En éstos días en nuestro país se publicaron los datos sobre costo de vida. Arrojaron la cifra de $47.216 de ingresos que son los que necesita una familia tipo para no caer bajo la línea de pobreza. Por otro lado se conoció la canasta de indigencia: $19.430, cifra que debe poseer una familia tipo para comer. A éstos números podemos sumarle la cifra de pobreza a Junio de 2020, 40,9%, es decir que 18,5 millones de argentinos no cubren sus necesidades básicas mensuales. Por otro lado la indigencia es del 10,5% y nos dice que unos 4,8 millones de compatriotas tienen enormes dificultades para comer. Podemos cerrar esta introducción con la cifra de 15% de desocupados en Argentina. Son números alarmantes, preocupantes.
Los cifras son aburridas, quizás no atraen mucho a la lectura, pero son objetivas y nos muestran la realidad. El gran transformador de la política argentina nos decía varias décadas atrás que la única verdad es la realidad. En éstos días también se conocieron los aumentos para diciembre de jubilaciones, pensiones y subsidios en general. La jubilación mínima pasará a $19.035, las pensiones no contributivas a $13.323, las AUH a $3.717, la PUAM a $15.228. A éstas prestaciones podemos sumar los programas Potenciar Trabajo que otorga $9.400 mensuales, el Potenciar Joven que otorgará $8.500 mensuales, la Tarjeta Alimentar que otorga entre $4.000 y $6.000 mensuales según la cantidad de hijos del grupo familiar. Por otra parte el Salario Mínimo Vital y Móvil en diciembre será de $20.587. Si observamos las cifras, la jubilación mínima, las pensiones, la PUAM, las AUH y todos los programas de subsidios para capacitación, emprendimientos y terminalidad educativa no llegan a cubrir la canasta de indigencia de $19.430. Es una realidad muy fuerte sobre todo en pandemia, porque el virus sigue entre nosotros, las familias deben seguir cuidándose para evitar contagios. Además está muy complicada la obtención de un primer empleo y la reinserción laboral. Si bien hay actividades que han recuperado movimiento, muchas otras como turismo, cultura, espectáculos, ocio, recreación, y actividades ligadas a eventos y gastronomía, están prácticamente sin actividad. Son sectores generadores de mucho empleo, pero en éstas condiciones es prácticamente imposible que generen puestos de trabajo.
Otro golpe muy fuerte ha sido la eliminación del IFE que llegaba a casi 9 millones de argentinos, que de un mes a otro son informados sobre la pérdida de los $10.000 que mes a mes percibían, que en muchos casos significa comer o no comer, en otros casos pagar un alquiler, en otros casos comprar insumos para un microemprendimiento, o pagar los servicios de agua, luz y gas, etc., etc., etc. Lamentablemente, para millones de personas una noticia cambia drásticamente la realidad en cuestión de segundos.
Otro programa, el ATP para empresas, que llegó a financiar hasta el 50% de los sueldos de miles de empresas tiene fecha de cierre el 31 de diciembre próximo. Es un excelente programa, que ayudó notablemente para sostener el empleo. El nuevo formato va a ser muy reducido, abarcará el 15% del actual programa, será complementado con una línea de repro que otorgará $9.000 por cada empleado de las empresas que accedan a este programa. El tiempo nos dirá si estos cambios, estas reducciones en las ayudas a las empresas, significarán una crisis de empleo o no.
Es positiva la decisión del Gobierno de duplicar el monto de la Tarjeta Alimentaria en diciembre. Es muy positivo que se incorporen en etapas más de un millón de niñes a la AUH. Es loable que se haya tomado la decisión de otorgar en diciembre un aporte extraordinario del 20% en las AUH, está muy bueno; también que se vayan a repartir 1,7 millones de cajas navideñas e igual cantidad de bolsones de alimentos en barriadas populares. Pero objetivamente, en forma amable y con una mano en el corazón, son medidas de corto plazo, son medidas insuficientes, son parches a la pobreza estructural.
La inflación de este año rondará el 35%, las jubilaciones, pensiones y asignaciones se ajustaron entre el 24,2% y el 35,3% según cada caso. Estos ingresos ya venían destruidos, socavados por la horrible gestión de Macri, pues ya habían perdido un 25% en esos cuatro años. El atraso general ronda el 35%. Entiendo el desastre que dejó Macri, entiendo que llegó la pandemia, pero creo que en diciembre se debería haber proyectado un esfuerzo fiscal mayor y al menos deberían haber otorgado una actualización general del 15%. No haber eliminado el IFE y los ATP al menos hasta marzo y analizar, en ese momento, cómo se desarrolla la pandemia y la recuperación económica.
En Europa, el Banco Central Europeo otorgó este año $375.000 millones de euros en ayudas a los diferentes países. De esa cifra, la mitad fue a los países más pobres. De esa enorme cifra la mitad está subvencionada. Desde el inicio de la pandemia se han lanzado en todos los países diferentes líneas de subsidios, ayudas sociales, préstamos personales y créditos productivos a tasa cero. Están también pensando en un programa mucho más ambicioso de $800.000 millones de euros de ayuda para los próximos 10 años. En el primer mundo también se imprime papel cuando hace falta. No somos los únicos del planeta que hemos emitido dinero. Cuestionar esto es la tan clásica como miserable postura de la derecha anacrónica.
