La física postula hipotéticamente la existencia de universos paralelos, pero no es necesario adentrarse en la física cuántica o en la teoría de las cuerdas para comprobar, al menos en nuestro ambiente cotidiano, la verdad de esta hipótesis. Con solo darse una vuelta por las llamadas redes sociales podemos experimentar la existencia de este multiverso; para mí MULTI VERSO.
Hoy tenía cita con el dentista y las salas de espera o para ser más general, cualquier lugar donde tengamos “tiempo muerto” -así le llaman en el marketing a las esperas- son un laboratorio ideal para efectuar las comprobaciones empíricas de la cuestión a condición de estar munido del instrumental adecuado, dígase: celular o similar, plan de datos o wifi. Con este equipamiento y en estos ambientes controlados podemos adentrarnos en el multi-verso.
Universos ya descubiertos y explorados: whatsapp, Instagram, Tik Tok, Twitter, Facebook. cada uno con sus particularidades, a saber: en los grupos de whatsapp abundan los participantes con inclinaciones por el periodismo -reparten toda noticia que encuentran atrayente-; en Instagram encontramos la comunidad artística y las necesidades de autoestima, Tik Tok… es de los pibes, ellos sabrán; en Facebook estamos en general los sexagenarios, los militantes políticos y los militantes religiosos.
Pero hay uno que atrae mi observación; Twitter, la llamada red del pajarito. En ella están los periodistas de todos los medios y los políticos, además de los trolls, míticos personajes antropomorfos del folclore escandinavo, popularizados -creo yo- por Tolkien en el Señor de los Anillos, al igual que los orcos de la mitología celta. En el multi-verso, trolls y orcos serían más o menos lo mismo por lo feos y despreciables.
En este universo que parece salido de la ciencia ficción, el pajarito se ha convertido en la forma abreviada de la comunicación política que, además, ahorra trabajo al periodismo politológico; basta mostrar una captura de pantalla y editorializar y opinar sobre los 150 caracteres. Y hasta se ha convertido en prueba ante estrado judicial.
Para la política ahorra el trabajo que antes consistía en armar gacetillas de prensa y encontrar medios y periodistas amigos que las leyeran o publicaran y permite además establecer agenda entre los habitantes de ese ámbito aunque en los otros universos sean ignoradas. También posibilita intercambiar improperios sin que nadie se horrorice y hasta dar los pésames on line para que sea publicitado que los diste.
Como en el universo cuántico allí no existe el tiempo, todo es al instante y luego desaparece; razón por la cuál es un deber estar atento para ser certero con los 150 grafemas en el momento preciso.
Lo paradojal es que todos los que estamos ahí decimos que twitter es una cloaca, pero ninguno dejamos de usarlo. ¿Será una sofisticación del morbo? o como dice el periodista Martín Rodríguez –en Twitter– recordando un título de Patricio Pron (escritor y crítico literario argentino): “Lo que está y no se usa nos fulminará”; un temor al vacío que dejaría abandonar la razón instrumental y su imperio normativo; una especie de obligatoriedad esencial del “homo modernum” de consumir todo lo que haya para consumir.
La comunicación allí es misteriosa, el lenguaje en este cosmos hace imposible ocultar en el texto lo que no se dice al conjugar las palabras con el avatar de quien postea y con el tema al que se hace referencia. Hasta las denominaciones son oscuras: avatar del sánscrito que significa encarnación o representación y post del inglés que significa enviar y que acomodamos a nuestro “lenguajear”.
A diferencia de Facebook, en este universo Mark Zuckerberg no te indica -con sus algoritmos- qué tenés que ver. Esa es una ventaja calculo que por ahora, hasta que encuentre la forma de tarifar cada trino del pajarito.
Pero volvamos a estos mundos, si tienen una “pecé” los convoco a abrir a la vez, en mosaico, las páginas de estas aplicaciones y miren lo está ocurriendo adentro de cada uno. Excepto el día que nos dejó el Diego y todos dieron el presente y, no sé en Tik Tok -ya dije que los pibes sabrán- el acontecer de la vida parece distinto en cada uno. Probablemente todos estemos en todos con disimiles encarnaciones, como indica el sánscrito, en un ejercicio de desdoblamiento identitario.
¿Cuánto aguantaremos en esta complejidad con matices esquizofrénicos? De lo que ocurra no podremos echarle la culpa a la naturaleza o la física; a diferencia de lo indagado por ella, este MULTI VERSO es una creación exclusivamente nuestra.
Columnista invitado
Norberto Rossell
Para muchos de los ’70 la política -y el amor- nos insumió más tiempo que el estudio sistemático: dos años de Agronomía, un año de Economía, un año de Sociología. Desde hace años abocado -por mi cuenta- al estudio de la Teoría de Sistemas Sociales de Niklas Luhmann. Empleado Público, colectivero, maestro rural, dirigente sindical, gerente en el área comercial en una multinacional, capacitador laboral en organización y ventas. A la fecha dirigente Cooperativo y Mutual. Desde siempre militante político del Movimiento Nacional y Popular.