos:
1) Cristina estaba harta de un pueblo que promete dar la vida por ella y no lo hace. Pero sigue siendo “La Conducción”, como dicen en su círculo íntimo. Raro, una conducción carismática por la que nadie grita (ni menos actúa) eso de “la vida por”. Pero ella sigue sonriendo y tirando besos a troche y moche. No da la sensación de que está jugando con sus enemigos “como juega el gato maula con el mísero ratón”? (tango Mano a Mano, Carlos Gardel).
2) Harta de todo eso (o quizás no), en 2019 lo mandó al frente a un supermoderado, Alberto, para que dirigiera los destinos del país. Alberto se manejó bien con la pandemia, pero en economía no pegó ni una. Encima, los delirantes le echan la culpa por la deuda que contrajo Macri. Etc., etc.
3) Así que, llegado el 2023 La Conducción decidió nuevamente no presentarse, mandando al frente a Massa-Grabois (el espacio creador de las PASO no podía seguir negándose a hacer las PASO, insisto, Grabois también estaba apoyado por Cristina, lo está), sabiendo que ganaría Massa, y que Grabois cumpliría la función de evitar la fuga de votos progresistas.
4) Massa salió tercero, pero sorpresivamente ganó en las generales. Aquí nos detenemos: Bullrich eliminó a Rodríguez Larreta, luego Milei eliminó a Bullrich, luego vino Macri y forzó una reconciliación y entonces en pocas horas el candidato de Macri ya no era Bullrich, sino Milei. ¿Me van siguiendo?. Pregunto, porque yo mismo ya me perdí. Luego, ahora Macri es el titiritero… de su propio enemigo. ¿Y si pensamos que ambos son títeres de alguien?. ¿Fue verdaderamente sorpresivo el súbito paso al frente de Massa?
5) Luego el giro a la derecha que supone el apoyo a Massa, hace que de repente el kirchnerismo salga del escenario donde ahora se están matando entre gorilas y entonces emplee todas sus energías en gestionar y hacer propuestas creíbles. Hacer política, bah.
El kirchnerismo ha retomado la iniciativa y pica en punta. Algunos militantes se quedan dormidos y piensan no ir a votar el día 19, aprovechando el fin de semana largo para vacacionar. Craso error.
A Macri no le conviene que Milei gane (como no le convenía que ganara Boca contra Fluminense, derrota que le permite sabotear la presidencia de Riquelme en el viejo club de fútbol), porque de esa manera se impone como líder de la oposición por la inutilidad de su Chirolita. El tándem Macri Milei es como El Mulo de la Fundación de Asimov, o El Europeo de Hesse: seres destinados a no hacer daño, pero imposibilitados de perpetuarse, incluso de reproducirse. Su poder no puede sino ser efímero.
También hay algunos que especulan con que “Milei se baja”. Otro craso error. A Milei no hay que permitirle que se baje, hay que derrotarlo, y derrotarlo de la manera más humillante posible.
Si Milei se bajara, Massa quedaría liberado del compromiso de armar un gobierno de coalición, y ese gobierno de coalición, en este momento histórico, es necesario, imperioso. En el partido radical ya está empezando a haber reacciones muy esperanzadoras. La UCR, o al menos amplios sectores de ella, está volviendo al alfonsinismo y han entendido que no están en peligro sus cargos, sino la democracia misma, y los derechos humanos que son parte de esa democracia.
Entonces
Hipótesis 1. Si Massa gana la presidencia, entonces el peronismo-kirchnerismo retomará su tradición histórica: en 1946 el vicepresidente de Perón eran radical; Perón se abrazó con Balbín para echar a Lanusse; Alfonsín tendió puentes con la gloriosa JP de los ’70 y los muchachos peronistas lo votaron, no querían a Herminio Iglesias. Kirchner, en 2007, armó la fórmula Cristina-Julio Cleto Cobos.
En este armado, que no tiene nada de nuevo, lo mejor es crear las condiciones para que el enemigo neoliberal cometa el error de la autofagia, cosa que parece estar ocurriendo. Luego se acomodarán.
Hipótesis 2. También puede pasar que gane Milei, en cuyo caso ya está claro que no sabrá qué hacer. Si supiera está la chance de no dejarlo gobernar y propiciar su huida en helicóptero, como ya hizo el pueblo en las heroicas jornadas de diciembre de 2001. Y allí se repetirá el ciclo: la crisis del 2001 fue necesaria para que apareciera un Néstor en el escenario político. Quizás sea necesario volver a tocar fondo para que vuelva a aparecer un nuevo Néstor. Hay muchos cuadros, muchísimos, que podrían cumplir acabadamente con esa función.