Quiero cerrar esta nota hablando un poco sobre los bancos y la pandemia en Argentina. De Macri además de la pobreza, la indigencia, la desocupación, la destrucción de buena parte del entramado social, cultural, científico y económico del país, además heredamos la bicicleta financiera y las tristemente famosas LELIQS. El Banco Central de la gestión Macri llegó a emitir el equivalente a 1 billón ochocientos mil millones de LELIQS y llegó a pagar hasta 84% anual de intereses. Estas herramientas se renuevan cada 7 días. Alberto Fernández recibió al asumir en diciembre de 2019 el regalito de 798.000 millones de LELIQS y una tasa del 64% de interés.
Hacia Junio de este año el Gobierno de Alberto Fernández llegó a tener emitidas 2,4 billones de LELIQS (es decir una tercera parte del Presupuesto Nacional 2020) un delirio total. En estos momentos el stock de LELIQS es de 1 billón ochocientos mil millones (idéntica cifra, la mayor emisión durante el gobierno de Macri y el Banco Central paga 36% de interés anual. El mismo Banco Central que paga -en promedio- a los bancos $47.370 millones de pesos por mes y en los once primeros meses del actual Gobierno ya pagó casi 670.000 millones de pesos de intereses por LELIQS. ¿Cómo seguirá esta película? Veremos lo triste y escandaloso, porque mientras anuncian que eliminarán el IFE, los ATP y otorgarán un aumento del 5% a jubilados y pensionados, los bancos todos los meses ganan miles de millones. Recuerdo la frase de Alberto en campaña “entre las LELIQS y los jubilados, yo elijo a los jubilados. ¿Eligió a los jubilados?
Si sumamos lo que el Gobierno invierte, mes a mes en las AUH, Tarjeta Alimentar, Potenciar Trabajo, Potenciar Joven la cifra llega a los $26.000 millones de pesos. Comparemos un poco los números y veremos que el ajuste es para los sectores más desprotegidos. Los bancos ganan siempre y en este gobierno también. Los bancos y las grandes corporaciones son los grandes ganadores del 2020 con pandemia. Como siempre ¡bah!
Me despido con una noticia que llega de Ecuador ya que hace dos días se ha presentado un proyecto de Renta Básica Universal, que será tratado en breve. Se trata del proyecto de Ley Orgánica del Programa de Renta Básica Universal e Incondicional, para la vida digna, que será debatido en la Asamblea, informó el economista Pablo Dávalos. La propuesta de ley fue elaborada por el Foro de Economía Alternativa y Heterodoxa, liderado por Dávalos. “Los asambleístas del Grupo Parlamentario para la Promoción, Protección y Defensa de los Derechos Humanos decidieron apoyar y apadrinar el proyecto. Por el momento hay 40 firmas de respaldo”, comentó. En el documento, Dávalos señala que la renta será una asignación que, con financiamiento público, se entregará de forma mensual a personas que se inscriban en el programa y cumplan ciertos requisitos. El documento plantea que el monto sea igual al salario básico y se pague a través de medios electrónicos. Los beneficiarios no podrán desmaterializar el dinero, sino solo usarlo en pagos también en mecanismos electrónicos. El proyecto de ley señala que el financiamiento del programa será “de la utilización de los instrumentos y mecanismos monetarios previstos en el Código Orgánico Monetario y Financiero, con el aval y apoyo del ente rector de las finanzas públicas, y con la participación del Sistema de la Economía Popular y Solidaria de acuerdo a las disposiciones que al efecto consten en la ley correspondiente y en la del Sector Financiero Popular”. El proyecto plantea crear una cuenta adyacente al Presupuesto General del Estado para registrar la emisión de las Notas del Tesoro que se emitirán para financiar el Programa de Renta Básica Universal. Además, se detalla que se permitiría la emisión de Títulos Valor Banco Central (TBC), “con carácter revolvente y desmaterializado, con renovación automática mensual, con la finalidad de cumplir con los objetivos del Programa de Renta Básica Universal”. Según Dávalos, esto no generaría incrementos presupuestarios en el resultado primario.
La Renta Básica Universal e Incondicional para todes es posible. ¿De qué se trata? De decisiones políticas, de reformas impositivas progresivas, de una justa redistribución de los ingresos. Se trata de implementar políticas heterodoxas, de ingenio, de poner al ser humano como valor central, de otorgar derechos por el sólo hecho de existir. La implementación de un ingreso base equivalente al Salario Mínimo Vital y Móvil sería una verdadera herramienta de transformación social, sería una verdadera herramienta de combate a la pobreza estructural, sería una política revolucionaria y trascendental. De esto se trata.
Daniel Musso
Miembro de la Red Humanista por la Renta Básica Universal


