La forzada descripción de la realidad en esta época, intenta forzar a la tosca brocha rebosante de alquitrán que se empuña en la emergencia, no para el grafiti de protesta en el muro atestado de carteles proselitistas, sino para emprender la aventura del delicado trazo del plumín con tinta china con el que nos esmerábamos dibujar la vida en tiempos más sutiles.
En momentos de crisis de crisis, de una pandemia que aún flota en el aire, un calentamiento global que afecta a millones de personas, el desprendimiento de un bloque de hielo de la Antártida del tamaño de Argentina, la última semana antes de las PASO han profundizado las disputas entre los diversos precandidatos como si fuera un circo romano en donde los gladiadores combaten a vida o muerte. Vida o muerte como los proyectos que defienden. Vida o muerte como estarán condenadas las grandes mayorías si gana el descabellado programa de la derecha.
Lejos del término medio aristotélico, hoy nos debatimos en extremos. Extremos sin la natural transición de un lado a otro. Por el contrario, todo es binario: cero-uno, blanco-negro, cara-ceca, como la suerte echada en el vuelo de una moneda.
De ese modo extremo se enfrentan las propuestas de los futuros candidatos estos días. Viajando intensamente, intensamente viajando para cubrir con su presencia la mayor cantidad de distritos electorales. Mostrándose sonrientes, pujantes y colmados de entusiasmo por ocupar el deseado puesto de gobierno, rodeados de la corte de adulones que les abre paso entre la gente. Rogando, cruzando los dedos, para que la gente les crea, les crea y los vote o los vote y no les crea.
Burda y brutal, cruel y sin medir consecuencias, la derecha sólo promete lo imposible, porque de ser posible lo que prometen, las mayorías quedarán ahogadas en deudas, sin la menor posibilidad de sobrevivir. En este momento desbordado por la urgencia de anticipar resultados a la convocatoria, expectante ante las encuestas sesgadas, todo carece del menor atisbo de racionalidad. Hemos caído en uno de esos baches en los que la humanidad parece pender de un hilo, como en otras ocasiones que se advertía un cúmulo de sucesos presionando, pero jamás se imaginaba el cruento desenlace. Podrían desencadenar desenlaces devastadores como para no estar prevenidos, más allá de la plegaria colectiva ante la soberbia de los poderosos.
Dos guerras mundiales, millones de seres humanos arrasados por holocaustos e inclementes bombas atómicas, una sucesión de conflictos bélicos que han matado y condenado a migrar a millones de seres humanos a sobrevivir hambreados, en la intemperie más flagrante, en un mundo herido de muerte, este horizonte pos pandémico por el que transcurre la vida planetaria. Imposible hacerse los distraídos o pecar de necios optimistas.
Solo a un demente como Javier Milei se le ocurre exponer: “Lo hicimos en el siglo XIX, ¿por qué no lo vamos a poder hacer ahora?”; esto dijo en la presentación de la plataforma de gobierno de La Libertad Avanza, que tanto se hizo esperar. Lo hizo en tono marcial, enfatizando su eslogan de campaña: “Milei, la única solución”. Prosiguiendo: “Argentina tiene un futuro próspero, que solo será posible si la Argentina es liberal”. Propuso “la eliminación de los ministerios de Salud, Educación y Desarrollo Social, cuyas funciones serían absorbidas por un nuevo ministerio de Capital Humano, el que diseñaría las políticas destinadas a quienes necesiten asistencia del Estado.”
Pregunta, la Argentina de hoy ¿es la misma de fines del siglo XIX? Y… el mundo y el mercado mundial en el que se insertaba el país ¿es el mismo? Datos de población nada más, no llegábamos a 4 millones de personas y en el mundo, 2 mil millones. Argentina multiplicó su población once y media veces, mientras la población mundial cuatro veces; a fines de 2022 se llegó a los 8 mil millones de habitantes. Una burrada del economista candidato. Siguiendo su exhortación, “lo hicimos” ¿quién? ¿Él y quienes representa son parte del grupo terrateniente agroganadero exportador ligado al imperio británico al que el General Roca y el Ejército Argentino ganaron territorio desplazando, eliminando y esclavizando pueblos originarios, imponiéndose a los gobernadores del interior bajo el lema, “orden y progreso”?
