Cuando pase el temblor 8
La octava y última clase del Instituto Patria del Seminario Después del Temblor (26-9-2020) estuvo a cargo de Matías Kulfas, Ministro de Desarrollo Productivo y de Luis Basterra, Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, y se refirió al proceso de reactivación productiva.
Como ya se venía insinuando, nuevamente se vieron las diferencias entre una visión productivista del modelo nacional y una visión más ecologista.
Arrancó Kulfas: “25.000 PyMES cerraron en tiempos de Macri y la pandemia. El ATP permitió contener el empleo, gracias a lo cual cayó tres veces menos que Brasil; no hubo desabastecimiento de alimentos ni hubo inflación (en estos meses fue de la mitad que el año pasado). Se ha querido instalar la idea del éxodo de empresas y esa es otra falacia, montada sobre una empresa de aeronavegación, que es una crisis mundial específica. Burger King y Starbucks no se fueron del país. Hay claras señales de reactivación, con altibajos. En abril se produjeron “cero” autos. En este momento estamos produciendo un poco más que hace un año. La crisis del coronavirus no está resuelta. Hay heterogeneidad en nuestro país también respecto de la pandemia. Estamos aprendiendo a convivir con el virus y la industria es un ejemplo, porque han agregado los protocolos sanitarios. El nivel de contacto en las industrias ha sido bajo. La maquinaria agrícola está trabajando muy bien, en crecimiento. Lo mismo que electrodomésticos, muebles, textil. Hay reactivación. Todo esto es producto de las señales que hemos enviado. Reactivamos el crédito. Hemos cambiado la política monetaria desde el Banco Central. Hasta diciembre las tasas de préstamos eran del 100% anual. Hoy las tasas son entre 10 y 24%”.
Luego habló del sector externo como factor de reactivación y la necesidad que ello no afecte al mercado interno:”los mercados internacionales se están cerrando por la crisis. Estamos desarrollando proyectos competitivos, de calidad, pero también con precios internacionales acordes al momento. Durante el macrismo se les decía a los industriales que invirtieran en otros países. Hoy vuelven a entrar al Ministerio luego de cuatro años de no hacerlo. Estamos volviendo a producir autopartes nacionales. Hay desarrollo de parques industriales. Hay reactivación de PyMES y del consumo interno. Ahora 12, el período de gracia; son instrumentos. Electromovilidad: estamos ya pensando en los autos eléctricos… Estamos arrancando con eso. Estamos trabajando en una ley para usar litio en la electromovilidad. Hay una red nacional de litio, con investigadores, para producir en el país. Estamos trabajando también en el desarrollo del cannabis medicinal, como insumo de la química de la industria textil, y de la industria farmacéutica. Biotecnología, nanotecnología: en plena pandemia desarrollamos enormemente estos temas. Estamos fabricando respiradores e insumos médicos”
La cuestión de los autos eléctricos ya estaba presente en el escrito de Amado Boudou que da título a estos artículos. Fue, además, la principal causa del derrocamiento de Evo Morales en Bolivia.
Pero además Kulfas redobla apuestas varias sobre la importancia de una nueva industria, que es la industria del conocimiento: “en 2004 se sancionó una ley de software. Había 19.000 personas ocupadas en esa industria, hoy son 130.000. La nanotecnología es un desafío para esta próxima década. En el Senado hay una ley en tratamiento para exportar conocimientos generados en Argentina. Estos programas van a desarrollarse en el interior del país. Vamos hacia la industrialización de la ruralidad” Esto último no nos gustó tanto… por razones que explicamos en entregas anteriores.
Respecto de las energía renovables dijo que “ésto va a hacerse, no como negocio financiero en tiempos de Macri, y con tecnología nuestra. Hay que producir molinos eólicos nacionales”. Sobre Vaca Muerta y minería sostuvo que “son palancas para el desarrollo, con inclusión y sustentabilidad”, pero se manifestó “contra el extractivismo, o sea que será en función de desarrollar la industria nacional. No negaremos el ambientalismo”.
Luis Basterra fue más breve y recordó que “en la Década Ganada hicimos 17 escuelas agrotécnicas. Formosa triplicó la cantidad de rutas pavimentadas. Con Macri se hicieron 16 kilómetros… pero se hicieron bicisendas en la CABA… una burla”. Aclaró también que “en los frigoríficos hay una bajísima tasa de incidencia del COVID” y él también habló de la importancia de “industrializar la ruralidad. Argentina puede hacer cerdos, y pueden hacerlo todos, pero con criterio sostenible del ambiente”.
No nos queda claro esto último, porque hay experiencias mundiales (Dinamarca, China) donde la crianza industrial de cerdos ha generado problemas ambientales severos. Pero confiamos en que todos los proyectos pasen por las manos de los ambientalistas en el Gobierno Nacional, los que rodean a Juan Cabandié y son, paralelamente, la comisión de Ambiente del Instituto Patria. Vemos contradicciones, pero siempre las contradicciones son más creativas que el pensamiento único
Sostiene Boudou… No podíamos dejar de citar el programa de gobierno (porque de eso se trata) de uno de los mejores vicepresidentes que tuvo el país: Amado Boudou. En su artículo “Cuando Pase el temblor”, enumera 14 puntos de qué debe hacerse.
En su largo análisis Boudou sostiene que “El orden neoliberal necesitará, para sostenerse, anular cada vez mayores derechos de las poblaciones frente a la voracidad insaciable del capital. Queramos reconocerlo o no, es un oxímoron hablar de “capitalismo con rostro humano”. En efecto, no hay regulación ni control que pueda domar la avaricia intrínseca, cortoplacista y depredadora de su lógica”.
