Argentina llora por Argentina. ¿Qué nos está pasando? ¿Son ratas inmundas? ¿Son ensobrados? ¿Venden la Patria por mendrugos?
Gobernadores, senadores, diputados, que son menos de 200 -en este último caso-, son pisoteados y no representan a nadie, ni a nada, por haber destrozado el contrato social y el mandato; nos entregan -a mansalva- y aunque el propio energúmeno los ponga en evidencia.
Son miserables traidores a la Patria, pero no se conmueven, porque se identifican con la extranjería y como ella misma, nacieron acá de casualidad; esta Patria que venden -por treinta monedas-, no es la suya; nada tienen que ver con los 100 niños que se mueren de hambre y desnutrición -por día-.
Tampoco con los 100 AA. MM. que -por razones evitables-, mueren -a la par y en el mismo lapso-.
Todos son comprados, pero -también-, lo hacen por convicción -esa es su condición humana-.
Lo mas dramático, es que lo han ocupado todo y es posible que -una tira bombas, en jardines de infantes-, a contrapelo de la organización que supuestamente integraba pues ya estaba en la CIA y era súbdita norteamericana, como Carlos Galimberti y otros -aunque duela-; nos someta.
Lo que mas asombra es el silencio y la pasividad de algunos partidos y de algunos dirigentes sindicales -ausentes, a la hora del narcoterrorismo de Estado-, que tiene como cabeza a Milei, Macri y Bullrich.
Para completarla, nadie se hace cargo de tan brutal felonía -la que supone la venta -a precio vil-, con perversidad -además-, de la Patria de los argentinos-argentinos, que es una incomparable potencia.
Consienten -asimismo- la implantación de la “solución final” -pero con mayor crueldad que la brutal, de los campos de concentración, de los que se rescataron sobrevivientes, tras la derrota del nazismo, por la acción de 27 millones de rusos, que sembraron con su sangre la libertad mundial-.
Porque los nazis de hoy -tal vez de siempre- son los que se autotitulan “campeones de la libertad y la democracia”, mientras impulsan guerras, saqueos y muerte, en todos los rincones del planeta.
Productores de armas -en tanto nosotros producimos alimentos y átomos para la paz-, hoy utilizan a su energúmeno -rodeado por una especie subhumana de asesinos irracionales-, para enfrentarnos con una nación amiga, mientras impulsan y acrecientan los ataques de otro energúmeno, contra Rusia.
Se trata -justamente-, de otro presidente de facto -que ha masacrado ucranianos, durante ocho años y -poco después-, envía a un pueblo -afín al de Rusia- a morir, contra sus propios hermanos.
Dolorosamente el nazismo asola, tanto a Ucrania como a nosotros, pues ambos son de la misma calaña y se autodenominan sionistas, al igual que Biden, la cara de la emisión de dólares y provisión de armamentos -de todo tipo-, para destruir a la inexpugnable Rusia.
Se empardan las 350 invasiones, con genocidio y muerte, con los mas de 350 laboratorios, para la brutal producción de armas químicas; entre otras, los virus de diseño, que dan vida a las pandemias que hemos padecido; la última .por ahora-, el covid 19.
Pensar que el energúmeno calificó a China de “comunistas asesinos, que han matado a millones” y la nación mas poblada del mundo, jamás invadió a nadie; la mentira es el argumento permanente para el vaciado de cerebros.
Por eso es tan atroz todo -incluso los ignorantes de la realidad, que forman una dañina masa amorfa que, concientemente, o no, conforman esas filas de servidores de la destrucción; la entrega y la muerte-.
¿Podremos liberarnos del flagelo vitalizado por la extranjería ocupante, los gobernadores y los seudo legisladores?; el tema pasa por difundir la realidad, única verdad, para que los atrapados puedan -si lo quieren-, ver y oír, por sus propios sentidos.