Ese mundo y ese país ya no existen. Tampoco puede volver un liberalismo a ultranza, como el que predica; cuando el neoliberalismo avanzó a una etapa financiera que hoy anida en paraísos fiscales; paraísos creados para evadir cualquier tipo de control y donde los capitales concentrados superan holgadamente el PBI de varios países centrales.
Sin embargo, la prédica de Patricia Bullrich no difiere de esto; ella también habla de dinamitar instituciones, como repiten los adherentes a Horacio Rodríguez Larreta.
La presidenta del PRO y representante de los “halcones”, expuso que en caso de asumir la presidencia, entraría con una cámara al Banco Central para mostrar las reservas de la institución, como una operación a corazón abierto.
Cualquiera diría, es lo que tenemos; afirmación traída de los pelos de la brocha untada con alquitrán con la que comenzamos la nota.
Esta semana es intensa, abundan las prédicas mediáticas tratando de ocultar y destruir el progreso de las políticas públicas desarrolladas durante estos cuatro años, ignorando como lo han hecho hasta el momento la pandemia, la recuperación de las instituciones sanitarias, el tremendo endeudamiento dejado y el repunte productivo privado a pesar de la atroz sequía sufrida el año pasado. Tampoco hablarán de las expectativas nacionales a partir de un fortalecimiento de los organismos de integración regional dentro de un orden geopolítico multipolar. De allí que en estas elecciones están a prueba dos modelos, uno que promete el volver al pasado y otro, un futuro más venturoso, inclusivo y de esperanza. Simplemente, Vida o muerte.
Columnista invitado
Roberto Gregorio Utrero
Nació en Tunuyán, Mendoza, en 1947. Casado, cuatro hijos, tres nietos y un bisnieto. Técnico Mecánico; Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública; Becario de la FUGEVAR, Río de Janeiro, Brasil (Política Fiscal) y de FUNDAP, San Pablo, Brasil (Políticas de gobierno y empresas públicas); Diplomado en Economía Política, FLACSO Argentina; Magister en Historia de las Ideas Políticas Argentinas, Facultad de Filosofía y Letras, UNCuyo; Doctorando en Ciencias Sociales, UNCuyo; ex asesor consultor en materia de cooperativas de la Asociación Internacional de la Seguridad Social AISS, Oficina Regional para las Américas, Buenos Aires; docente, presidente y fundador del Instituto Cultural Argentino Brasileño (ONG); ex asesor de la Dirección Provincial de Cooperativas; ex asesor de la Federación de Cooperativas Argentinas Limitada. FeCoVitA; ex asesor de la Dirección de Escuelas de Mendoza; ex asesor del Consulado General de Brasil en Mendoza; ex docente de la Universidad de Congreso y la DGE; escritor, autor de: La dama de Sao (1996) nouvelle editada en Brasil; Ensayo sobre la torpeza, novela inédita; Joaquím Machado de Assis, uma indagacao aberta e permanente (2005); Des cuentos Desencuentros (2011), Zeta Editores; De Extremadura a Cuyo, el viaje sin retorno (2012), Zeta Editores; Ferrocarriles Argentinos, destrucción recuperación, (2012) trabajo federal coordinado por Juan Carlos Cena; Supone que estorba (2013), novela inédita; Impulso civilizador y política de Estado en Mendoza, el Ferrocarril 1884-1914, tesis de maestría, Facultad de Filosofía y Letras, UNCuyo, (2014); Justificando ausencias (2015), novela inédita; La mujer del pintor (2016), novela inédita; La colmena ferroviaria, relatos de los Talleres Diesel (2020) Lucero y Maffioli Editores; Huir al terruño, el lento derrotero familiar, novela próxima a editarse, además de haber publicado diversos artículos en Argentina y el exterior; cronista semanal de Revista Con Nuestra América, blogspot editado los sábados desde Costa Rica.