Luego: “El capitalismo es irracional pues se ordena en torno a un Tótem: el “éxito” económico y sus “manifestaciones”, socializando los costos ocultos. El sistema de transmisión e imposición de esta fe son los mercados. Nos quieren imponer un relato donde la economía es un ser viviente al cual hay que atender, cualquiera sea la consecuencia para las personas. A las víctimas del sistema se las presenta como culpables (los desempleados, las mujeres, los adultos mayores). El capitalismo es un sistema en el que cada uno es responsable de lo mal que le va pero al mismo tiempo no permite que se pueda actuar para solucionarlo, ya que moralmente exige al individuo “trabajar duro” al mismo tiempo que le niega la oportunidad de trabajar”.
Entonces, para Boudou el camino es:
01 – Ejercicio pleno de la soberanía fiscal y monetaria.
02 – Calibración continua de las políticas de distribución del ingreso.
03 – Ingreso Universal (así como suena, un ingreso para todo el mundo, ricos y pobres).
04 – Administración del comercio exterior (¿se acuerdan del IAPI de Perón?: el Estado compra TODA la producción agropecuaria y es el Estado el que la exporta, sin tener que rogarle a los exportadores que liquiden los dólares).
05 – Estatización de los servicios públicos (nuevamente el recuerdo del primer Perón…).
06 – Democratización del BCRA y la legislación financiera (¿se derogará finalmente la Ley de Entidades Financieras de Martínez de Hoz??).
07. Prohibición de utilización de guaridas fiscales.
08. Creación del Banco Nacional de Inversión, Banco de Fortalecimiento Cooperativo y reconversión del Correo Argentino.
09. Política de desendeudamiento masivo.
10. Nacionalización de los puertos, flota de bandera y reserva de bodega (nuevamente recuerdos del primer peronismo).
11. Fortalecimiento de la legislación laboral, participación de lxs trabajadorxs en las ganancias, reducción de la jornada laboral.
12. Fortalecimiento del intercambio comercial en monedas locales.
13. Implementación de planes quinquenales de infraestructura.
14. Inversión masiva en tecnología.
Hasta aquí todo huele como que habría que resucitar y actualizar al primer peronismo, el del ´45. ¿Dicho esto por un economista que fue liberal es doble mérito, no?
Pero esto sigue:
15. Empresa Nacional del Litio. El litio y su cadena de valor están destinados a cumplir un rol similar al del petróleo. En la Argentina se encuentran grandes yacimientos comprobados de litio. El desafío es que sepamos aprovechar una oportunidad histórica que se truncaría privatizando la explotación y dejando en manos de intereses ajenos la industrialización y comercialización del mineral. Es indispensable crear una empresa estatal específica que implemente políticas decididas por las autoridades democráticas. El desarrollo estratégico del litio y su cadena de valor genera las condiciones para participar en tecnologías de futuro e ingresar en la oleada de industrialización del siglo XXI. En manos del sector privado lo más probable es que se convierta en otra actividad meramente extractivista, por lo que ni generaría puestos de trabajo ni permitiría participar en las ganancias comerciales de las nuevas tecnologías, imposibilitando el crecimiento relativo respecto de otros países. La propiedad pública y la planificación permitirán, en términos geopolíticos, controlar un recurso estratégico útil para defender las posiciones de Argentina en la discusión internacional y obtener beneficios. El camino contrario -la explotación y planificación en manos del sector privado- convertirá este hallazgo en una debilidad pues provocará que la Argentina, nuestrxs trabajadorxs y especialmente nuestros gobiernos sean una extensión más del campo de lucha de los intereses corporativos globales. Extraerán el litio y se lo llevarán a precio de commodities, no se generará trabajo local, nada quedará en nuestra economía. Finalmente, con el producido nos venderán baterías y otros desarrollos a precios fijados por monopolios. Este ha sido el patrón de la “libertad de comercio” que ha arruinado a nuestro país en otros campos.
Y además:
16. Nueva normativa para comercios de gran superficie.
17. Política antimonopolio.
Para finalizar con un avance desde la actuar democracia representativa a una democracia participativa:
18. Fortalecimiento del municipio, democracia directa y economía local. Desde la óptica de las mal llamadas “economías regionales” las actividades productivas requieren un marco regulatorio que impida prácticas comerciales abusivas contra los productores locales, que a la vez perjudican a los consumidores de los centros urbanos. En este sentido hay que crear un conjunto de Corporaciones de Integración (CI) -específicas por región- con el objetivo de promover y regular la actividad económica local y su comercialización. Dichas CI estarían conformadas por el Estado Nacional, el provincial, municipios, productores, consumidores y sindicatos.
Como queda demostrado con este curso al que nos hemos venido refiriendo, hay materia gris trabajando a full en el equipo gobernante, que no vino sólo a reconstruir lo que destruyó la marabunta neoliberal de Macri, sino a construir una nueva “normalidad”. Y que se haya elegido como palabra clave el escrito de Boudou, no es un dato menor, si tenemos en cuenta que el ex vicepresidente dijo recientemente que “no sólo se hace política en los partidos, también se puede hacer política desde la cárcel”.
Amén.
Columnista invitado
Carlos Benedetto
Museólogo, jubilado docente y presidente de la Federación Argentina de Espeleología. Escritor y periodista. Miembro de la Comisión de Ambiente del Instituto Patria. Director del quincenario Sin Pelos en la Lengua, Malargüe.