Buta Ranquil es una pequeña ciudad del norte neuquino, de 3.000 habitantes, al pie del imponente volcán Tromen y al costado de la Ruta Nacional 40. En este último caso como Malargüe, pero más al sur: está más cerca de la ciudad más austral de Mendoza (247 Km) que de su propia capital (381 Km).
Ambas tienen cosas en común, una de ellas es que están en el eje que atraviesa la cuenca neuquina de Norte a Sur donde, además de petróleo y la ruta 40, se concentra el 90 % del patrimonio espeleológico del país, sin contar las cavidades artificiales Minas de Paramillos, éstas en nuestro norte provincial.
Esta vez el intendente requirió a la Federación Argentina de Espeleología – FAdE (con sede social y legal en Malargüe) el dictado de un curso sobre Espeleología en general y sus potencialidades en Espeleoturismo en particular.
En la capital provincial no los atienden, como en Mendoza capital no atienden a los malargüinos, y menos ahora que Malargüe ha vuelto a la normalidad luego de 8 años de desórdenes políticos, económicos y sociales.
En otro aspecto, lo que las une también los divide: el mal estado de la mencionada ruta nacional. En el curso señalado hemos visto a turistas europeos llegando desde el sur y luego viajando a Mendoza, pero no por la 40. Todo un símbolo: divide y reinarás… alguien no quiere la unidad y menos en tiempos de balcanización territorial.
Pero el dato de interés es que Buta Ranquil, como Malargüe, están de todas formas en la mira del turismo extranjero.
El curso fue casi exclusivamente teórico, aunque una de las clases fue dictada desde la boca de acceso de la cueva La Salamanca, topografiada en 1983 por el Centro Argentino de Espeleología cuando su boca de acceso se encontraba a unos 500 metros de la ruta nacional 40 (Fotos 1 y 2). Luego cambió el trazado de la carretera y ahora este tubo lávico (así se llaman las cavidades basálticas) está en jurisdicción nacional, donde no hay leyes (la 2213 en Neuquén para ser precisos) que prohíban las exploraciones, actividad lícita y a la que le caben las generales de la ley (artículo 14 de la Constitución Nacional).
La caverna, entonces, “pasa” por debajo de la actual ruta nacional, lo que deja en claro que allí hubo, y hay, impacto ambiental del que nadie se ocupó para que el nuevo trazado no afectara a esta parte del patrimonio espeleológico, nada menos que una extensión en Neuquén de la geografía de la Payunia, Mendoza. Se han relevado, hace 40 años, sólo 204 metros de galerías, pero hay indicios, en superficie, de que se trataría de una cueva mucho más extensa.
Las salidas al campo no preveían ingresar a cuevas, aunque no faltaron las fotos grupales en aleros que, aparentemente, no están catastrados. Serían meros abrigos basálticos, producto de la erosión eólica en la base de rocas conglomeradas, con muchas vertientes de agua, formación de musgo y hasta nidos de aves que deberán ser estudiadas y que posiblemente tengan la misma importancia que el Alero El Manzano (Malargüe), donde el guano de aves y murciélagos interactuó con el basalto para formar la más alta variedad de fosfatos endémicos de cuevas ENTODO EL MUNDO (Dr. Paolo Forti, 1997, ver epígrafe de foto al pie), lo que da una idea somera de la importancia oculta de nuestro patrimonio natural.
Se formó, al final, un grupo motor para la constitución del CETRO – Centro Espeleológico Tromen (denominación provisoria), del que forma parte el propio intendente. Esta asociación se sumó a la FAdE de inmediato y no se descarta que en la asamblea de abril próximo algún butaranquilense pase a formar parte del Consejo Directivo de la Federación.
Algo más es que al pie del volcán Tromen hay yeseras donde al menos hay topografiadas dos cavernas de un centenar y pico de metros. Pero además hay minas abandonadas que también son cuevas (Foto 3), aunque no alcanzadas por la legislación en cavidades naturales. Como Minas de Paramillos en Mendoza, pero más en chiquito. En esa zona hay también una laguna de superficie (Foto 4), que hace pensar que puede haber también acuíferos subterráneos, ya que se encuentra en la misma formación geológica de las cuevas de Poti Malal (Malargüe) y Del León (Picunches, Neuquén).
Es bueno saber que hay autoridades, específicamente el intendente Pedro Cuyul, su directora de Turismo, Valeria Lagos y varios concejales que están transformando a Buta Ranquil y no acepta con resignación que haya turismo en la zona, pero sin guías locales, como si Buta Ranquil fuese tierra de nadie.
Ellos quieren resolver el problema y miran a Malargüe en busca de un modelo del cual agarrarse, y hasta tienen ganas de venir a ver nuestras cuevas y hablar con el intendente Jaque.
De nuestra parte, soñamos con poder ir a Galápagos en abril próximo, donde se realizará un simposio internacional de Vulcanoespeleología auspiciado por la Unión Internacional de Espeleología (UIS), y candidatear allí a Malargüe (y Buta Ranquil) como sede del Simposio Internacional de Vulcanoespeleología 2026.
En la primera semana de enero el presidente de la FAdE le contará detalles de esto al intendente Jaque y es posible que a fin de mes o en febrero la FAdE vuelva a Buta Ranquil, ya no a trabajar con alumnos de un curso, sino con colegas, que es otra cosa, ¿no?
Soñar no cuesta nada, y encima sin sueños no hay progreso.
Foto 1: Topografía de la cueva de La Salamanca, año 1983
Foto 2: La entrada a la cueva de La Salamanca se encuentra oculta detrás de arbustos
Foto 3. Las minas abandonadas de El Tungar, cercanas a La Yesera, serían una opción espeleoturística, ya que estas cavidades artificiales forman parte de la Espeleología aunque no estén alcanzadas por la legislación relativa a cavidades naturales
Foto 4. En la Yesera hay cuevas parecidas a las de Poti Malal de Malargüe, con una laguna de superficie y posibles lagos subterráneos
Foto 5. Derrames de guano dentro de una cavidad basáltica, que tiene la misma importancia científica que el alero El Manzano (Malargüe), estudiado en 1997 por el entonces presidente de la UIS
Foto 6. Grupo de nuevos espeleólogos en uno de los aleros encontrados durante las clases
Foto 7. En primer plano, la concejal Marcela Carrera y parte del grupo en uno de los aleros
Foto 8. Febrero de 1997, durante el III Congreso Latinoamericano de Espeleología. Puede verse al actual intendente Jaque, entonces también intendente. A su izquierda, el Dr. Paolo Forti, Universidad de Bolonia, Italia, especialista en el estudio de minerales endémicos de cuevas. En esa época, Forti era presidente de la Unión Internacional de Espeleología (UIS). A la derecha de Jaque, Ricardo Zubeldía, entonces presidente del concejo deliberante. A la izquierda de Forti, el Dr. Franco Urbani (Venezuela), que dejaba la presidencia de la (ahora “ex”) FEALC (Federación Espeleológica de América Latina y del Caribe) Al cabo del congreso exploró Malargüe y descubrió que en un pequeño alero basáltico se concentra la más alta variedad de fosfatos endémicos de cuevas del mundo
Columnista invitado
Carlos Benedetto
Museólogo, docente jubilado y presidente de la Federación Argentina de Espeleología. Escritor y periodista. Miembro de la Comisión de Ambiente del Instituto Patria. Director del quincenario Sin Pelos en la Lengua. Agrupación Luis Barahona, Biblioteca de la Memoria Jaime De Nevares, Malargüe.