De cualquier manera, el daño perverso inferido a la nación y al pueblo, demandará ingentes esfuerzos para retomar el camino de la soberanía; la independencia y la justicia social, recuperando la paz, la libertad y la propia vida.
SI TOLERAMOS A LA EXTRANJERÍA; LA INFAMIA Y LA MUERTE, SERÁ MUY DIFICIL VOLVER A SER Y VOLVER A ESTAR.
19 de junio de 2024
El miedo nos hace desaparecer. Es un mortal enemigo del hombre en tiempos de una barbarie narco terrorista de la extranjería.
Esta extranjería, que nos ocupa, quiere sembrar el miedo que les permita vaciar y entregarlo todo.
La semilla del odio y su veneno, sembrados por EE. UU. y sus cipayos, mercenarios y sicarios locales, tanto de los medios mafiosos y corporativos -con sus mentiras e inventos-, cuanto por una miserable -y también mafiosa-, familia judicial, inventora de causas falsas, sin pruebas.
El brutal daño producido, por ellos y por la CSJN, preparó el terreno para este bestial narco terrorismo de Estado, que nos sofoca, distorsiona el pensamiento nacional y -del destrozo, camino a la disolución nacional,- pretende conducir a una guerra nuclear, que puede terminar con las especies y el planeta.
Reitero lo dicho -hace poco-, que puedo parecer repetitivo, mas es preciso que la verdad -única realidad-, se haga carne, en todos.
No solo quieren hacernos desaparecer, sino que -también- intentan el genocidio de miles de millones (tal vez, de la humanidad, en su conjunto), para satisfacer una ambición, que los puede arrastrar -finalmente- a la nada ya que, cuando estalle la tierra, nada podrá quedar en pie.
La ignorancia sembrada los ha contagiado, también ellos desaparecerán, pero la propia ceguera los obnubila; no ven lo que está a la vista de todos, como el descomunal ataque a la naturaleza, que ha producido el cambio climático que niegan.
Esta locura infernal, conducida por un energúmeno -pocas veces visto-, sus acólitos; una brutal narcoterrorista y el mas grande narco, tratante de personas -que se conoce-, prostibulario y pedófilo (pareciera ser una condición común del grupo); criminal de lesa humanidad, como el resto de los PRO -aunque Aguad se dice radical-.
En la lista de crímenes, no solo están los 44 del submarino, sino los bomberos -de la quema de Barracas- y las personas muertas -en Once- y los niños quemados vivos en los conventillos de La Boca y en los talleres clandestinos -que trabajaban para la Awada- y muchas atrocidades mas.
Nos acusan de ser un pueblo sin memoria y -aunque nos duela-, pareciera ser una de nuestras desgracias, que favorecen el lavado de cerebros, para las mentiras, infamias y graves agravios, de esos mismos medios y de esa misma mafia judicial, que continúa vigente; Stornelli, una prueba cabal de ello, sigue cometiendo felonías, debiendo estar preso, por delitos del mas alto calibre.
Mientras ello continúa ocurriendo, todos hacen gala de impunidad y un intento de magnicidio queda sepultado, ante el estupor de los mas lúcidos y de la propia historia real.
Que el mundo nos mira, es un hecho; cómo puede ocurrir esto en la Argentina, se pregunta.
Es hora de poner el cuerpo -todos-, evitando que los torturados y agraviados -de hoy-, puedan sentirse solos e indefensos, pues el miedo y la orfandad nos perjudica a todos; el miedo puede ser el mayor enemigo, ante la barbarie del narcoterrorismo de Estado, de la extranjería.
Porque ella ocupa el poder -y nos ocupa-, preparando la invasión, el saqueo de la Patria y la destrucción de una potencia mundial, en vías de convertirse -insisto-, en el enclave colonial mas grande del planeta. NO PODEMOS DEJAR QUE NUESTRA DESCENDENCIA SEA LA DE ESCLAVOS, DE UN FUTURO IMPREVISIBLE -SINO ES QUE TERMINAN CON LA VIDA.
18 de junio de 2024
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.