Cristina, quizás la más grande estadista de toda nuestra Historia, sonríe y está tranquila, como Hari Seldon, como el Noé del cuento de Hesse al que aludimos. O al menos así luce. Ya demostró que no necesita ocupar cargos para manejar los hilos de la política nacional.
¿Qué hará el 11 de diciembre?. ¿Irá a entregarse a la Justicia ya que está condenada? ¿O la Justicia quizás no tenga los huevos suficientes como para meterla presa?
Si tiene esa mochila en su espalda, ¿por qué sonríe y hace chistes? ¿Se está burlando de quienes la condenaron? ¿Desea que pase eso? ¿Que gane Milei para que explote todo, que la metan presa?
Ocurra lo que ocurra, habrá que sentarse a armar una nueva Argentina, con una nueva Constitución que impida la fragmentación en un falso federalismo que en realidad nos debilita frente a los poderes económicos extranjeros. Hay que eliminar la sacrosanta Ley de Entidades Financieras que nos dejó la dictadura y que convirtió a la Patria Financiera en el factótum de la política nacional. Hay que modificar o derogar la Ley de Inversiones Mineras que nos legó Menem, que impide al Estado Nacional invertir en emprendimientos mineros.
Políticas de largo aliento: hace exactamente 70 años Perón anunciaba el ABC (Argentina-Brasil-Chile), como alianza necesaria para plantarnos frente al mundo y proclamaba que los recursos naturales tenían importancia geopolítica. Bien, hoy el ABC se llama BRICS, y Argentina ya esta adentro a pesar de los Macri, los Milei, las Bullrich. El ingreso de Argentina al BRICS fue obra del venezolano Chávez junto al brasileño Lula. Hay una continuidad frente a la cual el enemigo neoliberal no puede hacer nada. Lula está asesorando a Massa. NECESITA que Argentina no caiga nuevamente en las garras del neoliberalismo.
Argentina también necesita una ley antinegacionismo, como en Alemania, y que los candidatos pasen un examen psicofísico. Las barbaridades que venimos escuchando en estos días nos hacen pensar en eso. Waldo, perdón, quise decir Milei, no puede ser presidente de la Nación Argentina. En el mundo entero se están cagando de risa de nosotros por ese psicótico delirante. Pero por encima de todo, muchos argentinos pueden morir de manera violenta si ese tipo llega al poder. Argentina no puede darse el lujo (ocurrió en los primeros gobiernos de Perón, en los gobiernos kirchneristas) de avanzar en el bienestar de la gente, pero descuidar la formación de una verdadera conciencia nacional y popular. No puede ser, por ejemplo, que haya jubilados que se acogieron a la moratoria y sigan creyendo que “Cristina se robó todo”. Una ley de medios debe aplicarse o aplicarse: los enemigos de la Patria no pueden seguir siendo fábricas de individualismo y egoísmo porque lavan cerebros. No es normal que tantos energúmenos, que ni bicicleta tienen, sigan creyendo que “todos los problemas de este país se resuelven eliminando los planes” (y hay que explicarles que, si se acaban los planes, ellos tendrán que cerrar el boliche). Que el cuentapropismo no se convierta, como en 1983, en apoyo a ideas políticas que exaltan el individualismo!.
Mientras tanto, el 19 debemos ir a votar, ya no sólo entre democracia y dictadura, sino también entre cordura y locura. Por eso la desubicación del FIT: siguen viendo a la política argentina en términos de clasismo. Lo que está pasando por ahora es otra cosa. La contradicción principal, hoy, pasa por otro lado.
Para terminarla… ¿Quién es el Hari Seldon de nuestra Historia Nacional?. ¿Cristina?. ¿Néstor?. Quizás lo sea, desde donde esté, Juan Perón.
Columnista invitado
Carlos Benedetto
Museólogo, docente jubilado y presidente de la Federación Argentina de Espeleología. Escritor y periodista. Miembro de la Comisión de Ambiente del Instituto Patria. Director del quincenario Sin Pelos en la Lengua. Agrupación Luis Barahona, Biblioteca de la Memoria Jaime De Nevares, Malargüe.
Notas
1) https://marcelosapunar.com/2021/05/25/reflexiones-sobre-el-25-de-mayo-y-el-peronismo-por-carlos-benedetto/
2) https://es.wikipedia.org/wiki/Fundaci%C3%B3n_(novela)
3) https://es.wikipedia.org/wiki/Psicohistoria
4) https://www.youtube.com/live/lwW0yEeAPlY?si=SDbgW-gTyMU5Gj42
5) https://sinpelos2011.files.wordpress.com/2013/12/el-europeo.pdf