Cuando el genocidio impiadoso, infame y sangriento se manifiesta como lo hace en territorio palestino, el eje del mal demuestra su condición mas brutal y terrorífica.
Miles de niñas y niños, como mujeres, son víctimas inclementes de la condición brutal; bestial y subhumana de todo el sistema. Esto es así, aunque el miserable asesino que empuja al ejército sionista a la barbarie inmisericorde, se llame Netanyhau, respaldado por todo el Eje del Mal, integrado por EE. UU., Inglaterra, Israel, las colonias europeas y sus aliados.
El Estado de Israel es invasor de territorios palestinos, para lo cual regó con sangre inocente, desde 1948 (hace 75 años), esa tierra, sagrada, para muchos creyentes, de distintas religiones y nacionalidades. Comenté, hace un tiempo, que David Ben Gurion -líder, por entonces, de los israelíes, respetado por la comunidad mundial-, me confesó algunas cosas (tenía la necesidad de contarle a alguien parte de su vida y ese alguien, fue un joven argentino, que le prestó sus ávidos oídos -yo era muy joven, por entonces-).
Me narró cosas muy interesantes, haciendo hincapié en su condición de terrorista, miembro de una banda famosa, con nombre de pila judío. Su amistad con Anwar el Sadat, partió de esos tiempos -me dijo-, en que ejercíamos papeles similares, pero tremendamente enfrentados, con una crueldad inusitada.
El no me lo dijo pero saqué mis propias conclusiones: eran muy violentos, pero uno (él), combatía por invadir territorios árabes (de sus primos, genéticamente hablando); Anwar, por su parte, era un inmenso combatiente, pero tratando de proteger a su pueblo de la gran ocupación registrada ya.
Teníamos grandes diferencias con el imperio británico, desde tiempos inmemoriales, pese a la presencia sionista en la cúspide del poder, pero quien mas nos azuzaba y empujaba a la irracionalidad de esa marcha macabra, era EE. UU., que se había convertido en la cabeza visible del poder mundial -desde Occidente-.
Ellos quisieron sentar reales en el Levante -en el Oriente Medio- y el arma; la herramienta posible fue nuestro pueblo. Temí siempre -aseveró-, que ese era el destino que nos tenían reservado. Y así fue. Mas claro, agua. Solo EE. UU., protagonizó mas de 300 invasiones, a sangre y fuego; saqueando y matando.
Solo EE. UU. utilizó armas químicas; armas biológicas, generalmente de un daño inédito y una permanencia en el tiempo, destructiva. El virus de diseño, COVID 19, fue una de sus hazañas mortales mas, matando a millones y perturbando a toda la humanidad. El poder de fuego del Eje del Mal, como su perversión asesina, no tienen límites.
Si creen necesario hacerlo como lo están haciendo -en Ucrania y en Palestina-, poner en riesgo a toda la humanidad, destruyendo el planeta, lo harán, porque el cerebro carcomido por el odio y la ambición de poder, se ha posesionado de ellos. Ningún organismo internacional -supuestamente de naciones-, tiene vigencia; lo manejan todo y el Concejo de Seguridad, maniatado, por el voto del imperio, ha caducado hace ya mucho.
En todas las ciudades del mundo, todos los judíos racionales acusan a Israel de genocida impiadoso -especialmente, reitero, de las niñeces y las mujeres-, en su afán de robar, matar y saquear, territorios ajenos. Para los genocidas del norte, no hay problema, ya que generan guerras y atrocidades, lejos de sus fronteras y en tierra robada a México.
El genocida de ultra derecha y nazi, que manda en el Estado de Israel, no tiene contemplación alguna y el mundo clama por la paz y que cese la descomunal matanza de inocentes. El sionismo israelí, sirviendo al sionismo internacional -en tanto-, quiere terminar con la población palestina; con las mujeres y los hombres, además de sus futuras generaciones.
Los domina el oscurantismo y una sed de sangre inhumana. Si Israel no cesa de matar inocentes, puede despertar la ira de la tierra, como está ocurriendo. Y las consecuencias pueden ser catastróficas. ¡Basta de sangre inocente!. ¡Basta de guerras! ¡Basta, Eje del Mal!
8 de noviembre de 2023
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.